Redacción (Madrid)

Calpe es una encantadora localidad situada en la Costa Blanca, en la provincia de Alicante, España. Con su mezcla de playas doradas, rica historia y paisajes naturales impresionantes, Calpe se ha convertido en un destino turístico muy popular tanto para los viajeros nacionales como internacionales. Lo que diferencia a Calpe de otras localidades de la costa mediterránea es la combinación de sus modernas infraestructuras turísticas con su legado histórico y su entorno natural único, dominado por el majestuoso Peñón de Ifach.

Historia

Calpe tiene una historia rica que se remonta a la época prehistórica, como demuestran los restos arqueológicos encontrados en la zona. Durante la época romana, Calpe fue un importante enclave debido a su posición estratégica en la costa. Los romanos establecieron salinas y una industria pesquera en lo que hoy se conoce como los Baños de la Reina, un conjunto arqueológico que incluye ruinas de villas romanas y piscinas talladas en la roca que probablemente fueron utilizadas para la cría de pescado.

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Peñón de Ifach

Uno de los mayores atractivos de Calpe es el Peñón de Ifach, un imponente macizo de piedra caliza que se eleva a 332 metros sobre el nivel del mar. Este parque natural es un icono de la Costa Blanca y ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad y del mar Mediterráneo. Su peculiar forma y su ubicación cerca de la costa lo convierten en un atractivo inconfundible para los visitantes.

Playas

Calpe cuenta con más de 13 kilómetros de costa, que se dividen entre playas amplias y calas rocosas. Entre las más populares se encuentra la Playa de la Fossa, una extensa playa de arena fina que cuenta con todos los servicios necesarios para disfrutar de un día junto al mar. A lo largo de su paseo marítimo, se encuentran numerosos restaurantes y bares donde se puede degustar la gastronomía local.

Patrimonio

El casco antiguo de Calpe es un lugar encantador para pasear y descubrir la historia de la ciudad. Sus estrechas calles empedradas y casas decoradas con azulejos coloridos y flores ofrecen una atmósfera acogedora y pintoresca. En el centro histórico, se encuentran varios monumentos de interés, como la Iglesia Antigua y la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, que combina estilos gótico y mudéjar.

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