Redacción (Madrid) Un 56% de españoles que afirma que la pandemia ha despertado sus ganas de viajar de forma más sostenible en el futuro. Más paisajes, más personas, más lugares naturales. Y es que parece que la situación ha hecho reflexionar a los viajeros a la hora planificar sus viajes. Existe una tendencia de turismo sostenible en la que los huéspedes valoran más positivamente el hotel si lleva a cabo medidas para minimizar el impacto sobre el medio ambiente y la cultura local. De hecho, los clientes estarían dispuestos a pagar más ya que le dan mucha importancia a la hora de elegir hotel.
Además de la importancia de la ubicación, para los viajeros el hotel debe ofrecer experiencias personalizadas para cada edad y así que toda la familia pueda disfrutar de las vacaciones y la estancia en el hotel. El “Conscious Travel” es una tendencia que huye del turismo impersonal y busca alojamientos que aportan una experiencia más allá de las excursiones programadas, ya sea por su emplazamiento o por su programa gastronómico o experiencial, que se integra en el entorno que le rodea de una forma especial. Se busca disfrutar del trayecto, de la gente y conocer a fondo un lugar, su comida o cultura, tomando el control de nuestro tiempo y olvidando el estrés.
Las Islas Baleares apuestan claramente por un turismo sostenible, una de las medidas que se tomarán será la prohibición de calderas de gasoil en instalaciones hoteleras y la medición de consumos energéticos y agua. Formentera es un ejemplo de esa apuesta por la sostenibilidad para hacer compatible el turismo con la protección de su belleza salvaje que fascina a quienes la visitan.
Menorca, ha presentado una propuesta que une su reconocida gastronomía a otros grandes atractivos del territorio, como sus playas de agua cristalina o sus paisajes naturales incomparables. Todo ello sin dejar de lado el patrimonio cultural de Menorca, que se remonta hasta la prehistoria y aspira a entrar en la lista de Patrimonio de la Humanidad.