Redacción (Madrid)

Como capital de la moda y el diseño, Milán es una ciudad vibrante que mezcla elegancia, historia y una escena artística de clase mundial. Aunque un solo día apenas alcanza para descubrir todo lo que Milán tiene para ofrecer, es posible disfrutar de una experiencia inolvidable explorando sus monumentos, cafés y boutiques de renombre. Aquí tienes una guía para aprovechar al máximo 24 horas en esta ciudad italiana.

Comienza el día en uno de los históricos cafés milaneses, donde podrás disfrutar de un cappuccino perfecto junto con una brioche o cornetto (cruasán). Caffè Cova, cerca del Duomo, es una excelente opción. Fundado en 1817, este lugar emblemático ofrece un ambiente clásico y una auténtica experiencia italiana. La elegancia del lugar y la tradición de sus pasteles lo convierten en una parada ideal para empezar el día.

Catedral de Milán, una maravilla que hay que visitar, Lugares y Más

Después del desayuno, dirígete a la Catedral de Milán (Duomo di Milano), uno de los símbolos más icónicos de la ciudad y de toda Italia. Esta imponente catedral gótica, con sus intrincadas esculturas y una fachada de mármol blanco y rosado, es una de las iglesias más grandes del mundo. No te pierdas la oportunidad de subir a la terraza del Duomo, desde donde tendrás una vista panorámica de la ciudad y podrás admirar de cerca sus agujas y estatuas. A esta hora de la mañana, es menos probable encontrar largas filas, por lo que es un buen momento para explorar este monumento en detalle.

Justo al lado del Duomo se encuentra la Galleria Vittorio Emanuele II, uno de los centros comerciales más antiguos y elegantes del mundo. Este hermoso pasaje de cuatro pisos, con su impresionante techo de vidrio y suelos de mosaico, alberga tiendas de lujo como Prada, Gucci y Louis Vuitton. Incluso si no planeas hacer compras, la Galleria es un espectáculo en sí misma y el lugar perfecto para pasear y admirar la arquitectura. Además, es tradición pisar el toro del mosaico en el suelo de la galería para traer buena suerte.

Después de una mañana intensa, es hora de relajarse y almorzar en el encantador barrio de Brera, conocido por sus calles empedradas, boutiques artísticas y cafeterías con terrazas. Aquí podrás disfrutar de un auténtico almuerzo italiano en lugares como Trattoria Torre di Pisa o Obicà Mozzarella Bar, donde puedes probar especialidades locales como el risotto alla milanese (risotto con azafrán) o una pizza de mozzarella fresca. Brera es una excelente zona para pasear después del almuerzo, explorando las galerías de arte y las tiendas de diseño, o simplemente disfrutando de la atmósfera bohemia del barrio.

Termina la tarde en el barrio de Navigli, famoso por sus canales y su vibrante ambiente. Milán es una de las ciudades italianas donde nació la tradición del aperitivo, una experiencia que consiste en disfrutar de una bebida acompañada de pequeños bocados antes de la cena. Busca un bar a la orilla de los canales, como Mag Café o Spritz Navigli, donde puedes pedir un Aperol Spritz o un Negroni y disfrutar de una variedad de aperitivos mientras ves cómo el sol se pone sobre los canales. Navigli es también una zona llena de tiendas de antigüedades y galerías, por lo que puedes aprovechar para dar un paseo y explorar sus rincones pintorescos antes de que caiga la noche.

Para la cena, regresa al centro de la ciudad, cerca del Quadrilatero della Moda, la zona de moda de Milán. Aquí encontrarás restaurantes de alta cocina que ofrecen una experiencia gastronómica inolvidable. Cracco, del chef Carlo Cracco, o Paper Moon Giardino son excelentes opciones para degustar la cocina italiana contemporánea con un toque milanés. En Milán, es típico comenzar con un antipasto como la bresaola (carne curada) o una burrata fresca, seguido de un plato de pasta o carne. Para el postre, el tiramisú o el panettone (típico de Milán) son excelentes opciones.

Después de la cena, vuelve al área del Duomo y termina el día con una vista nocturna de la ciudad en Terrazza Aperol, un bar que ofrece vistas incomparables de la catedral iluminada. Con un ambiente animado y moderno, es un lugar ideal para disfrutar de un último aperitivo o cóctel y contemplar la majestuosidad del Duomo bajo las luces de la noche.

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