Los mercados navideños imperdibles en Estados Unidos

Tamara Cotero

La temporada navideña transforma ciudades en Estados Unidos con luces, música y aromas que evocan la magia de la Navidad. Uno de los aspectos más encantadores de estas festividades son los mercados navideños, donde puedes encontrar decoraciones únicas, regalos artesanales, y disfrutar de delicias de temporada. Desde tradicionales mercados inspirados en Europa hasta opciones modernas, estos son algunos de los mercados navideños que no puedes perderte en Estados Unidos.


Christkindlmarket – Chicago, Illinois

Inspirado en los mercados tradicionales alemanes, el Christkindlmarket de Chicago es uno de los mercados navideños más populares en Estados Unidos. Situado en Daley Plaza, este mercado presenta puestos de madera que ofrecen productos artesanales, adornos navideños de vidrio, juguetes hechos a mano y auténtica comida alemana como bratwurst y pretzels.

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Square Holiday Market – Nueva York

Nueva York es sinónimo de magia navideña, y el Union Square Holiday Market es una de las mejores opciones para disfrutarla. Este mercado al aire libre en Manhattan cuenta con más de 150 vendedores que ofrecen artesanías, joyería, ropa, arte y comida gourmet.

Dnver Christkindlmarket – Denver, Colorado

Denver acoge un encantador mercado navideño alemán en el centro de la ciudad. El Christkindlmarket ofrece una experiencia auténtica con música en vivo, decoraciones festivas y productos tradicionales como adornos de madera, cerámica pintada a mano y dulces alemanes.

Great Dickens Christmas Fair – San Francisco, California

Aunque no es un mercado navideño tradicional, el Great Dickens Christmas Fair en San Francisco es una experiencia inmersiva única. Inspirado en la Inglaterra victoriana de Charles Dickens, este evento recrea calles del siglo XIX con tiendas, artesanos, artistas callejeros y comida de la época.


El mágico Lago di Braies, un tesoro en el corazón de los Dolomitas

Redacción (Madrid)

Ubicado en el corazón de los Dolomitas italianos, el Pragser Wildsee, conocido también como el Lago di Braies, es un destino de ensueño que atrae a visitantes de todo el mundo. Este lago alpino, rodeado por imponentes montañas y un ambiente de cuento de hadas, se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados y deseados para quienes buscan conectar con la naturaleza en su estado más puro.

El Pragser Wildsee es conocido por sus aguas cristalinas de un color turquesa vibrante que reflejan a la perfección el cielo y las montañas circundantes. Este lago glaciar, situado a 1.496 metros sobre el nivel del mar, está rodeado por densos bosques y los picos irregulares de los Dolomitas, lo que lo convierte en un lugar único e inolvidable.

Durante el verano, el lago se convierte en un espejo de la naturaleza, ideal para paseos en barco y caminatas. En invierno, cuando se congela, se transforma en un paraíso nevado, perfecto para actividades como el patinaje o simplemente disfrutar de la paz que ofrece este entorno.

El Pragser Wildsee es un punto de partida ideal para los amantes del senderismo y la aventura. Uno de los senderos más populares es el que rodea el lago, un recorrido sencillo y accesible de unos 4 kilómetros que ofrece vistas panorámicas en cada paso.

Para los más aventureros, el lago sirve como punto de inicio para explorar el Parque Natural Fanes-Sennes-Braies, una reserva natural repleta de rutas montañosas, cañones y praderas alpinas. Caminatas hacia la Croda del Becco (Seekofel), el icónico pico que domina el lago, recompensan a los excursionistas con vistas espectaculares.

El Pragser Wildsee no solo destaca por su belleza natural, sino también por las leyendas que lo rodean. Según la tradición local, el lago es la puerta de entrada al misterioso Reino de Fanes, un reino mitológico mencionado en las historias ladinas de los Dolomitas. Este aire de misterio y magia añade un atractivo especial al lugar, haciéndolo aún más encantador para los visitantes.

Además, el lago se ha hecho famoso gracias a la serie de televisión italiana «Un passo dal cielo», lo que ha incrementado su popularidad y ha consolidado su lugar como un destino imprescindible en la región.

La región que rodea al Pragser Wildsee está salpicada de encantadores hoteles, refugios y cabañas que ofrecen una experiencia auténtica de los Alpes. Muchos alojamientos están diseñados al estilo tirolés, con madera y piedra que evocan una calidez rústica.

La gastronomía de la zona es igualmente destacable. Los visitantes pueden disfrutar de platos tradicionales como el Speck (jamón ahumado), las Knödel (albóndigas de pan) y el delicioso Strudel de manzana. Estas especialidades, acompañadas de una copa de vino local o una cerveza artesanal, son el complemento perfecto para un día en el lago.

Cada estación del año aporta una belleza única al Pragser Wildsee. En primavera y verano, las flores silvestres y los verdes paisajes realzan su encanto, mientras que el otoño tiñe los alrededores con tonos dorados y rojizos. En invierno, el lago y sus alrededores se cubren de nieve, creando un escenario digno de una postal navideña.

El Pragser Wildsee es mucho más que un lago; es una experiencia que combina la majestuosidad de la naturaleza con la serenidad de un entorno que parece detenido en el tiempo. Sus aguas turquesas, sus leyendas y su conexión con los Dolomitas lo convierten en un destino ideal para quienes buscan belleza, aventura y paz.

Visitar el Pragser Wildsee es un recordatorio de la grandeza de la naturaleza y una invitación a desconectar del bullicio del mundo moderno. Es un rincón del planeta que, una vez descubierto, queda grabado para siempre en el corazón del viajero.

Morro de São Paulo, un rincón paradisíaco en Bahía, Brasil

Redacción (Madrid)
Ubicado en la isla de Tinharé, en el estado de Bahía, Morro de São Paulo es un destino que combina playas idílicas, una rica historia colonial y una vibrante atmósfera tropical. Este lugar es perfecto para quienes desean desconectarse de la rutina y disfrutar de un entorno natural único, repleto de tranquilidad y diversión.

Lo primero que llama la atención de este encantador pueblo es su peculiaridad: aquí no hay automóviles. Las calles están diseñadas para recorrerlas a pie, lo que crea una atmósfera serena y libre de estrés. Al llegar, los visitantes son recibidos por un pintoresco puerto que da acceso a un entramado de calles empedradas, flanqueadas por casas de colores vivos, tiendas de artesanía y pequeños cafés que invitan a relajarse.

Las playas son el gran atractivo de Morro de São Paulo y cada una tiene su propia personalidad. Algunas ofrecen un ambiente animado, con bares y restaurantes que se llenan de música y alegría al caer la noche. Otras, más alejadas, están rodeadas de una naturaleza casi virgen, con aguas cristalinas ideales para practicar snorkel o simplemente relajarse en la arena. Además de las playas, los manglares y los arrecifes forman un ecosistema diverso que sorprende a los amantes de la biodiversidad.

Las actividades en Morro de São Paulo son tan variadas como sus paisajes. Desde emocionantes tirolesas y paseos en lancha hasta caminatas ecológicas por senderos que atraviesan la isla, hay algo para todos los gustos. Entre las opciones más populares se encuentra una visita al faro, un punto estratégico que ofrece vistas panorámicas espectaculares. Este es también uno de los mejores lugares para disfrutar de los famosos atardeceres, donde el cielo se tiñe de tonos rosados y anaranjados que parecen sacados de un cuadro.

La historia de la isla añade una capa de fascinación. Fundada en el siglo XVI por los portugueses, aún conserva vestigios de su pasado colonial. El Fuerte de Tapirandú, construido para defender la bahía de invasores, es un recordatorio de aquella época y se ha convertido en un atractivo turístico. Pasear por sus ruinas mientras la brisa marina sopla suavemente es una experiencia que transporta al visitante a otra época.

La gastronomía es otro de los grandes placeres de Morro de São Paulo. Con una fuerte influencia afrobrasileña, la cocina local se caracteriza por platos llenos de sabor, como la moqueca, un guiso de pescado con leche de coco, o el acarajé, una delicia hecha a base de frijol y camarones. Los restaurantes, tanto los más sofisticados como los humildes puestos callejeros, ofrecen una muestra auténtica de los sabores de Bahía.

Un paseo por las llanuras bélicas y paramos de asceta de España, el paisaje campestre de Castilla y León

Redacción (Madrid)

En el corazón de la Península Ibérica, el paisaje campestre de Castilla se extiende como un vasto tapiz de tierras doradas, ondulantes colinas y cielos infinitos. Este territorio, que abarca las regiones de Castilla y León y Castilla-La Mancha, no solo es un testimonio de la historia de España, sino también un refugio de tranquilidad y belleza natural. Viajar por los paisajes castellanos es adentrarse en la esencia más pura del país, donde la naturaleza, la tradición y la cultura se entrelazan en perfecta armonía.

El paisaje campestre de Castilla es inconfundible. Los extensos campos de trigo y cebada dominan el territorio, creando un mar de tonos ocres que se transforman con cada estación. En primavera, las flores silvestres añaden pinceladas de color, mientras que en verano, los campos dorados brillan bajo el sol abrasador.

En las llanuras se alzan majestuosos los viñedos y olivares, especialmente en La Mancha, la mayor región vinícola de España. Aquí, la tierra se mezcla con la tradición, produciendo vinos como el afamado Tempranillo o el característico queso manchego.

El paisaje campestre de Castilla está salpicado de colinas coronadas por castillos medievales, testigos de la rica historia de la Reconquista y la época feudal. Fortalezas como el castillo de Peñafiel o el castillo de Belmonte no solo dominan el horizonte, sino que también narran historias de caballeros, batallas y conquistas.

En La Mancha, los molinos de viento que inspiraron las aventuras de Don Quijote se alzan como guardianes del pasado. Los pueblos blancos que los rodean, como Consuegra y Campo de Criptana, ofrecen al visitante una ventana a la España más tradicional, donde el tiempo parece haberse detenido.

Más allá de los campos cultivados, el paisaje campestre de Castilla cuenta con espacios naturales de una belleza sobrecogedora. Los Picos de Urbión y la Sierra de Gredos, en Castilla y León, ofrecen montañas escarpadas, lagunas glaciares y senderos ideales para los amantes del senderismo y la observación de aves.

En Castilla-La Mancha, el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera son oasis de biodiversidad. Estos humedales y lagunas cristalinas albergan una rica variedad de flora y fauna, ofreciendo a los visitantes una conexión directa con la naturaleza.

El paisaje castellano no solo cautiva por su belleza natural, sino también por su riqueza cultural. Los pequeños pueblos que salpican la región, con sus casas de piedra y plazas empedradas, son un reflejo de las tradiciones españolas más auténticas. Festividades como la Semana Santa de Zamora o las fiestas de San Isidro en Toledo muestran el fervor religioso y la alegría popular que caracteriza a esta tierra.

La gastronomía es otra joya del paisaje castellano. Desde el cochinillo asado de Segovia hasta el pisto manchego, los sabores de la región son un homenaje a los productos de la tierra y a las recetas transmitidas de generación en generación.

El paisaje campestre de Castilla es más que un destino: es una experiencia que toca el alma. Sus llanuras infinitas, sus castillos que parecen salidos de un cuento y sus tradiciones vivas invitan al viajero a desconectar del bullicio moderno y a sumergirse en la serenidad de la vida rural.

Viajar por Castilla es descubrir una España auténtica y esencial, donde cada rincón cuenta una historia y cada paisaje despierta emociones. Para quienes buscan belleza, cultura y paz, el paisaje campestre castellano es un regalo que nunca se olvida.

La estación terminal Chhatrapati Shivaji, un ícono histórico y cultural de Mumbai

Redacción (Madrid)

En el corazón de Mumbai, la ciudad que nunca duerme, se alza la imponente Estación Terminal Chhatrapati Shivaji Maharaj (CST), un testimonio fascinante de la riqueza cultural, histórica y arquitectónica de la India. Reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2004, esta estación es mucho más que un centro de transporte: es un símbolo de la conexión entre Oriente y Occidente y una obra maestra que combina funcionalidad y belleza.

La CST, originalmente llamada Estación Victoria en honor a la Reina Victoria del Imperio Británico, fue diseñada por el arquitecto británico Frederick William Stevens y completada en 1888. Su diseño es una espectacular fusión del estilo gótico victoriano europeo y las tradiciones arquitectónicas indias.

Las cúpulas, arcos y vidrieras coloridas evocan la grandeza de la arquitectura británica.

Los detalles ornamentales incluyen esculturas de animales y flora típicos de la India, creando una mezcla cultural única.

La estación está coronada por una cúpula central de piedra, que simboliza la unión de culturas y la modernidad de la época.

La CST no solo es un monumento histórico, sino también uno de los centros de transporte más activos del mundo. Cada día, más de 3 millones de personas transitan por sus plataformas, convirtiéndola en un símbolo de la vida diaria en Mumbai. Desde trenes locales que conectan a los trabajadores de la ciudad hasta trenes de larga distancia que unen a Mumbai con el resto de la India, la CST es un testimonio del dinamismo y la conectividad del país.

Recorrer la CST es como viajar en el tiempo. Los visitantes pueden explorar su rica historia a través de sus pasillos, donde aún resuenan los ecos de la época colonial. Además, la oficina del Ferrocarril Central, situada dentro de la estación, alberga un museo que narra la evolución del sistema ferroviario indio, considerado uno de los más extensos y antiguos del mundo.

La CST también ha sido escenario de importantes acontecimientos históricos, desde la época del Raj británico hasta la independencia de la India. Más recientemente, en 2008, la estación fue uno de los lugares afectados durante los atentados de Mumbai, un recordatorio de su papel central en la vida de la ciudad.

La CST es un paraíso para los amantes de la arquitectura y la fotografía. Su fachada iluminada por la noche crea un espectáculo mágico, y los detalles intrincados de su diseño ofrecen infinitas oportunidades para capturar su grandeza. Además, la estación está estratégicamente ubicada cerca de otras atracciones icónicas de Mumbai, como el Gateway of India y el Marine Drive, lo que la convierte en un punto de partida ideal para explorar la ciudad.

La CST ha trascendido su función como estación de tren para convertirse en un ícono cultural. Ha aparecido en numerosas películas de Bollywood, incluida la famosa escena de baile de la película Slumdog Millionaire, que ayudó a llevar su belleza a una audiencia global.

La Estación Terminal Chhatrapati Shivaji Maharaj es mucho más que un edificio: es un reflejo de la historia, la cultura y la resiliencia de Mumbai y la India. Con su magnífica arquitectura, su vibrante energía y su relevancia histórica, la CST es una parada obligatoria para cualquier visitante que desee sumergirse en la esencia de esta metrópolis única.

Visitar la CST es una experiencia que combina la grandeza del pasado con la vitalidad del presente, mostrando por qué Mumbai es una ciudad de contrastes y maravillas infinitas.

El MARQ, un viaje al pasado en el corazón de Alicante

Redacción (Madrid)

Enclavado en la vibrante ciudad de Alicante, el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) es un tesoro cultural que combina historia, tecnología y emoción para ofrecer a sus visitantes una experiencia única. Este museo, reconocido internacionalmente, es un destino imperdible para quienes desean explorar el pasado mientras disfrutan de una presentación moderna y accesible.

El MARQ, inaugurado en 1932 y renovado completamente en 2000, ha sido galardonado como el Mejor Museo Europeo del Año en 2004. Lo que lo distingue es su enfoque innovador en la arqueología. En lugar de ser un museo tradicional, el MARQ utiliza tecnología interactiva, reconstrucciones visuales y entornos inmersivos para transportar a los visitantes a diferentes épocas de la historia. Es un espacio donde la arqueología se vive, se siente y se experimenta.

El museo está dividido en tres áreas temáticas principales:

Prehistoria: Esta sección muestra los primeros asentamientos humanos en la región, destacando herramientas de piedra, cerámica y arte rupestre.

Edad Antigua: Aquí se exploran las influencias de las civilizaciones ibéricas, romanas y fenicias, con piezas como mosaicos, esculturas y joyas.

Edad Media y Moderna: Desde el periodo islámico hasta la conquista cristiana, esta sección narra la transformación de Alicante a lo largo de los siglos.

Además de las salas permanentes, el MARQ cuenta con exposiciones temporales que atraen a visitantes de todo el mundo. Estas exhibiciones han abarcado desde culturas precolombinas hasta tesoros del antiguo Egipto.

El MARQ no solo se limita al edificio del museo, sino que también incluye visitas a yacimientos arqueológicos cercanos, como:

El Tossal de Manises (Lucentum): La antigua ciudad romana que dio origen a Alicante.

La Illeta dels Banyets: Un enclave ibérico y romano con restos de viviendas, templos y salinas.

El Castillo de Santa Bárbara: Una fortaleza medieval situada en el corazón de Alicante, que ofrece vistas espectaculares y una conexión con la historia local.

Estas visitas complementan la experiencia del MARQ al permitir que los visitantes vean in situ los lugares que dieron forma a la historia de la región.

El MARQ es ideal tanto para expertos en arqueología como para familias y estudiantes. Sus recursos multimedia, actividades educativas y talleres interactivos lo convierten en un lugar accesible y emocionante para todas las edades. Los niños pueden disfrutar de programas diseñados para estimular su curiosidad, mientras que los adultos se maravillan con la riqueza cultural presentada de manera innovadora.

El MARQ es más que un museo; es un puente entre el pasado y el presente. Con su combinación de tecnología, rigor histórico y pasión por la arqueología, invita a los visitantes a explorar y entender las raíces de Alicante y su importancia en la historia del Mediterráneo.

Visitar el MARQ no solo es una lección de historia, sino también una experiencia que enriquece la mente y el espíritu. Si alguna vez estás en Alicante, este museo es una parada obligatoria para sumergirte en el fascinante mundo de la arqueología y la cultura mediterránea.

La magia de la navidad en Ámsterdam, una atmósfera única en Europa

Redacción (Madrid)

Ámsterdam, conocida por sus canales históricos y su vibrante cultura, se transforma durante la Navidad en un destino de ensueño lleno de luces, mercados festivos y una atmósfera mágica. Desde finales de noviembre hasta principios de enero, la capital holandesa ofrece una experiencia navideña única que combina tradición, creatividad y encanto europeo, convirtiéndola en un lugar ideal para celebrar las fiestas.

La Navidad en Ámsterdam no estaría completa sin el espectacular Festival de Luces de Ámsterdam. Durante esta celebración, los canales y calles se iluminan con impresionantes instalaciones artísticas creadas por diseñadores de todo el mundo. Estas obras de arte, distribuidas a lo largo de los canales, ofrecen una forma mágica de explorar la ciudad, ya sea caminando, en bicicleta o a bordo de un crucero nocturno. La combinación de las luces reflejadas en el agua y la arquitectura histórica crea un espectáculo visual inolvidable.

Los mercados navideños son una parte esencial de la experiencia navideña en Ámsterdam. El más famoso es el mercado de Navidad en Museumplein, donde se encuentra una pista de patinaje sobre hielo rodeada de casetas decoradas que venden regalos artesanales, dulces tradicionales y vino caliente (glühwein). Otro mercado popular es el de De Hallen, conocido por su estilo contemporáneo y su oferta gastronómica internacional. Estos mercados son el lugar perfecto para disfrutar de delicias como los stroopwafels (gofres rellenos de caramelo), las galletas de jengibre y las oliebollen, unas deliciosas bolas de masa frita.

El patinaje sobre hielo es una actividad clásica durante la Navidad en Ámsterdam. Las pistas más emblemáticas se encuentran en Museumplein, con vistas a los grandes museos como el Rijksmuseum, y en Rembrandtplein, rodeada de luces y decoraciones festivas. Estas pistas no solo ofrecen diversión para todas las edades, sino que también permiten sumergirse en la tradición holandesa de disfrutar del hielo durante el invierno.

Durante la Navidad, las calles de Ámsterdam se visten de gala con luces y decoraciones que crean una atmósfera cálida y acogedora. Las zonas comerciales, como Kalverstraat y De Negen Straatjes, son ideales para encontrar regalos únicos y disfrutar de la arquitectura iluminada. Los escaparates de las tiendas, cuidadosamente decorados, son un espectáculo en sí mismos, llenos de creatividad y espíritu navideño.

Ámsterdam también es un destino cultural durante la Navidad. Las iglesias históricas, como la Iglesia Vieja (Oude Kerk) y la Iglesia del Oeste (Westerkerk), ofrecen conciertos de música clásica y coros navideños que resuenan en un ambiente solemne y mágico. Además, los museos de la ciudad, como el Rijksmuseum o el Museo Van Gogh, son perfectos para disfrutar de una escapada cultural mientras te refugias del frío.

La Navidad en Ámsterdam es mucho más que luces y decoraciones; es una experiencia que combina la calidez de las tradiciones con el dinamismo y la creatividad de una ciudad moderna. Con sus canales iluminados, mercados vibrantes y actividades culturales, Ámsterdam se convierte en el escenario perfecto para celebrar la temporada más mágica del año.

Visitar Ámsterdam en Navidad es adentrarse en un cuento de hadas donde cada rincón te invita a disfrutar del espíritu festivo en su máxima expresión. Si buscas un destino navideño que combine historia, arte y magia, Ámsterdam es el lugar ideal para vivir unas fiestas inolvidables.

Bled, una de las maravillas naturales y culturales más emblemáticas de Eslovenia

Redacción (Marid)

Ubicada en el corazón de los Alpes Julianos, Bled es una de las maravillas naturales y culturales más emblemáticas de Eslovenia. Con su impresionante lago glaciar, la isla pintoresca y un castillo medieval que se alza sobre un acantilado, Bled ofrece a los visitantes una experiencia única que combina paisajes idílicos, historia rica y actividades recreativas durante todo el año.

El Lago de Bled, de aguas cristalinas color turquesa, es la atracción principal del destino. Sus orillas están rodeadas de frondosos bosques y montañas que crean un ambiente mágico. En el centro del lago se encuentra la Isla de Bled, famosa por la iglesia barroca de la Asunción, que data del siglo XVII. Para llegar a la isla, los visitantes pueden abordar una pletna, una embarcación tradicional similar a una góndola. Una vez allí, la tradición sugiere que los visitantes suban los 99 escalones que conducen a la iglesia y hagan sonar la campana de los deseos, una experiencia simbólica y romántica.

Dominando el paisaje desde un acantilado de 130 metros de altura, el Castillo de Bled es el castillo más antiguo de Eslovenia, con más de mil años de historia. Esta fortaleza medieval ofrece a los visitantes vistas espectaculares del lago y los Alpes circundantes. Dentro del castillo, los turistas pueden explorar un museo histórico, una imprenta antigua y disfrutar de la gastronomía local en el restaurante con terraza panorámica.

Bled no es solo un destino de contemplación, sino también un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre. Durante el verano, el lago invita a nadar, remar o practicar stand-up paddle. Los senderos alrededor del lago y del cercano Parque Nacional de Triglav son perfectos para caminatas y ciclismo. En invierno, Bled se transforma en un destino encantado con paisajes nevados, ideal para patinaje sobre hielo y esquí en las estaciones cercanas.

La cultura local en Bled está impregnada de hospitalidad y tradiciones. Un viaje no estaría completo sin probar la famosa kremna rezina o «tarta de crema de Bled», un delicioso postre hecho de hojaldre, crema pastelera y nata. Además, los restaurantes locales ofrecen platos tradicionales eslovenos como el potica, un pastel relleno de nueces, y carnes a la parrilla acompañadas de vinos regionales.

Bled es un rincón de Eslovenia que parece sacado de un cuento de hadas. Ya sea por su lago de ensueño, su historia viva o sus actividades al aire libre, Bled cautiva a cada visitante con su belleza natural y atmósfera serena. Es un destino ideal tanto para quienes buscan una escapada romántica como para aventureros que desean explorar paisajes alpinos incomparables.

Si alguna vez sueñas con un lugar donde la naturaleza y la historia se encuentran en perfecta armonía, Bled te espera con los brazos abiertos.

La magia de la Navidad en la encantadora provincia de Quebec, Canada

Redacción (Madrid)

Quebec, la encantadora provincia francófona de Canadá, se transforma durante la Navidad en un escenario digno de cuentos de hadas. La ciudad de Quebec, en particular, brilla con una magia inigualable que atrae a viajeros de todo el mundo en busca de una experiencia festiva auténtica y mágica. Con su arquitectura histórica, paisajes nevados y tradiciones entrañables, Quebec ofrece una Navidad inolvidable que combina el espíritu festivo con el encanto del invierno canadiense.

La ciudad de Quebec, con su casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se viste de gala durante la temporada navideña. Sus calles adoquinadas, bordeadas de casas históricas y tiendas decoradas con luces y guirnaldas, evocan una atmósfera mágica que parece sacada de un libro de Charles Dickens.

El Petit Champlain, uno de los barrios más antiguos de Norteamérica, es especialmente encantador en esta época del año. Sus pequeñas boutiques, cafés acogedores y mercados navideños son ideales para pasear, comprar regalos únicos y disfrutar de un chocolate caliente mientras la nieve cae suavemente.

La Navidad en Quebec está profundamente influenciada por las tradiciones francesas y canadienses, lo que la convierte en una mezcla única de costumbres. Los mercados navideños, como el Marché de Noël Allemand, ofrecen productos artesanales, decoraciones y deliciosas comidas tradicionales, como el tourtière (pastel de carne) y la poutine, con un toque navideño.

La Misa de Gallo, celebrada en iglesias históricas como la Basílica de Notre-Dame de Quebec, es una tradición que reúne a locales y visitantes para celebrar la espiritualidad de la temporada. Después de la misa, es común disfrutar de un festín nocturno con familia y amigos, una costumbre conocida como Réveillon.

El invierno en Quebec ofrece una amplia gama de actividades al aire libre que complementan perfectamente la experiencia navideña. Patinar sobre hielo en lugares emblemáticos como la Plaza D’Youville es una actividad popular tanto para locales como para turistas. Los más aventureros pueden disfrutar de paseos en trineos tirados por perros, raquetas de nieve y esquí en los alrededores de la ciudad.

Otro punto destacado es el Hotel de Hielo (Hôtel de Glace), un espectacular edificio hecho completamente de hielo y nieve. Aunque se encuentra a unos minutos de la ciudad, su visita es imprescindible para quienes desean experimentar una noche mágica y única.

Durante la Navidad, el icónico Château Frontenac, considerado el hotel más fotografiado del mundo, se convierte en el corazón de las celebraciones. Este majestuoso edificio, que domina el horizonte de Quebec, organiza eventos especiales, cenas navideñas y actividades para toda la familia. Su decoración festiva y su ambiente acogedor lo convierten en un lugar ideal para disfrutar de la temporada.

Además, el Toboggan Slide Au 1884, ubicado cerca del hotel, ofrece una emocionante experiencia para los visitantes. Deslizarse por esta antigua pista de trineo con vistas al río San Lorenzo es una tradición navideña que no debe perderse.

La Navidad en Quebec no estaría completa sin las espectaculares iluminaciones que adornan la ciudad. Desde las decoraciones del Petit Champlain hasta los árboles resplandecientes del Parque de las Planicies de Abraham, cada rincón brilla con el espíritu festivo.

Por la noche, pasear por las calles iluminadas o tomar un carruaje tirado por caballos es una forma romántica y nostálgica de disfrutar la magia navideña. Además, eventos como el Carnaval de Invierno, que se celebra en enero, prolongan la alegría festiva con desfiles, esculturas de hielo y actividades tradicionales.

Pasar una Navidad en Quebec es sumergirse en una experiencia que combina la calidez de las tradiciones con la belleza de un invierno blanco. Desde su arquitectura histórica y mercados festivos hasta sus emocionantes actividades al aire libre, esta ciudad ofrece un entorno único para celebrar la temporada más mágica del año.

La Navidad en Quebec no solo es una festividad, es un viaje a un mundo lleno de luz, nieve y alegría, donde el espíritu de la temporada se vive en cada rincón. Para quienes buscan una Navidad inolvidable, Quebec es, sin duda, un destino que captura la esencia de esta época especial y la lleva a un nivel de ensueño.

La puerta del mundo, uno de los destinos más fascinantes de América Latina, Ciudad de Panamá

Redacción (Madrid)

La Ciudad de Panamá, capital de Panamá y uno de los destinos más fascinantes de América Latina, combina un vibrante pasado histórico con un futuro prometedor. Este dinámico centro urbano es mucho más que un punto de tránsito; es un lugar donde la modernidad se encuentra con la tradición, rodeado por un entorno natural que lo convierte en un destino turístico único en su tipo.

Fundada en 1519, la Ciudad de Panamá es la primera ciudad europea establecida en la costa del Pacífico de América. Uno de sus mayores tesoros históricos es Panamá Viejo, el sitio arqueológico de la primera ciudad, que fue destruida en 1671 por el pirata Henry Morgan. Hoy, los visitantes pueden recorrer las ruinas de iglesias, conventos y casas coloniales, mientras se imaginan cómo era la vida en esta ciudad hace siglos.

Después de la destrucción de Panamá Viejo, la ciudad fue reconstruida en lo que hoy se conoce como el Casco Antiguo. Este barrio histórico es una joya arquitectónica que combina estilos coloniales, neoclásicos y art déco. Pasear por sus calles empedradas es como viajar en el tiempo, con lugares emblemáticos como la Catedral Metropolitana, el Teatro Nacional y el Palacio Presidencial. Además, el Casco Antiguo está lleno de cafés, restaurantes y tiendas que ofrecen lo mejor de la cultura panameña.

Uno de los mayores atractivos turísticos de la Ciudad de Panamá es el Canal de Panamá, una de las obras de ingeniería más importantes del mundo. Este canal, que conecta los océanos Atlántico y Pacífico, no solo es un pilar del comercio global, sino también un símbolo de la capacidad humana para superar desafíos.

El Centro de Visitantes de Miraflores permite a los turistas observar de cerca el funcionamiento de las esclusas, mientras aprenden sobre la historia y el impacto del canal. También se puede disfrutar de una experiencia única navegando por el canal, una actividad que brinda una perspectiva completamente diferente de esta maravilla.

La Ciudad de Panamá es también una metrópolis moderna, con rascacielos que dominan el horizonte y una vida nocturna vibrante. El distrito financiero es un reflejo del auge económico del país, mientras que áreas como Punta Pacífica y Costa del Este muestran un desarrollo urbano de vanguardia.

El Cinta Costera, una avenida peatonal junto al mar, es perfecta para caminar, correr o andar en bicicleta, mientras se disfruta de vistas espectaculares del océano y el skyline de la ciudad. Esta zona también conecta con el Casco Antiguo, lo que facilita la exploración de los contrastes arquitectónicos y culturales de la ciudad.

A pesar de su modernidad, la Ciudad de Panamá está rodeada de naturaleza. A pocos minutos del centro, el Parque Natural Metropolitano ofrece la oportunidad de disfrutar de la biodiversidad tropical. Los senderos del parque permiten observar monos, aves y otros animales en su hábitat natural, así como disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad.

Otra joya cercana es la Calzada de Amador, un conjunto de islas conectadas por un camino rodeado de mar. Aquí se puede pasear, disfrutar de restaurantes frente al mar o visitar el Biomuseo, diseñado por el renombrado arquitecto Frank Gehry, que ofrece una visión fascinante de la biodiversidad panameña.

La gastronomía de la Ciudad de Panamá es una deliciosa mezcla de sabores caribeños, afroantillanos y europeos. Desde ceviches frescos en el Mercado de Mariscos hasta platos tradicionales como el sancocho o el arroz con pollo, la ciudad satisface todos los paladares.

Además, la ciudad celebra su cultura a través de eventos y festivales. El Festival Internacional de Cine de Panamá y los carnavales son solo algunos de los momentos destacados del calendario cultural de la capital.

La Ciudad de Panamá es un destino que lo tiene todo: historia, modernidad, cultura y naturaleza. Su rica mezcla de pasado y presente, junto con su posición estratégica como centro global, la convierten en un lugar único para visitar.

Explorar la Ciudad de Panamá es más que un viaje; es una experiencia de descubrimiento, donde cada rincón cuenta una historia y cada visita deja un recuerdo inolvidable. Sin duda, esta vibrante capital es la puerta de entrada perfecta para descubrir la magia de Panamá.