Redacción
Es, sin duda, uno de esos viajes que hay que hacer una vez en la vida. Imagine un hotel de lujo sobre raíles que le traslada a la nostalgia y el encanto de los trenes del siglo XX, pero con la tecnología y el confort del siglo XXI. El Transcantábrico Gran Lujo es comodidad, glamour, gastronomía, cultura, descanso y diversión. Ocho días de lujo y un viaje en el tiempo que nunca olvidará. Una oportunidad única de descubrir los rincones más bonitos del norte de España y, además, vivir el lujo a bordo de un tren lleno de matices.
El tren
Quien sube a bordo de El Transcantábrico Gran Lujo realiza una travesía en el tiempo hasta los años 20 del siglo pasado, cuando circularon por primera vez los históricos coches Pullman que hoy son sus salones. Junto con las suites, conforman un auténtico hotel de cinco estrellas sobre raíles, con atenciones y comodidades que satisfacen las expectativas más exigentes.
Todo el tren, tanto habitaciones como zonas comunes, está conectado interiormente permitiendo el libre tránsito de los viajeros.
Espaciosas suites decoradas en madera, distribuidas en salón, dormitorio y baño privado, y adornadas con exclusivos detalles. Su amplio espacio permite disfrutar de una cómoda cama de matrimonio o camas gemelas individuales, armario ropero, maletero, escritorio, caja fuerte y minibar, así como del confort más avanzado con pantallas led, sintonizador musical, climatización regulable, ordenador multimedia con conexión gratuita a Internet y teléfono interior.
Disponen además de salón, con sofá convertible en cama, amplios ventanales y baño propio, espacioso y confortable, con ducha de hidromasaje/sauna de vapor, secador de pelo y variado set de artículos de bienvenida de primera categoría.
Coches salones
Los salones de El Transcantábrico Gran Lujo son coches Pullman originales de 1923, auténticas joyas del patrimonio histórico-ferroviario, especialmente decorados y ambientados para este tren, incluyendo un salón acristalado-panorámico.
En estas zonas comunes se sirven diariamente los desayunos a la carta y las comidas o cenas elaboradas por nuestro chef. El coche bar permanece abierto desde primera hora de la mañana hasta la madrugada y se dispone de un servicio de guardia 24 horas de atención al cliente. El salón de té o coche panorámico, El Bar, los salones Restaurantes o el coche pub, donde cada noche se ofrecen fiestas, música o actuaciones en directo, completan una gran oferta de lujo.
Vivir a bordo
Imagine un tren de lujo en el que puede disfrutar y relajarse durante ocho días y siete noches, convirtiéndolo en su salón, su transporte, su lugar de encuentro, su restaurante, su habitación o su pista de baile. En el que cada día despertará en un lugar diferente, desde Santillana del Mar a Santiago de Compostela, con paisajes únicos desde la comodidad de su suite o de cualquiera de nuestros evocadores salones.
Durante el día realizando visitas y tras la cena disfrutando de una velada de ocio. Cada noche hay actuaciones en directo o baile a bordo. También se puede optar por tomar algo más tranquilamente en otro de los coches salones, salir a dar un paseo por la localidad en que nos encontremos o retirarse más temprano a la intimidad de su suite.
Para facilitar el descanso, una vez culminada la jornada, el tren permanece parado en la estación durante la noche.
El viaje en El Transcantábrico Gran Lujo es también un recorrido por la mejor gastronomía de Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco, territorios de reconocida tradición culinaria.
El exquisito desayuno a la carta se complementa con la atención personalizada de nuestros camareros. Las especialidades locales están presentes durante el viaje, haciendo que cada día comience de forma diferente y original también en la mesa.
Para las comidas y cenas se alterna la restauración a bordo, en los elegantes salones del tren, con una selección de los mejores restaurantes. Una apetitosa propuesta culinaria, regada con los mejores caldos de las denominaciones de origen vinícolas del norte de España.