Redacción (Madrid)
En el corazón del Mar de Andamán, las Islas Phi Phi destacan como un conjunto de joyas tropicales que cautivan a viajeros de todo el mundo. Con sus playas de arena blanca, aguas cristalinas y formaciones rocosas impresionantes, este archipiélago tailandés, compuesto principalmente por las islas Phi Phi Don y Phi Phi Leh, ofrece un escape idílico para aquellos que buscan la perfección del paraíso.
Phi Phi Don, La Isla Principal:
Phi Phi Don es la isla más grande y habitada del archipiélago. Con su atmósfera animada, playas relucientes y una variedad de opciones de alojamiento, Phi Phi Don es el punto de partida perfecto para explorar la región. La bahía de Ton Sai acoge a los visitantes con un encanto relajado, tiendas coloridas y restaurantes junto al mar.
Phi Phi Leh, Belleza Natural Intacta:
Phi Phi Leh, famosa por sus acantilados de piedra caliza, lagunas ocultas y aguas cristalinas, se mantiene mayormente deshabitada. La Bahía Maya, inmortalizada por la película «The Beach», es un lugar icónico que atrae a visitantes de todo el mundo. Los arrecifes de coral y la vida marina diversa hacen que Phi Phi Leh sea un paraíso para los amantes del buceo y el snorkel.
Longtail Boats y Excursiones en Barco:
Explorar las Islas Phi Phi implica embarcarse en emocionantes travesías en barco, especialmente en las tradicionales «longtail boats» tailandesas. Estas excursiones llevan a los visitantes a lugares pintorescos, como la Laguna Pileh, donde las aguas turquesas se encuentran con acantilados verticales, creando un paisaje digno de postal.
Vida Marina Subacuática:
Las aguas cristalinas que rodean las Islas Phi Phi albergan una impresionante diversidad de vida marina. Los entusiastas del buceo pueden explorar coloridos arrecifes de coral, cuevas submarinas y nadar junto a peces tropicales. Shark Point, uno de los sitios de buceo cercanos, es conocido por encuentros con tiburones de arrecife.
Atardecer en Phi Phi Viewpoint:
El Phi Phi Viewpoint, en la isla Phi Phi Don, ofrece vistas panorámicas espectaculares de las bahías circundantes y el océano. Subir al mirador, ya sea a pie o en un corto trayecto en taxi acuático, es una experiencia imprescindible para presenciar uno de los atardeceres más hermosos de Tailandia.