Redacción (Madrid)
En la pintoresca región de las Ardenas belgas, Durbuy se erige como un tesoro histórico envuelto en encanto medieval. Con su arquitectura bien conservada, calles empedradas y atmósfera acogedora, esta pequeña ciudad ha ganado la reputación de ser la «Ciudad Más Pequeña del Mundo», atrayendo a visitantes con su belleza pintoresca y su rica herencia.
Arquitectura Medieval:
Durbuy presume de una arquitectura medieval que transporta a los visitantes a tiempos pasados. Las casas de piedra con tejados de pizarra y fachadas encantadoras dan vida a la rica historia de la ciudad. Los callejones estrechos y las plazas adoquinadas invitan a pasear y descubrir los rincones escondidos de esta joya histórica.
El Castillo de Durbuy:
En lo alto de la ciudad se encuentra el Castillo de Durbuy, una estructura imponente que ofrece vistas panorámicas del entorno circundante. Este castillo medieval, aunque no está abierto al público, añade un toque de majestuosidad a la silueta de Durbuy.
Río Ourthe y Naturaleza Circundante:
Durbuy está situada a orillas del río Ourthe, rodeada por un paisaje natural impresionante. Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de paseos a lo largo del río, explorar los senderos cercanos y participar en actividades al aire libre en las Ardenas, como el senderismo y el kayak.
Gastronomía Exquisita:
A pesar de su tamaño modesto, Durbuy es conocida por su escena gastronómica excepcional. Los restaurantes locales ofrecen platos deliciosos que destacan la cocina belga, incluyendo especialidades como el chocolate, las cervezas artesanales y los famosos gofres belgas.
Actividades Culturales y Eventos:
A lo largo del año, Durbuy alberga una variedad de eventos culturales y festivales que atraen tanto a residentes como a visitantes. Estos eventos celebran la música, el arte y las tradiciones locales, creando un ambiente animado y festivo.
Turismo y Comercio Local:
El turismo en Durbuy ha florecido, pero la ciudad ha mantenido su encanto auténtico. Las tiendas locales ofrecen productos artesanales, souvenires únicos y artículos gastronómicos que permiten a los visitantes llevarse consigo un pedazo de la esencia de Durbuy.