Redacción (Madrid)
Anidada en las montañas del suroeste de China, Lijiang es un destino que parece sacado de un cuento de hadas. Con su encantadora arquitectura tradicional, intrincadas calles empedradas y una rica herencia cultural, esta antigua ciudad es un tesoro que cautiva a los visitantes con su belleza intemporal y su atmósfera serena.
Patrimonio cultural
Lijiang es famosa por su casco antiguo, un laberinto de callejuelas empedradas y canales serpenteantes que datan de la dinastía Ming. El casco antiguo de Lijiang, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un testimonio viviente de la rica historia y la arquitectura tradicional de la región. Los visitantes pueden pasear por las plazas adoquinadas, explorar los templos antiguos y maravillarse con las casas de madera decoradas con intrincados relieves.
Cultura naxi
La ciudad de Lijiang es el hogar de la etnia Naxi, una comunidad con una cultura única y vibrante. Los visitantes pueden sumergirse en la rica tradición Naxi a través de espectáculos de música y danza tradicionales, así como visitas a museos que muestran la historia y el arte de este fascinante grupo étnico. Además, Lijiang es famosa por su escritura pictográfica Dongba, una forma de escritura única que ha sido preservada por siglos por los Naxi.
Paisajes naturales impresionantes
Los alrededores de Lijiang ofrecen una impresionante variedad de paisajes naturales, desde imponentes montañas hasta apacibles ríos y valles verdes. El Parque Nacional de la Montaña del Dragón de Jade, situado a poca distancia de la ciudad, es un destino popular para los amantes de la naturaleza, con senderos para caminatas escénicas, cascadas majestuosas y vistas panorámicas que quitan el aliento. Además, el Lago Lugu, conocido como el «Reino de las Mujeres Mosuo», ofrece una experiencia única en la que los visitantes pueden explorar la cultura matriarcal de la etnia Mosuo mientras disfrutan de la belleza natural del lago y sus alrededores.
Hospitalidad y encanto local
La hospitalidad de los habitantes locales es una de las características más destacadas de Lijiang. Los visitantes son recibidos con calidez y amabilidad en los numerosos hoteles boutique, hostales familiares y casas de huéspedes que salpican la ciudad. Los lugareños están orgullosos de compartir su cultura y tradiciones con los visitantes, creando una experiencia auténtica y enriquecedora que perdura mucho después de que los viajeros regresen a casa.