Por David Agüera
“Meet me tonight in Atlantic City” canta Bruce Springsteen en una de sus míticas canciones. Desde luego la noche despierta todos los encantos de este rincón de Nueva Jersey donde playa, casinos y hoteles viven sin descanso las 24 horas del día.
Es viernes y amanece en la costa este de Estados Unidos, estoy a menos de 2 horas en coche de Nueva York, pero aquí el ambiente y las sensaciones son diferentes. En el Iphone pongo música, me decanto por Bon Jovi para mimetizarme con el destino. Aquí, en este estado, nació el líder de la banda y hoy me sirve para descubrir una ciudad que se convirtió en lugar de recreo para ricos y famosos a mediados del siglo XX.
Bienvenidos a la alternativa, en este lado del país, a Las Vegas. No es lo mismo, pero mi elección, me hospedo en el Hotel Borgata Casino & Spa, me recuerda a la ciudad del ocio. Las vistas son impresionantes, con una habitación amplia (precio medio 280€) pero con la deficiencia en servicio que podemos encontrar en cualquier hotel de los Estados Unidos. Desde la ventana la panorámica es increíble, el skyline de Atlantic City es uno de los más bonitos que he visto a pesar de que la urbe cuenta con poco más de 40.000 habitantes. Me organizo el día, hay muchas cosas por descurbir en un destino pensado para la diversión.
Boardwalk
La primera parada es obligatoria. El paseo marítimo (Boardwalk) es sin duda la vía más importante y llamativa de Atlantic City, donde el bullicio es constante. No esperen obras faraónicas al más puro estilo de la costa española, aquí el encanto reside en el suelo de madera y lo llamativo de sus tiendas, no existe el lujo pero si el colorido, junto a los establecimientos disfrutamos de alguno de los hoteles más famosos de la ciudad: aquí está el famoso Caesars y el que era mi favorito el Taj Mahal, propiedad de Donald Trump y que hoy se explota bajo la marca Hard Rock Hotel.
El esplendor de los neones de los casinos esconde, en esta ciudad, la cruda realidad con empresas al borde de la ruina durante muchos años. El dinero no lo es todo y en Boardwalk los turistas lo demuestran. Más allá de las dunas y la arena, los surfistas disfrutan del mar junto a familias, esculturas de arena, deportes de playa y sombrillas.
La primera línea de Atlantic City está invadida de bicicletas, esquivamos alguna de ellas para llegar al centro comercial “The Pier Shops”, el más famoso de la ciudad, cuenta con 4 plantas dedicadas al ilustrativo placer de comprar. Aquí hay de todo: tiendas de lujo (Gucci, Hugo Boss, Louis Vuitton, Armani y Burberry), 9 restaurantes y una capilla para bodas. Por cierto dentro del centro comercial me encuentro un lugar maravilloso, junto a una gran ventana con vistas al mar, disfruto de una terraza con arena y hamacas mientras espero para asistir al “Water Show” que se celebra cada hora en la fuente que se encuentra al final del recinto.
¿Cómo llegar a Atlantic City?
Desde España lo más sencillo es volar desde Madrid a Nueva York. La opción más rápida y, si sois más de 2personas, también la más económica es alquilar un coche para desplazarnos hasta Atlantic City (2 horas de viaje).
Los parkings de los hoteles de Atlantic City tienen un precio de 4.5 € independientemente del tiempo de estancia.