Redacción (Madrid)
Paracas, ubicado en la región de Ica, es un destino que combina historia, cultura y naturaleza. Su nombre proviene del quechua y significa “lluvia de arena”, en referencia a los fuertes vientos que caracterizan la zona.

La cultura Paracas se desarrolló entre los años 700 a.C. y 200 d.C., destacando por su arte textil, sus fardos funerarios y las trepanaciones craneanas. Los mantos Paracas, elaborados con lana de camélidos y algodón, son considerados entre los más sofisticados del mundo antiguo.

La Reserva Nacional de Paracas, con más de 335,000 hectáreas, protege ecosistemas marinos y desérticos. Entre sus habitantes destacan lobos marinos, pingüinos de Humboldt y flamencos. La Playa Roja, con su arena rojiza, es uno de sus paisajes más fotografiados.

Las Islas Ballestas, conocidas como las “Galápagos peruanas”, albergan colonias de lobos marinos, delfines y diversas aves marinas. Desde el mar se puede observar el Candelabro de Paracas, un geoglifo de origen desconocido grabado en una colina de arena.

El turismo en Paracas ofrece paseos en bote, deportes acuáticos y recorridos en el desierto. Los hoteles y restaurantes locales brindan experiencias gastronómicas con platos a base de mariscos y productos de la costa peruana.

Paracas es un destino que combina historia preincaica, biodiversidad y paisajes impresionantes, atrayendo a viajeros de todo el mundo.

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