Redacción (Madrid)
La República Dominicana, famosa por sus playas de arena blanca y su vibrante cultura caribeña, es también un paraíso para los amantes del esnórquel. Sus aguas cristalinas, arrecifes de coral llenos de vida y clima tropical convierten al país en uno de los destinos más codiciados del Caribe para explorar el mundo submarino. A continuación, una selección de los mejores lugares para sumergirse —literalmente— en esta experiencia.
Isla Catalina: un museo submarino natural
Frente a la costa de La Romana, la Isla Catalina es un clásico para quienes buscan esnórquel de alta calidad sin alejarse demasiado del continente. El famoso punto “El Muro” (The Wall) ofrece una caída vertical que desciende hasta más de 30 metros, donde los corales y peces tropicales se exhiben como si fueran parte de una galería natural. Las aguas son tan claras que la visibilidad supera fácilmente los 20 metros.
Isla Saona: el sueño caribeño
Parte del Parque Nacional del Este, la Isla Saona combina paisajes idílicos y un entorno marino protegido. En la zona de Catuano, los visitantes pueden nadar junto a bancos de peces loro, rayas y estrellas de mar. Además, muchas excursiones incluyen paradas en piscinas naturales de poca profundidad, donde el color turquesa del agua es casi irreal.
Bahía de Samaná: biodiversidad en estado puro
La Bahía de Samaná, ubicada al noreste del país, es un tesoro poco explorado por los turistas convencionales. Sus aguas tranquilas y fondos marinos ricos en corales blandos atraen a especies como el pez ángel, el pez mariposa y los meros. Entre enero y marzo, la experiencia se vuelve aún más especial: las ballenas jorobadas visitan la zona para aparearse, ofreciendo un espectáculo que puede disfrutarse incluso desde la superficie.
Playa Sosúa: el corazón del esnórquel en el norte
Ubicada en Puerto Plata, Sosúa es considerada la cuna del esnórquel dominicano. Su bahía protegida ofrece arrecifes cercanos a la orilla, ideales tanto para principiantes como para buceadores experimentados. El arrecife principal alberga una gran variedad de peces tropicales y anémonas, y es fácilmente accesible desde la playa sin necesidad de embarcación.
Cayo Arena: una joya diminuta en el Atlántico
También conocida como Cayo Paraíso, esta islita frente a Punta Rucia parece sacada de una postal. El esnórquel aquí se realiza sobre un arrecife vivo donde abundan corales cerebro, peces damisela y pequeños tiburones nodriza. El contraste entre el azul intenso del océano y las aguas cristalinas del banco de arena hace que cada inmersión sea una experiencia de ensueño.
El Caribe más allá de la superficie
Hacer esnórquel en República Dominicana no es solo una actividad turística, sino una oportunidad para reconectarse con la naturaleza. Desde las aguas turquesas del sur hasta los arrecifes del Atlántico norte, cada inmersión revela un universo oculto de color, vida y serenidad. En este paraíso caribeño, basta con una máscara y un tubo para descubrir que la belleza dominicana no termina en la orilla.













