Parque Nacional Hwange, Zimbabue, un tesoro natural de África

El Parque Nacional Hwange, ubicado en el noroeste de Zimbabue, es uno de los destinos más fascinantes para los amantes de la vida salvaje y el ecoturismo en África. Con una extensión de aproximadamente 14,600 km², es el parque más grande del país y alberga una asombrosa diversidad de fauna y flora.

Historia y ubicación

El parque fue establecido en 1928 como una reserva de caza y posteriormente declarado parque nacional en 1961. Se encuentra cerca de la frontera con Botsuana y a unos 100 km de las Cataratas Victoria, lo que lo convierte en una parada ideal para los viajeros que exploran la región.

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Biodiversidad y vida salvaje

Otras especies emblemáticas que habitan el parque incluyen:

Hwange es hogar de más de 100 especies de mamíferos y 400 especies de aves, convirtiéndolo en un paraíso para los amantes de la fauna. Su mayor atractivo es su impresionante población de elefantes, con alrededor de 40,000 individuos, lo que lo convierte en uno de los mejores lugares del mundo para observar estos majestuosos animales.

Leones, leopardos y guepardos, los principales depredadores de la sabana.

Búfalos africanos, impalas, cebras y jirafas.

Perros salvajes africanos, una especie en peligro de extinción.

Paisajes y ecosistemas

Hwange cuenta con una gran variedad de hábitats, desde sabanas secas hasta bosques de mopane y acacias, pasando por áreas semidesérticas. No tiene ríos permanentes, por lo que la fauna depende de una red de pozos de agua artificiales, que permiten la observación de animales en cualquier época del año.

Actividades y Turismo

El parque ofrece una experiencia de safari auténtica, con opciones que incluyen:

Safaris en vehículos 4×4, tanto diurnos como nocturnos.

Safaris a pie, guiados por expertos locales.

Avistamiento de aves, especialmente entre noviembre y abril, cuando llegan aves migratorias.

Campamentos y lodges de lujo, que permiten a los visitantes pernoctar en medio de la naturaleza.

Conservación y Retos

Si bien el parque es un refugio para muchas especies, enfrenta desafíos como la caza furtiva, la escasez de agua y el cambio climático. Diversas organizaciones trabajan en la protección de la fauna y en la gestión sostenible de los recursos naturales.

El Liceo de Atenas, un viaje al corazón del pensamiento Filosófico

Redacción (Madrid)

Atenas, cuna de la civilización occidental, alberga vestigios de un pasado glorioso donde el arte, la política y la filosofía florecieron como en ningún otro lugar. Entre sus tesoros históricos, el Liceo de Aristóteles se erige como un símbolo del conocimiento y la educación en la Antigua Grecia. Aunque hoy solo quedan ruinas de lo que fue una de las instituciones más importantes del pensamiento clásico, visitar este sitio es un viaje en el tiempo hacia el epicentro del saber filosófico.

El Liceo fue fundado por Aristóteles en el año 335 a.C. como una escuela de filosofía y ciencias. Aquí, el gran pensador griego impartía sus enseñanzas mientras caminaba con sus discípulos, razón por la cual sus seguidores fueron llamados peripatéticos (del griego peripatêin, «caminar»). A diferencia de la Academia de Platón, donde predominaba la especulación abstracta, en el Liceo se promovía un enfoque más empírico, basando el conocimiento en la observación y la lógica.

Este espacio no solo fue un centro de debate filosófico, sino también un lugar de investigación científica en disciplinas como la biología, la política y la ética. Con el tiempo, el Liceo se consolidó como un modelo para las futuras universidades y academias del mundo.

En pleno centro de Atenas, a pocos pasos del Museo Bizantino y Cristiano, los restos del Liceo fueron descubiertos en 1996, convirtiéndose en un sitio arqueológico de gran valor. Aunque el paso del tiempo ha reducido su estructura a ruinas, la esencia del conocimiento sigue impregnando el lugar.

Caminar por este sitio es imaginar a Aristóteles discutiendo con sus discípulos sobre lógica, ética o política. Es una experiencia que trasciende el turismo convencional y permite conectar con los orígenes del pensamiento racional que aún influye en nuestra sociedad.

Visitar el Liceo de Atenas no es solo contemplar ruinas antiguas, sino hacer un homenaje a la razón, el pensamiento crítico y el aprendizaje. En una época donde la información abunda, pero el conocimiento profundo escasea, este lugar nos recuerda la importancia de cuestionar, analizar y buscar la verdad a través del estudio.

Atenas no solo ofrece la majestuosidad del Partenón o la grandeza del Ágora; también invita a reflexionar sobre nuestra propia búsqueda del saber en el mismo lugar donde, hace más de dos mil años, Aristóteles sentó las bases del conocimiento occidental.

Las Azores, un paraíso natural en medio del Atlántico

Redacción (Madrid)

Ubicadas en el corazón del océano Atlántico, las Azores son un archipiélago portugués que cautiva a los viajeros con su naturaleza exuberante, paisajes volcánicos y una atmósfera de tranquilidad absoluta. Compuestas por nueve islas, cada una con su propio carácter y encanto, las Azores se han convertido en un destino ideal para quienes buscan aventura, contacto con la naturaleza y una inmersión en la cultura portuguesa.

Las Azores son de origen volcánico, y su geografía lo deja en claro con montañas imponentes, cráteres convertidos en lagunas y aguas termales que brotan de la tierra. La isla de São Miguel, la más grande y visitada, alberga algunas de las postales más icónicas del archipiélago, como las Lagoas das Sete Cidades, un conjunto de lagunas de aguas verdes y azules situadas dentro de un cráter.

Otra maravilla natural es la Montaña de Pico, el punto más alto de Portugal con 2.351 metros de altitud, ideal para senderistas que buscan vistas panorámicas inigualables. En la isla de Terceira, el impresionante Algar do Carvão, un tubo volcánico que permite adentrarse en el interior de un volcán inactivo, es una experiencia única para los amantes de la geología.

Las Azores han sido reconocidas por la UNESCO como un destino de turismo sostenible, gracias a sus políticas de conservación y respeto por el entorno. Su biodiversidad marina es extraordinaria, convirtiéndolas en uno de los mejores lugares del mundo para el avistamiento de ballenas y delfines. Desde abril hasta octubre, embarcarse en una expedición para observar estos majestuosos cetáceos es una experiencia inolvidable.

Además, los senderos de las islas ofrecen rutas espectaculares entre cascadas, bosques de laurisilva y miradores con vistas al océano. La práctica del barranquismo, el kayak en lagunas volcánicas y el buceo en aguas cristalinas son algunas de las muchas opciones para los amantes de la aventura.

La cultura azoriana se refleja en su gastronomía, donde el pescado y los mariscos son protagonistas. Un plato emblemático es el Cozido das Furnas, un guiso de carne y vegetales cocido lentamente bajo tierra con el calor volcánico, una técnica culinaria única en el mundo.

Los quesos de la isla de São Jorge, el vino de Pico cultivado en suelos volcánicos y la piña de São Miguel, con su característico sabor dulce, son ejemplos de la riqueza gastronómica del archipiélago.

Lejos del turismo masivo, las Azores son un destino para quienes buscan desconectar y redescubrir la naturaleza en su estado más puro. Con su combinación de paisajes impresionantes, biodiversidad única y cultura acogedora, este archipiélago se presenta como un refugio idóneo para viajeros que desean vivir una experiencia auténtica y sostenible en medio del Atlántico.

Las cataratas de sangre, el río de hierro oculto bajo el hielo eterno

Redacción (Madrid)
Ubicadas en el Valle Taylor de la Antártida, las Cataratas de Sangre son una de las maravillas naturales más intrigantes del continente helado. Su característica más llamativa es el agua de un intenso color rojo que fluye desde el glaciar Taylor, un fenómeno que ha desconcertado a los científicos durante más de un siglo.

El origen de este fenómeno se debe a un ecosistema microbiano atrapado bajo el hielo durante millones de años. Hace aproximadamente dos millones de años, el glaciar cubrió un antiguo lago salado, aislando su agua del exterior. A medida que el hielo ejerce presión sobre el agua subterránea, esta se filtra a través de grietas y emerge en la superficie. La alta concentración de hierro en el agua, al entrar en contacto con el oxígeno, se oxida, generando el distintivo color rojizo similar al de la sangre.

Las condiciones extremas de las Cataratas de Sangre han convertido este lugar en un laboratorio natural para el estudio de la vida en ambientes extremos. Los microorganismos que habitan en el agua subsisten sin oxígeno ni luz solar, obteniendo energía de reacciones químicas basadas en el hierro y el azufre. Este descubrimiento ha despertado el interés de astrobiólogos, quienes ven en estas formas de vida una posible analogía con microorganismos que podrían existir en Marte o en lunas heladas como Europa y Encélado.

Además de su relevancia científica, las Cataratas de Sangre han alimentado numerosas leyendas y teorías especulativas. Antes de que se comprendiera el proceso químico detrás del fenómeno, algunos exploradores pensaban que el agua podía estar teñida por algas rojas o incluso por sustancias biológicas desconocidas.

El estudio de este ecosistema sigue en curso, y cada nueva investigación arroja datos sobre la capacidad de la vida para adaptarse a condiciones extremas. En un mundo cada vez más interesado en la exploración espacial, este rincón remoto de la Antártida ofrece pistas valiosas sobre la posibilidad de vida en otros planetas.

La gastronomía de República Dominicana, un banquete de sabores caribeños

Redacción (Madrid)


Si hay algo que define a la República Dominicana, además de sus playas paradisíacas y su gente cálida, es su rica y variada gastronomía. Este país caribeño posee una cocina vibrante, fruto del mestizaje entre las influencias taínas, africanas y españolas. Cada plato es un reflejo de su historia, de su geografía y de su identidad cultural.

Un recorrido por los sabores tradicionales

La base de la cocina dominicana radica en ingredientes esenciales como el arroz, los frijoles, el plátano, la yuca y las carnes, combinados con una sazón inconfundible. El plato más representativo es, sin duda, «La Bandera», una combinación de arroz blanco, habichuelas guisadas y carne (de res, pollo o cerdo), acompañada de ensalada y plátanos fritos. Su nombre no es casualidad: representa los colores de la bandera nacional y simboliza el alma del país en cada bocado.

Arroz dominicano, una delicia de la gastronomía dominicana, Lugares y Más

Otro clásico es el mangú, un puré de plátanos verdes majados con mantequilla, acompañado de los tradicionales tres golpes: queso frito, salami y huevo. Es el desayuno estrella del dominicano y una herencia directa de la influencia africana. En la costa, los mariscos y pescados frescos son protagonistas. El pescado frito con tostones, el locrio de camarones (una especie de paella criolla) y el asopao de mariscos son delicias que combinan la frescura del mar con el toque especiado característico de la isla.

Dulces y bebidas

El postre es otro punto fuerte de la gastronomía dominicana. El dulce de coco, el majarete (una especie de pudín de maíz con canela) y el bizcocho dominicano (con su inconfundible textura esponjosa y su cobertura de merengue) son ejemplos de la dulzura caribeña.
Para acompañar, nada mejor que un jugo natural de frutas tropicales como el chinola (maracuyá), el tamarindo o el guanábana. Y para quienes buscan una bebida con más carácter, el ron dominicano es un verdadero orgullo nacional, con marcas de prestigio internacional que han conquistado el mundo.

Más que comida, una experiencia cultural

Comer en República Dominicana no es solo satisfacer el hambre; es compartir, celebrar y vivir la identidad del país. Cada plato cuenta una historia y cada comida es una excusa para reunirse en familia o con amigos.
La cocina dominicana es la prueba de que la sencillez y la tradición pueden generar sabores inolvidables. Quien visite esta tierra caribeña no solo disfrutará de paisajes de ensueño, sino también de una gastronomía que conquista paladares con su autenticidad y sazón inigualable.

Los museos de Venecia, un viaje por la historia y el Arte

Redacción (Madrid)

Venecia, la ciudad de los canales, es mucho más que góndolas y paisajes románticos. Entre sus callejuelas y palacios centenarios, alberga una riqueza cultural incomparable que se refleja en sus museos, verdaderos tesoros que narran la historia de una ciudad que fue centro del comercio, el arte y el pensamiento europeo.

El Palazzo Ducale es el punto de partida ideal para entender la grandeza veneciana. Este imponente palacio gótico fue el corazón político de la República de Venecia y hoy exhibe frescos de Tintoretto, Veronese y Bellini. Su visita permite admirar la lujosa Sala del Maggior Consiglio y atravesar el famoso Puente de los Suspiros, que conecta el palacio con las antiguas prisiones.

A pocos pasos de la Plaza San Marcos, el Museo Correr ofrece una visión completa de la evolución de la ciudad, desde su fundación hasta la caída de la Serenísima. Su colección incluye mapas antiguos, esculturas neoclásicas de Antonio Canova y una impresionante pinacoteca que muestra la transformación artística veneciana a lo largo de los siglos.

Para los amantes del arte, la Galería de la Academia es una parada obligatoria. Este museo alberga una de las colecciones más importantes de pintura veneciana, con obras maestras de Tiziano, Giorgione y Carpaccio. Caminar por sus salas es sumergirse en el esplendor del Renacimiento y el Barroco italiano.

Quienes buscan un contraste con la tradición pueden visitar la Colección Peggy Guggenheim, un santuario del arte moderno ubicado en el Palazzo Venier dei Leoni, antigua residencia de la mecenas estadounidense. Aquí se encuentran obras de Picasso, Dalí, Pollock y Mondrian, estableciendo un fascinante diálogo entre el pasado y la vanguardia.

Venecia no solo brilla en la pintura y la escultura; también alberga museos temáticos únicos. El Museo del Vidrio en Murano revela los secretos de una de las artes más emblemáticas de la ciudad, mientras que el Museo del Encaje en Burano muestra la delicadeza de una tradición textil centenaria. Por otro lado, el Museo de Historia Natural, situado en el Fondaco dei Turchi, sorprende con sus colecciones de fósiles y especies marinas.

Visitar los museos de Venecia es una experiencia imprescindible para quienes desean comprender la esencia de esta ciudad única. Cada sala, cada pintura y cada escultura cuentan fragmentos de una historia de esplendor, comercio y creatividad sin igual. Pero más allá de sus museos, Venecia en sí misma es una obra de arte: sus calles, plazas e iglesias forman un museo vivo donde cada rincón guarda una historia por descubrir.

Para el viajero curioso, Venecia es mucho más que un destino turístico: es un viaje en el tiempo, un sueño de piedra y agua donde el arte y la historia se entrelazan en una danza eterna.

La gastronomía de Perú, un viaje sensorial por la cuna de los sabores andinos

Redacción (Madrid)


La cocina peruana es, sin duda, una de las más diversas y prestigiosas del mundo. Con una riqueza cultural que fusiona tradiciones prehispánicas, coloniales y contemporáneas, el Perú se ha convertido en un referente gastronómico global. Desde la frescura del ceviche hasta la complejidad del ají de gallina, cada plato es una expresión de historia, geografía y pasión culinaria.


El Perú cuenta con una biodiversidad envidiable: la costa, la sierra y la selva proveen ingredientes únicos que han dado forma a su cocina. El ceviche, plato insignia del país, refleja la frescura del océano Pacífico con su pescado marinado en limón y aderezado con ají, cebolla y cilantro. Mientras tanto, el lomo saltado, de influencia china, combina lo mejor de la carne y los vegetales con una sazón intensa que lo convierte en un favorito nacional. La sierra peruana nos regala delicias como la pachamanca, una cocción ancestral en horno de tierra que realza los sabores de las carnes y las papas andinas. Por otro lado, la selva amazónica sorprende con ingredientes exóticos como el paiche, un pescado de gran tamaño, o el camu camu, una fruta con altísimo contenido de vitamina C.

Un recorrido por los sabores de Perú

El boom de la cocina peruana


En los últimos años, la gastronomía peruana ha conquistado el mundo con chefs de renombre como Gastón Acurio, Virgilio Martínez y Mitsuharu Tsumura, quienes han llevado la tradición culinaria del país a los más altos estándares internacionales. Restaurantes como Central, Maido y Astrid & Gastón han figurado en la prestigiosa lista de «Los 50 Mejores Restaurantes del Mundo», poniendo a Perú en el mapa de la alta cocina.

Más que comida, una experiencia cultural

Degustar la comida peruana es sumergirse en una historia de mestizaje, innovación y tradición. Cada plato es un reflejo de siglos de intercambio cultural, desde los ingredientes de los incas hasta la influencia española, africana y asiática. La gastronomía peruana no solo alimenta el cuerpo, sino que cuenta una historia de identidad y orgullo nacional.
Si eres amante de la buena comida, Perú es un destino obligatorio. No se trata solo de comer, sino de experimentar una cocina que ha sabido evolucionar sin perder su esencia. Porque en Perú, la comida no es solo un placer, es un legado.

El Peine del Viento, la obra maestra de Chillida, una pieza sublime en la naturaleza

Redacción (Madrid)

Ubicado en la ciudad de San Sebastián, en el extremo occidental de la playa de Ondarreta, El Peine del Viento es una de las obras más icónicas del escultor Eduardo Chillida y un destino imprescindible para quienes visitan el País Vasco. Esta impresionante instalación artística, compuesta por tres grandes estructuras de acero incrustadas en las rocas, representa un diálogo entre el hombre, el arte y la naturaleza, convirtiéndose en un punto de referencia tanto cultural como turístico.

El Peine del Viento fue inaugurado en 1977 tras años de colaboración entre Chillida y el arquitecto Luis Peña Ganchegui, quien diseñó la plaza de acceso a la obra. La escultura simboliza la relación del ser humano con el entorno natural, en especial con el mar Cantábrico, cuyas olas golpean sin cesar las estructuras metálicas, generando un espectáculo de sonido y movimiento que varía con el clima y las estaciones.

El nombre de la obra sugiere la idea de “peinar el viento”, evocando una conexión poética con los elementos. Chillida, profundamente influenciado por la filosofía y la identidad vasca, buscaba integrar el arte con la naturaleza, permitiendo que sus esculturas dialogaran con el entorno de forma armónica y eterna.

Visitar El Peine del Viento es mucho más que admirar una escultura; es una experiencia multisensorial. El sonido del viento, el rugido de las olas rompiendo contra las rocas y la brisa marina crean un ambiente mágico e hipnótico. En los días de fuerte oleaje, el espectáculo es aún más sobrecogedor, con el agua salpicando los alrededores y los silbidos de los respiraderos de la plaza que fueron diseñados para interactuar con la fuerza del mar.

Este lugar invita a la contemplación y la reflexión. Muchos turistas y locales se sientan en las rocas para observar el horizonte, sentir la energía del Cantábrico y dejarse envolver por la atmósfera especial que emana de la obra. Además, es un sitio ideal para la fotografía, ya que el contraste entre el óxido del acero, el azul del mar y el gris de las rocas ofrece una imagen poderosa y evocadora.

El Peine del Viento se encuentra al final de la bahía de La Concha, accesible a pie desde el centro de San Sebastián mediante un agradable paseo por la playa de Ondarreta. También se puede llegar en transporte público o en bicicleta, una opción cada vez más popular entre los visitantes.

El mejor momento para visitarlo depende de la experiencia que se busque. En los días soleados, la vista es espectacular y el ambiente tranquilo, ideal para una visita relajada. Sin embargo, en los días de tormenta, la fuerza del mar ofrece una experiencia mucho más intensa y sobrecogedora.

El Peine del Viento es más que una escultura: es un símbolo de la identidad vasca y una obra que invita a la interacción entre el arte y la naturaleza. Su ubicación privilegiada, su historia y su impacto sensorial lo convierten en una parada obligatoria para cualquier visitante de San Sebastián. Tanto si se busca inspiración artística como un momento de conexión con el entorno, este rincón del Cantábrico nunca deja indiferente a quienes tienen la suerte de descubrirlo.

Paracas, el lugar oculto que brilla en Perú

Redacción (Madrid)
Paracas, ubicado en la región de Ica, es un destino que combina historia, cultura y naturaleza. Su nombre proviene del quechua y significa “lluvia de arena”, en referencia a los fuertes vientos que caracterizan la zona.

La cultura Paracas se desarrolló entre los años 700 a.C. y 200 d.C., destacando por su arte textil, sus fardos funerarios y las trepanaciones craneanas. Los mantos Paracas, elaborados con lana de camélidos y algodón, son considerados entre los más sofisticados del mundo antiguo.

La Reserva Nacional de Paracas, con más de 335,000 hectáreas, protege ecosistemas marinos y desérticos. Entre sus habitantes destacan lobos marinos, pingüinos de Humboldt y flamencos. La Playa Roja, con su arena rojiza, es uno de sus paisajes más fotografiados.

Las Islas Ballestas, conocidas como las “Galápagos peruanas”, albergan colonias de lobos marinos, delfines y diversas aves marinas. Desde el mar se puede observar el Candelabro de Paracas, un geoglifo de origen desconocido grabado en una colina de arena.

El turismo en Paracas ofrece paseos en bote, deportes acuáticos y recorridos en el desierto. Los hoteles y restaurantes locales brindan experiencias gastronómicas con platos a base de mariscos y productos de la costa peruana.

Paracas es un destino que combina historia preincaica, biodiversidad y paisajes impresionantes, atrayendo a viajeros de todo el mundo.

El Carnaval de Venecia, historia, tradición y esplendor

Redacción (Madrid)

El Carnaval de Venecia es uno de los eventos más emblemáticos y espectaculares del mundo. Con su historia centenaria, sus icónicas máscaras y su ambiente de ensueño, esta celebración atrae a miles de visitantes cada año a la ciudad de los canales.

Historia del Carnaval de Venecia

El origen del Carnaval de Venecia se remonta al siglo XI, pero fue en el siglo XVIII cuando alcanzó su máximo esplendor. Se dice que la fiesta nació como una forma de dar un respiro a la sociedad veneciana, permitiendo que por unos días todas las clases sociales se mezclaran bajo el anonimato de las máscaras. En 1797, con la caída de la República de Venecia y la llegada de Napoleón, el carnaval fue prohibido por temor a conspiraciones. No fue hasta 1979 cuando la tradición se recuperó oficialmente, convirtiéndose en la celebración mundialmente famosa que conocemos hoy.

Máscaras de Venecia, el símbolo de la llegada del carnaval, Lugares y Más

Las Máscaras

Uno de los elementos más característicos del carnaval son las máscaras venecianas. Estas se usaban en la antigüedad para permitir la libertad de expresión y el anonimato. Algunos de los modelos más famosos incluyen:

Bauta: Una máscara blanca acompañada de una capa y un sombrero tricornio, que permitía hablar, comer y beber sin quitarla.

Moretta: De color negro y ovalada, era usada principalmente por mujeres y se sujetaba con un botón entre los dientes.

Medico della peste: Con su distintivo pico largo, originalmente era usada por médicos para protegerse de enfermedades.

Eventos y actividades

Durante las dos semanas que dura el carnaval, Venecia se llena de desfiles, bailes de máscaras y espectáculos al aire libre. Algunos de los eventos más destacados incluyen:

Vuelo del ángel: Un espectáculo en el que una persona desciende desde el campanario de San Marcos hasta la plaza.

Concurso de la mejor máscara: Un certamen donde los participantes muestran sus disfraces más elaborados.

Fiestas privadas y bailes de época: Eventos exclusivos en los palacios venecianos, evocando la atmósfera de la nobleza del siglo XVIII.