Redacción (Madrid)
En las alturas de los Andes, el Lago Titicaca se extiende majestuosamente, marcando la frontera entre Bolivia y Perú. Este cuerpo de agua, considerado el lago navegable más alto del mundo, no solo es una maravilla geográfica sino también un tesoro cultural, albergando antiguas leyendas, comunidades indígenas y una biodiversidad única.
Altitud y Geografía Impresionante:
Situado a más de 3,800 metros sobre el nivel del mar, el Lago Titicaca se encuentra entre los destinos más altos del planeta. Su vasta extensión de aguas cristalinas y las imponentes montañas de los Andes que lo rodean crean un paisaje impresionante que deja a los visitantes maravillados.
Islas Flotantes de los Uros:
En el lado peruano del lago, las Islas Uros, también conocidas como las Islas Flotantes, son una atracción única. Estas islas artificiales están hechas de totora, una planta acuática que crece en el lago. Los Uros, una comunidad indígena, han construido y habitado estas islas durante siglos.
Islas Taquile y Amantaní:
Otras islas notables en el lago son Taquile y Amantaní, que destacan por sus comunidades autóctonas que han conservado sus tradiciones culturales a lo largo del tiempo. Los visitantes tienen la oportunidad de interactuar con los lugareños, aprender sobre sus costumbres y disfrutar de la hospitalidad local.
Ciudad de Puno:
A orillas del lago, la ciudad de Puno en Perú es el punto de partida para muchas excursiones en el Titicaca. Sus festivales coloridos, como la Fiesta de la Virgen de la Candelaria, reflejan la rica herencia cultural de la región. Además, Puno ofrece una visión moderna del folclore andino.
La Leyenda de los Hijos del Sol y la Luna:
El Lago Titicaca está impregnado de leyendas, y una de las más conocidas es la historia de los hijos del Sol y la Luna. Según la mitología inca, Manco Cápac y Mama Ocllo emergieron de las profundidades del lago para fundar el Imperio Inca en Cuzco.