Redacción
El rítmico oleaje del Océano Pacífico besa suavemente las cuatro islas principales de Nayarit, como invitándonos a encontrar refugio en esta tierra mística de los pueblos Wixárika, Tepehuanos, Cora y Mexicaneros, que con su verde tropical, sus playas y sus montañas, se perfila como uno de los mejores lugares del planeta en esta latitud, alineada con lugares como Hawaii y Tailandia.
Con una espectacular biodiversidad y un territorio de peñascos y frondosos valles y rutas montañosas similar en extensión a la de Bélgica, el estado de Nayarit ofrece lugares singulares e insólitos que encantarán a aquellos viajeros internacionales amantes de la naturaleza y del turismo de experiencia.
Las Islas Marías:
En primer lugar tenemos el archipiélago de las islas Marías que, luego de su pasado como prisión de máxima seguridad –al más puro estilo Alcatraz en Estados Unidos– es ahora un área protegida declarada como Reserva de la Biosfera. Tres de sus islas se mantienen completamente deshabitadas y custodiadas por la Marina mexicana para asegurar la supervivencia de la flora y fauna endémica que conforman un frágil ecosistema. Sin embargo, la cuarta isla, llamada María Madre, fue convertida hace poco en un centro turístico al que los visitantes pueden acceder por tierra o por barco, desde Mazatlán (Sinaloa) o del histórico puerto de San Blas (Nayarit). Una vez en la isla, los recorridos están repletos de historias interesantes sobre cómo trabajaban allí los presos, aunque también existe la posibilidad de dar una vuelta libre en bicicleta por el puerto y a campo traviesa, donde será común el avistamiento de aves y fauna endémica como el mapache o el perico de cabeza amarilla, los sinsontes azules, los colibríes de pico ancho y otras aves migratorias que anidan allí.
La Isla de Mexcaltitán:
Llamada también “la Venecia mexicana” por el conjunto de canales al interior de la isla, este colorido lugar cuenta con solo 5 calles dispuestas en un esquema radial que se ilumina de luces amarillas por las noches, lo que da su característica vista aérea. De acuerdo a algunos historiadores, este curioso lugar podría ser la mítica Aztlán, lugar de donde partieron las tribus nahuatlacas para fundar Tenochtitlán, ahora Ciudad de México.
En Mexcaltitán, hay tres muy buenos restaurantes de mariscos y luego de visitar los templos de San Pedro y San Pablo o la Casa China, no hay que perderse la quietud en los imperdibles paseos en lancha por los manglares o simplemente el gusto de recorrer los 400 metros que mide la isla caminando de punta a punta.
La roca Tatéi Haramara:
El vocablo wixárica Tatéi Amara significa “Nuestra madre, el mar” y es también conocida como Isla del Rey o Roca Blanca. Forma parte de una ruta ceremonial que realiza el pueblo wixarika en la que visitan los cinco rumbos del universo y que abarca más de 9 mil metros cuadrados en diferentes puntos de la República (incluyendo sitios en Durango, Jalisco, San Luis Potosí y Zacatecas). La peregrinación realizada por este pueblo ancestral viene junto con abstinencias alimentarias y el consumo ceremonial de híkuri (peyote) con lo cual se recrean los mitos de origen y se le da continuidad a la comunidad. Para la cultura wixarika la vida viene del mar, llegó a la tierra en forma de serpientes ocultas entre olas. La roca blanca, donde también anidan muchas especies de aves, es para ellas y ellos uno de los lugares sagrados más imponentes del mundo.
La Sierra del Nayar:
El pueblo Cora, autonombrado como Na´ayarij, habita en su mayoría en la porción noroeste del estado de Nayarit, en la zona de la Sierra del Nayar. La llamada “Judea” es una celebración que se realiza cada año a mediados de abril en los pueblos del Nayar (Rosarito, Jesús María y Santa Teresa) donde se mezclan elementos del catolicismo y con sus propios principios religiosos indígenas para crear algo nuevo. Se trata de una práctica cultural realizada por los Cora desde hace siglos, relacionada estrechamente con el ciclo agrícola del cultivo del maíz, donde se escenifica la pasión de Cristo y se combina con elementos prehispánicos. Niños, jóvenes, adultos y ancianos que se transforman en diferentes personajes: judíos, fariseos, moros, demonios blancos y negros, borrados o dobles de Cristo. No es tanto una escenificación teatral como tres días en que cada habitante del pueblo toma una identidad prestada y danzan por todo el pueblo durante varios días.
Para llegar a estos puntos en Nayarit desde España, se puede aterrizar en el aeropuerto de la capital de Nayarit – Tepic, el cuál está siendo ampliado para responder a la demanda turística en la zona; o bien a través del aeropuerto de Puerto Vallarta (Jalisco) a través de la zona de la costa de Nayarit: la Riviera Nayarit.