Arturo Espinosa
Guadalupe en Zacatecas se ha caracterizado por ser un lugar donde se dan cita miles de turistas religiosos gracias al Convento de Guadalupe, recinto de culto que le otorgó el nombre a este Pueblo Mágico y que además la UNESCO lo integró a la ruta del Camino Real de Tierra Adentro, una ruta comercial que ahora es Patrimonio de la Humanidad y que iniciaba en Ciudad de México y culminaba en Santa Fe en Nuevo México, Estados Unidos.
La historia de Guadalupe inicia con el asentamiento de grupos étnicos como los zacatecos y los guachichiles. Estos grupos seminómadas aprovechaban los terrenos para la recolección y cultivo de diversos tipos de frutos, además de la caza. Con la llegada de la comunidad española, el territorio zacatecano empieza a poblarse y comienza la explotación de minas, donde empiezan a establecerse haciendas, ranchos y huertas. Reconocida en primera instancia como Suerte de Huerta, su nombre cambió gracias a la construcción del santuario que ganó gran fama a nivel nacional.
Con el lema de “Historia, Trabajo y Progreso”, los guadalupenses empiezan a explotar los atributos de las construcciones virreinales para darle la bienvenida al turismo, sobre todo el religioso. El Pueblo Mágico que colinda con la capital del estado cuenta con capillas, iglesias y pintorescas fachadas que enamoran a cualquiera. Cuando te contamos que Guadalupe colinda con la ciudad de Zacatecas no es por decirlo, ¡solo está a unos 10 minutos en automóvil!
Además del ya mencionado Convento en honor a la Virgen de Guadalupe, el Pueblo Mágico cuenta con diversas capillas como la Capilla de Nápoles, la Capilla del Noviciado, la Capilla del Seminario Conciliar de Zacatecas y la Capilla Oscura, añadiendo el Santuario del Niño de las Palomitas y la Parroquia de los Sagrados Corazones. En el Museo de Guadalupe te encontrarás con un inmueble que en principio fue pensado para albergar el Colegio de Propaganda Fide de Nuestra Señora de Guadalupe, pero tuvo varios usos como cuartel militar, asilo, vecindad y hasta orfanato. El INAH se hizo cargo del espacio para convertirlo en un recinto cultural que resguarda una colección de arte novohispano, libros y esculturas que tuvieron su nacimiento entre los siglos XVI al XIX. Su estilo barroco es increíble, un recorrido que sin duda no debes perderte.
¿Sabías que Guadalupe cuenta con un sitio arqueológico?
¡Sí, La Quemada se encuentra muy cerca! Aunque no se sabe con exactitud qué etnia fue la que construyó este complejo, aquí podrás ver una serie de columnas aún en pie, una pequeña pirámide y lo que se piensa servía para practicar el tradicional juego de pelota. Si buscas una vista panorámica deberás tomar el tour que te lleva al Cerro de la Bufa y donde además está el Museo Toma de Zacatecas. Vale la pena subirse al teleférico que te lleva hasta la cima… ¡Fue el primero que se instaló a nivel nacional!
¿Qué nos ofrece Guadalupe para comer?
Los expertos en gastronomía pondrán sobre la mesa platillos como el clásico asado de boda, frijoles charros, gorditas con guisados, pozole, quesos, tamales, birria y para rematar unas torrejas. Aquí es común beber aguamiel y encontrar postres hechos de tuna o nopal, así como lo escuchas. ¡Para la casa llévate un souvenir como una capa de lana o un zarape!
Ya lo sabes, este Pueblo Mágico zacatecano te espera para consentirte, sorprenderte con su espíritu católico y recibirte con la calidez de su gente.