Redacción (Madrid)
Con motivo del cuarto centenario de la Canonización de San Isidro Labrador, te proponemos una ruta temática por la región de Madrid que sigue la pista del santo patrón de la capital.
Se trata de una ruta de alrededor de 80 kilómetros y dos días de duración que arranca en el museo de los Orígenes, en la capital, y llega su fin frente a la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, en el municipio de Torrelaguna. Se estima que San Isidro vivió entre los años 1082 y 1172, época en la que Madrid sólo albergaba una iglesia cristiana, la de San Andrés. La literatura, en este caso de la mano de Lope de Vega, nos permite conocer el nombre de los padres del santo, Pedro e Inés, así como el lugar donde se crio, el arrabal de San Andrés.
Según la tradición, en el museo de los Orígenes vivió y falleció el santo. Hoy en día su exposición permanente está dedicada a la arqueología madrileña y a la historia de la ciudad, desde la Prehistoria hasta el traslado de la Corte en 1561. Después, la ruta conduce hasta la Real Colegiata de San Isidro, en la calle Toledo de Madrid, en cuyo altar mayor se encuentra el sepulcro de San Isidro.
Acto seguido, la ruta para frente a la Plaza Mayor de la capital, lugar donde se pronunció la beatificación del santo por parte de Paulo V el 15 de mayo del año 1620.
Los restos del Castillo de Malsobaco ocupan un tramo circular de esta ruta para desentrañar su historia. Emplazado en el actual Paracuellos de Jarama, se sabe que San Isidro visitó el lugar, además de la ermita de Nuestra Sra. de Belvis. El santo viajó a Torrelaguna para trabajar, donde conoció a su mujer, María Toribia, que pasaría a la historia como Santa María de la Cabeza.
También se visita Cobeña y su iglesia de San Cipriano. En Torrelaguna el santo contrajo matrimonio; una ruta por el casco antiguo presta atención a los lugares de interés, y otro recorrido alcanza la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, donde el santo conoció a María. Lugares como el Palacio de Salinas, de origen renacentista; el Arco de San Bartolomé, el Palacio de Arteaga o la casa de los Vargas, la familia para la que se empleó San Isidro, son algunos de los lugares que se visitan.
Imprescindibles también son la iglesia de Santa María Magdalena, una joya del gótico en nuestra región, y los restos de la muralla de Torrelaguna, de la que se visitan la Puerta del Cristo de Burgos, el puente medieval. La ruta se completa con una visita a la alhóndiga, que alberga hoy un restaurante; al edificio del Ayuntamiento, a la Cruz de Cisneros, levantada sobre la casa natal del famoso cardenal, y a la Portada de Quirós, otro elemento gótico que resiste en pie en el municipio. La ermita de Nuestra Señora de la Piedad es el último punto de interés, lugar donde fue enterrada originalmente María Toribia.