Redacción (Madrid)
Sevilla, una ciudad conocida por su rica historia, arquitectura impresionante y vibrante cultura, también se destaca por su increíble gastronomía. En las últimas décadas, la capital andaluza ha experimentado un auge culinario que ha puesto a la ciudad en el radar de los amantes de la buena mesa. Desde bares de tapas tradicionales hasta restaurantes de alta cocina, Sevilla ofrece una variedad de opciones para todos los gustos. En este artículo, te llevamos a los seis mejores lugares para comer en la ciudad, donde la calidad, la creatividad y el sabor son protagonistas.

Comenzando con un clásico de la gastronomía sevillana, El Rinconcillo se presenta como uno de los bares de tapas más antiguos de la ciudad. Fundado en 1670, este local no solo es un referente histórico, sino también un lugar donde los sabores tradicionales de Andalucía se mantienen intactos. Su jamón ibérico, las croquetas caseras y el espinazo con garbanzos son solo algunas de las delicias que te esperan en este restaurante. El ambiente, con su decoración de azulejos y barriles de vino, te transporta a otro tiempo mientras disfrutas de una tapa bien acompañada de un vino de la región.

Si lo que buscas es una experiencia más moderna y vanguardista, Abantal es el lugar perfecto. Con una estrella Michelin, Abantal es el reflejo de la creatividad y la innovación en la cocina sevillana. El chef Julio Fernández, al frente del restaurante, ha logrado combinar ingredientes autóctonos con técnicas culinarias contemporáneas para ofrecer una carta única. Entre sus platos más destacados se encuentran la lubina con infusión de manzanilla y el arroz con liebre, dos ejemplos perfectos de cómo se puede reinterpretar la cocina tradicional de forma elegante y sorprendente.

Para quienes desean una comida que combine la tradición con un toque contemporáneo, La Azotea es un restaurante que nunca decepciona. Con varios locales en la ciudad, La Azotea se ha ganado una sólida reputación por su oferta gastronómica fresca y de calidad. Su carta se actualiza constantemente, siempre respetando los productos locales y de temporada. Uno de los platos más emblemáticos de La Azotea es su atún rojo con tomate, que resalta por su sencillez y sabor. Además, su ambiente acogedor y moderno hace de este restaurante un lugar ideal para una comida tranquila en el centro de Sevilla.

Si te apetece algo más informal pero igualmente delicioso, Bodeguita Romero es una parada obligatoria. Especializado en pescaíto frito, este pequeño local de barrio ha conquistado a sevillanos y turistas por igual. Sus camarones, calamares y, por supuesto, sus croquetas de pescaíto son los platos estrella. La bodega, con su ambiente tradicional, ofrece un menú perfecto para disfrutar de la auténtica cocina andaluza de forma relajada. Ideal para una comida rápida entre amigos o una cena informal después de un día de turismo.

Para aquellos que buscan una experiencia gastronómica más elegante, Eslava es uno de los restaurantes más aclamados de la ciudad. Con una estrella Michelin, este establecimiento se destaca por su excelente relación calidad-precio. El chef Curro Cánovas es conocido por su enfoque hacia la cocina de autor, donde la creatividad se fusiona con el respeto por los productos locales. Uno de los platos más representativos de Eslava es su famoso huevo a baja temperatura con boletus, un plato que refleja la perfección técnica del restaurante. Con un ambiente moderno y sofisticado, Eslava es el sitio ideal para una ocasión especial.

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