Redacción (Madrid)

Cuando pensamos en destinos turísticos en Cuba, nombres como Varadero, La Habana o Cayo Coco suelen dominar las conversaciones. Sin embargo, entre los vastos paisajes de la isla, existe un rincón mágico que permanece relativamente desconocido para el gran público: la Ciénaga de Zapata, ubicada en la provincia de Matanzas. Este ecosistema, considerado la mayor área húmeda del Caribe insular, es una joya para los amantes de la naturaleza, la aventura y la tranquilidad.

Con más de 4,000 km² de extensión, la Ciénaga de Zapata alberga una biodiversidad única. Este entorno protegido, reconocido como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, es hogar de más de 900 especies de plantas, 175 de aves y un número impresionante de reptiles y mamíferos. Los visitantes pueden avistar al majestuoso cocodrilo cubano en su hábitat natural o deleitarse con el canto del tocororo, el ave nacional de Cuba. Este lugar es un paraíso para los observadores de aves, con senderos que llevan a miradores estratégicos donde la fauna se despliega en todo su esplendor.

Más allá de su riqueza ecológica, la Ciénaga de Zapata ofrece experiencias únicas para los aventureros. Desde caminatas guiadas a través de los manglares hasta paseos en lancha por la impresionante Laguna del Tesoro, cada actividad revela un nuevo matiz de este destino. En el recorrido, se puede visitar la Aldea Taína, una reconstrucción histórica que rinde homenaje a las comunidades indígenas que habitaron la zona antes de la colonización. Las esculturas de tamaño real, obra de la reconocida artista cubana Rita Longa, narran historias del pasado que conectan a los visitantes con las raíces culturales de Cuba.

Por otro lado, la Cueva de los Peces, un cenote de agua cristalina rodeado de frondosa vegetación, ofrece oportunidades de buceo y snorkel inigualables. Este lugar es un imán para los entusiastas del buceo gracias a sus paredes de coral, su fauna marina y la posibilidad de explorar un entorno único en la isla.

Lo que distingue a la Ciénaga de Zapata de otros destinos es su compromiso con la sostenibilidad. Las autoridades locales, junto con diversas iniciativas privadas, trabajan para garantizar que el turismo en la región no afecte su delicado equilibrio ecológico. Las actividades están diseñadas para respetar el entorno natural, y muchas de las instalaciones turísticas tienen certificaciones ambientales que avalan su compromiso con la preservación.

A pesar de su riqueza natural y cultural, la Ciénaga de Zapata sigue siendo un destino poco concurrido, lo que lo convierte en un refugio ideal para quienes buscan una conexión auténtica con la naturaleza. Aquí no hay grandes complejos hoteleros ni bullicio urbano; lo que predomina es la tranquilidad, el susurro de los manglares y el canto de las aves.

Visitar la Ciénaga de Zapata es sumergirse en un entorno donde el tiempo parece detenerse. Es una invitación a redescubrir el Caribe desde una perspectiva diferente: lejos de las playas de arena blanca y los resorts, y más cerca de la autenticidad, la biodiversidad y el alma de Cuba.

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