Redacción

Bohemia y colorida. Valparaíso te invita a descubrir siempre un nuevo decorado urbano, una interesante galería de arte o un rincón gastronómico, entre sus laberínticos cerros que han sido inspiración de poetas y escritores.
Una urbe que cautiva con la loca arquitectura de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Recorriendo a pie sus estrechas calles, infinitas escaleras, históricos ascensores y sus múltiples miradores. Nos contagiamos de la alegría de sus carnavales y espectacular show de juegos artificiales que despiden desde el mar las Fiestas de Fin de Año.
Y no podemos olvidar visitar su puerto y caletas, fiel retrato de la idiosincrasia chilena. Con el mercado de productos del mar recién extraídos y la extrovertida labia de los pescadores

El color y la arquitectura son protagonistas en Valparaíso, Lugares y Más


La Joya del Pacífico, como también es conocida la ciudad, está ubicada a 120 kilómetros al oeste de Santiago. Es el principal puerto del país, capital de la Quinta Región y sede del Poder Legislativo. Se caracteriza por sus cerros poblados y sus antiguos ascensores. Los lugares más destacados son el Congreso Nacional, el Muelle Prat, el Ascensor Artillería, la Plaza Sotomayor, el Paseo 21 de Mayo, el Museo “La Sebastiana”, casa de Pablo Neruda, y el Museo Naval Arturo Prat.
Dentro de esta ciudad tan cultural existen más de 95 monumentos nacionales, un casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, un puerto y sus característicos cerros que cubren la ciudad.
Unos de los más conocidos están el cerro Concepción, el cerro Alegre y el cerro Bellavista. Todos ellos gozan de una mezcla de arquitectura nacional y europea, lo que le da un carácter excéntrico y al mismo tiempo bohemio.
Dentro de los cerros hay distintas cafeterías, museos, paseos e iglesias que permiten pasar el día completo recorriendo esta bella y colorida ciudad.

Cada rincón de Valparaíso es un lienzo, Lugares y Más

Gastronomía

En la zona central de Chile, existe una gran variedad gastronómica durante todo el año, no nos podemos ir del país sin haber probado las tradicionales empanadas chilenas o un buen vino chileno. El charquicán, la cazuela o las sopaipillas con pebre para pasar el frio del invierno; también preparaciones hechas a base de maíz como los son el pastel de choclo y las humitas que son características del verano. También nos podemos refrescar con un buen mote con huesillo a base de durazno.
Degustamos además una gran variedad de pescados y mariscos que se encuentran a lo largo de toda la costa chilena. Caldillo de congrio, machas a la parmesana, empanadas de camarón y ostiones al pil pil, son sólo algunos de los platos más característicos y favoritos del país.

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