La gastronomía portuguesa, un viaje de sabores atlánticos

Redacción (Madrid)

Portugal, tierra de navegantes y descubridores, ha sabido plasmar en su gastronomía una rica fusión de influencias mediterráneas, atlánticas y coloniales. Su cocina, basada en productos frescos y en recetas tradicionales transmitidas de generación en generación, es un reflejo de su historia y su geografía. Desde el bacalao hasta los pasteles de nata, la gastronomía portuguesa es un festín para los sentidos que merece ser explorado.

Bacalao, el rey de la mesa portuguesa

Si hay un ingrediente que define la cocina lusa, ese es el bacalao (bacalhau). Conocido como el «fiel amigo» de los portugueses, este pescado es protagonista de más de mil recetas, cada una con su propia personalidad. Algunas de las preparaciones más emblemáticas son:

Bacalhau à Brás: una mezcla de bacalao desmenuzado con cebolla, patatas paja y huevo revuelto.

Bacalhau com natas: gratinado con nata y patatas, de textura cremosa y sabor reconfortante.

Bacalhau à Lagareiro: asado con aceite de oliva y acompañado de patatas al horno.

Su versatilidad y su profundo sabor lo convierten en un imprescindible en cualquier menú portugués.

Alheira, un embutido típico de Portugal, Lugares y Más

Mariscos y pescados, sabores del Atlántico

Gracias a su extensa costa, Portugal ofrece una increíble variedad de mariscos y pescados frescos. En ciudades como Lisboa, Oporto o Aveiro, es común encontrar restaurantes especializados en delicias marinas como:

Sardinhas assadas: sardinas asadas a la parrilla, típicas de las fiestas de San Antonio en Lisboa.

Arroz de marisco: un guiso cremoso con gambas, almejas y langostinos, similar a la paella pero con su propio carácter.

Polvo à lagareiro: pulpo asado con aceite de oliva y ajo, servido con patatas asadas.

La frescura del mar se siente en cada bocado, ofreciendo una experiencia gastronómica auténtica y deliciosa.

Carnes y platos tradicionales del interior

Aunque Portugal es famoso por su pescado, sus platos de carne no se quedan atrás. En el interior del país, la cocina rústica cobra protagonismo con recetas como:

Cozido à portuguesa: un contundente guiso de carnes, embutidos y verduras, perfecto para los días fríos.

Francesinha: un sándwich típico de Oporto relleno de carne y embutidos, cubierto de queso fundido y bañado en una salsa espesa a base de tomate y cerveza.

Leitão à Bairrada: cochinillo asado con piel crujiente y carne jugosa, una de las especialidades más apreciadas del centro de Portugal.

Estos platos reflejan la esencia de la cocina portuguesa: sencillez, ingredientes de calidad y sabores intensos.

Bacalhau com natas, un plato típico de Portugal, Lugares y Más

Quesos y embutidos, tesoros de la gastronomía portuguesa

Portugal cuenta con una excelente tradición quesera, con variedades únicas como el Queijo da Serra da Estrela, un queso cremoso de oveja con un sabor profundo e intenso. También destacan el Queijo de Azeitão y el Queijo de São Jorge, cada uno con su propia personalidad.

Los embutidos también tienen un lugar especial en la mesa portuguesa, siendo el chouriço, el presunto (jamón curado) y la alheira (embutido de carne y pan) algunos de los más populares.

Dulces y postres, un final perfecto

La repostería portuguesa es una de las más exquisitas de Europa, con una fuerte influencia conventual. Los pastéis de nata, pequeñas tartaletas de hojaldre rellenas de crema de huevo, son el emblema de la dulcería lusa. Además, no hay que perderse:

Ovos moles de Aveiro: dulce de yema de huevo envuelto en una fina oblea.

Bolo de arroz: bizcocho ligero con un toque de vainilla.

Pão de ló: bizcocho esponjoso y suave, tradicional en celebraciones.

Estos postres, acompañados de un café expreso, son el broche de oro perfecto para cualquier comida.

Vinos y Licores, el alma de Portugal

Portugal es una tierra de grandes vinos, con denominaciones de origen que ofrecen una calidad excepcional. Entre los más destacados están:

Vino de Oporto: dulce y fortificado, ideal para acompañar postres o quesos.

Vino de Madeira: con notas tostadas y un equilibrio entre dulzura y acidez.

Vinos del Alentejo y el Douro: tintos intensos y blancos frescos, cada vez más reconocidos en el mundo.

También es imprescindible probar la ginjinha, un licor de guindas tradicional de Lisboa, que se sirve en pequeños vasos y se disfruta como digestivo.

Sabores de Croacia, un viaje gastronómico entre el Adriático y los Balcanes

Redacción (Madrid)
La gastronomía de Croacia es un reflejo de su historia y geografía, combinando influencias mediterráneas, centroeuropeas y balcánicas. Su cocina varía según la región, con sabores frescos y mariscos en la costa del Adriático, mientras que en el interior predominan los platos contundentes a base de carne, embutidos y pan. Esta diversidad convierte a la cocina croata en una de las más ricas y variadas de Europa.

En la región costera, la dieta mediterránea es la protagonista, con pescados y mariscos como el pulpo, el calamar y la lubina preparados a la parrilla o en guisos con aceite de oliva y hierbas aromáticas. Un plato emblemático es el brudet, un estofado de pescado con tomate y especias. También es común el crni rižot, un risotto negro elaborado con tinta de calamar. Además, los quesos y los embutidos locales, como el pršut (jamón seco similar al prosciutto italiano), son muy apreciados.

En las regiones del interior, la influencia de la cocina húngara, austríaca y turca es evidente. Platos como el čevapi, pequeñas salchichas de carne picada a la parrilla, o el sarma, hojas de col rellenas de carne y arroz, son muy populares. También destacan los guisos como el pašticada, un estofado de ternera en una salsa agridulce acompañado de ñoquis. El pan y los productos lácteos, como el queso paški sir de la isla de Pag, juegan un papel fundamental en la dieta diaria.

Los postres croatas reflejan la influencia de la repostería austrohúngara y mediterránea. El kremšnita, un pastel de crema y hojaldre, es un favorito en la región norte, mientras que en la costa se pueden encontrar dulces como el rožata, un flan similar al crème caramel. También son populares los fritos dulces como los fritule, pequeñas bolitas de masa frita con azúcar y pasas, que se disfrutan especialmente en festividades.

La gastronomía croata no solo destaca por sus sabores, sino también por sus vinos y licores. El país produce excelentes vinos tanto en la región de Istria como en Dalmacia, con variedades autóctonas como el Plavac Mali y el Malvazija. Además, bebidas como el rakija, un aguardiente de frutas, son parte esencial de la cultura croata y suelen servirse como bienvenida en muchos hogares. Con su mezcla de tradiciones y productos locales de alta calidad, la cocina croata es un deleite para cualquier amante de la gastronomía.

Las fiestas de la verdura de Tudela, un festín de sabor en Madrid

Redacción (Madrid)

Cada primavera, la Ribera Navarra florece con una celebración gastronómica que ensalza sus productos más emblemáticos: las verduras. Desde hace más de 30 años, las Fiestas de la Verdura de Tudela han convertido a esta región en un referente culinario, fusionando tradición, calidad y pasión por la tierra. Este año, Madrid ha tenido el honor de acoger su presentación en un evento donde la gastronomía y la cultura se han dado la mano en un auténtico homenaje a los sabores de Navarra.

El prestigioso Hotel Santo Mauro, situado en el corazón del barrio de Chamberí, fue el escenario elegido para dar a conocer la XXXI edición de las Fiestas de la Verdura de Tudela y la Ribera Navarra, que se celebrarán del 28 de marzo al 13 de abril. La presentación contó con la participación del alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, así como con representantes de la Orden del Volatín, organización que, junto con el Ayuntamiento de Tudela y la marca Reyno Gourmet, impulsa esta festividad gastronómica reconocida como Fiesta de Interés Turístico de Navarra.

Los asistentes al evento en Madrid tuvieron la oportunidad de experimentar de primera mano la riqueza culinaria de la Ribera Navarra a través de un exclusivo menú degustación elaborado por algunos de los mejores restaurantes de la región.

El banquete ofrecido en la presentación fue una oda a los productos de la Ribera Navarra, donde cada plato resaltó la frescura y calidad de las verduras en su mejor momento. Restaurantes como Bar La Catedral, Restaurante Topero y Restaurante Pichorradicas-Casa Aitor fueron los encargados de diseñar un menú de alta cocina basado en la esencia del terruño navarro.

Los comensales disfrutaron de creaciones como:

  • Cogollos de Tudela a la plancha con ajetes tiernos, crujientes de panceta ibérica y vinagreta de cebolleta escabechada
  • Cebollas guisadas al chardonnay & parmesano
  • Espárrago de Navarra a la carbonara
  • Bastones de borraja salteados con langostinos, crema de marisco y vieiras
  • Alcachofa de Tudela con bacalao y pil pil de los dos
  • Guisante lágrima con jugo de ibérico y panceta

El festín concluyó con postres innovadores como un coulant de calabaza con helado de queso Idiazabal y unos canutillos rellenos de crema inglesa de espárragos de Navarra, todo maridado con una cuidada selección de vinos de la D.O. Navarra.

Las Fiestas de la Verdura de Tudela no son solo una exaltación gastronómica, sino una celebración de la historia, el esfuerzo y el saber hacer de los agricultores y productores locales. Cada plato representa siglos de tradición y un compromiso con la sostenibilidad y el producto de calidad.

Durante dos semanas, Tudela y la Ribera Navarra se llenarán de actividades culinarias, rutas gastronómicas, degustaciones y eventos culturales que acercarán a visitantes y locales a la esencia de su cocina. Es una oportunidad única para descubrir la auténtica cocina de la huerta navarra y disfrutar de una experiencia donde el sabor y la cultura se entrelazan en perfecta armonía.

Madrid ya ha vivido un adelanto de esta gran fiesta gastronómica, pero la verdadera celebración espera en Tudela. Para los amantes de la buena mesa y la cocina de calidad, las Fiestas de la Verdura son una cita ineludible que promete deleitar los sentidos y rendir homenaje a la riqueza agrícola de Navarra.

La gastronomía gallega, tradición, sabor y calidad

Redacción (Madrid)

La gastronomía gallega es una de las más ricas y variadas de España, caracterizada por la excelencia de sus productos naturales y una cocina que respeta la tradición sin renunciar a la innovación. Su privilegiada ubicación entre el océano Atlántico y fértiles tierras permite una gran diversidad de ingredientes de primera calidad, desde los mariscos más codiciados hasta carnes y embutidos con gran reconocimiento. Comer en Galicia no es solo alimentarse, sino una experiencia cultural donde el respeto por el producto y la sencillez de las recetas garantizan sabores auténticos e inigualables.

Ingredientes claves de la cocina gallega

La cocina gallega se basa en productos de gran calidad, muchos de ellos con Denominación de Origen Protegida (DOP) o Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP). Algunos de los más destacados son:

Mariscos y pescados: Galicia es famosa por su marisco, con especies como percebes, centollos, nécoras, almejas, mejillones, vieiras y pulpo. Sus pescados incluyen merluza, rodaballo, lubina y sardinas.

Carnes: La ternera gallega es una de las más apreciadas de España. También son típicos el cerdo y sus derivados, como el lacón y los chorizos.

Lácteos y quesos: Galicia cuenta con quesos con DOP como el queso de tetilla, el San Simón da Costa y el Arzúa-Ulloa.

Verduras y legumbres: Destacan los grelos, el repollo y las patatas gallegas, así como las fabas de Lourenzá, esenciales en muchos guisos.

Vinos y licores: Galicia es tierra de vinos con DOP, como el Albariño de Rías Baixas o el Ribeiro, además del tradicional licor café y la famosa queimada.

Platos Típicos de la Gastronomía Gallega

1. Pulpo a la Gallega (Pulpo á Feira)

Uno de los platos más icónicos de Galicia. El pulpo se cuece en grandes ollas de cobre y se sirve cortado en rodajas, con aceite de oliva, sal gorda y pimentón. Tradicionalmente se acompaña de pan y cachelos (patatas cocidas).

2. Mariscada gallega

Una auténtica fiesta gastronómica que reúne lo mejor del mar gallego: percebes, centollos, nécoras, almejas, mejillones y camarones, servidos cocidos o a la plancha con un toque de limón.

3. Empanada gallega

La empanada gallega es un clásico de la cocina casera, hecha con masa de pan y rellena de atún, bacalao, carne o marisco, siempre acompañado de sofrito de cebolla, pimiento y tomate.

4. Lacón con Grelos

Uno de los platos estrella del invierno. Se prepara con lacón (parte delantera del cerdo), grelos (hojas de nabo), chorizo y patatas. Es típico en los carnavales gallegos.

5. Caldo gallego

Un guiso reconfortante a base de grelos, patatas, alubias y carnes como chorizo o lacón. Es un plato muy consumido en los meses fríos.

6. Pimientos de padrón

Pequeños pimientos verdes fritos en aceite de oliva y espolvoreados con sal gorda. Su famoso dicho es: «Os pementos de Padrón, uns pican e outros non» (unos pican y otros no).

7. Filloas y orejas de carnaval

Las filloas son una especie de crepe gallego, que puede ser dulce o salado. Las orejas de Carnaval, por su parte, son una masa frita crujiente con azúcar, tradicional en la época festiva.

Postres y dulces tradicionales

1. Tarta de Santiago

Uno de los postres más emblemáticos de Galicia. Hecha con almendra, azúcar, huevo y limón, se decora con azúcar glas en forma de la cruz de Santiago.

2. Queso con membrillo

El queso de tetilla, con su sabor suave y textura cremosa, se suele combinar con dulce de membrillo para un postre sencillo pero delicioso.

3. Bica

Bizcocho tradicional de la provincia de Ourense, con una miga densa y un sabor a mantequilla que lo hace irresistible.

4. Chulas de calabaza

Buñuelos de calabaza fritos y espolvoreados con azúcar y canela, muy típicos en otoño e invierno.

Bebidas tradicionales

Albariño y Ribeiro: Vinos blancos frescos y afrutados, perfectos para maridar con mariscos y pescados.

Licor café: Bebida espirituosa a base de orujo y café, de sabor dulce y fuerte.

Queimada: Ritual y bebida a base de aguardiente, azúcar y cítricos, que se flambea mientras se recita el famoso «conxuro».

La gastronomía cántabra, sabores del mar y la montaña

Redacción (Madrid)

La gastronomía cántabra es una de las más ricas y variadas de España, caracterizada por la combinación de productos del mar Cantábrico y los ingredientes de sus fértiles valles y montañas. La tradición culinaria de Cantabria se basa en platos elaborados con ingredientes frescos y naturales, reflejando la riqueza de su entorno y la herencia de generaciones de cocineros. Desde los pescados y mariscos de su costa hasta los contundentes guisos y carnes de sus montañas, la cocina cántabra es un festín para los amantes de la buena mesa.


Los ingredientes claves de la cocina cántabra

La diversidad geográfica de Cantabria permite una gran variedad de productos autóctonos de alta calidad, entre los que destacan:

Pescados y mariscos: La costa cántabra es rica en especies como el bonito del norte, la merluza, las anchoas y los percebes.

Carnes de la montaña: La ganadería es una parte esencial de la economía cántabra, destacando la carne de vaca tudanca, el lechazo y el cabrito.

Lácteos y quesos: Cantabria es famosa por sus quesos artesanales, como el queso de Liébana, el de Tresviso y el queso pasiego.

Legumbres y hortalizas: En los valles cántabros se cultivan excelentes alubias, patatas y hortalizas que son la base de muchos guisos tradicionales.

Dulces y repostería: Los sobaos pasiegos y la quesada son dos de los postres más representativos de la comunidad.

Rabas, la comida más tomada por los cántabros, Lugares y Más


Platos típicos de la gastronomía cántabra

Cocido Montañés: Uno de los platos más representativos de la cocina cántabra. Se elabora con alubia blanca, berza y diferentes tipos de carne de cerdo, como chorizo, morcilla y costilla. Es un plato contundente, perfecto para combatir el frío de las montañas.

Cocido Lebaniego: Similar al cocido montañés, pero con garbanzos en lugar de alubias. Se acompaña de carne de ternera, tocino, chorizo y morcilla, además de un relleno de pan, huevo y perejil.

Anchoas de Santoña: Las anchoas del Cantábrico son famosas por su sabor intenso y su textura delicada. Las de Santoña, elaboradas artesanalmente, son consideradas unas de las mejores del mundo. Se suelen consumir en aceite de oliva y acompañadas de pan o pimientos.

Marmita o Marmitak: Este guiso marinero tiene como ingrediente principal el bonito del norte, acompañado de patatas, pimientos, cebolla y tomate. Es un plato tradicional de los pescadores cántabros, cocinado a fuego lento en una marmita.

Sorropotún: Similar al marmitako, pero típico de la zona de San Vicente de la Barquera, este guiso se prepara con atún, patatas y verduras, resaltando los sabores del mar.

Carne de Tudanca: La vaca tudanca, raza autóctona de Cantabria, produce una carne de excelente calidad, apreciada por su sabor intenso. Se suele preparar a la parrilla o en guisos.

Rabas: Uno de los aperitivos más populares de Cantabria. Son calamares cortados en tiras y fritos en abundante aceite de oliva. Se sirven como tapa en casi todos los bares de la región.


Dulces y postres tradicionales

Sobaos Pasiegos: Dulce típico de los Valles Pasiegos, elaborado con mantequilla, huevos, harina y azúcar. Esponjoso y con un sabor inconfundible, es ideal para el desayuno o la merienda.

Quesada Pasiega: Otro postre emblemático de Cantabria, similar a una tarta de queso pero con un toque más esponjoso y un sabor suave a leche y canela.

Corbatas de Unquera: Dulces de hojaldre cubiertos con azúcar y glaseado, muy populares en la zona occidental de Cantabria.

Pantortilla de Reinosa: Dulce crujiente y caramelizado, típico de Reinosa, perfecto para acompañar con café o chocolate caliente.

Bebidas tradicionales

Orujo de Liébana: Un licor fuerte destilado a partir de los hollejos de la uva, típico de la comarca de Liébana.

Sidra Cántabra: Aunque menos conocida que la asturiana, la sidra cántabra tiene una gran tradición en la región.

Vinos de Cantabria: En zonas como Liébana se producen vinos con Denominación de Origen Protegida (DOP), como los tintos y blancos de la Tierra de Liébana.

La gastronomía andaluza, un viaje de sabores y tradición

La gastronomía andaluza es una de las más ricas y variadas de España, reflejando la influencia de múltiples culturas que han habitado la región a lo largo de los siglos. Desde los romanos hasta los árabes, pasando por la herencia cristiana y la llegada de productos del Nuevo Mundo, Andalucía ha sabido fusionar estos elementos para crear una cocina única y reconocida a nivel internacional. Su clima mediterráneo, la riqueza de sus tierras y su proximidad al mar han permitido el desarrollo de una tradición culinaria basada en ingredientes frescos y recetas con siglos de historia.

Ingredientes claves de la cocina andaluza

La base de la gastronomía andaluza se encuentra en productos autóctonos de alta calidad:
Aceite de oliva virgen extra: Andalucía es el mayor productor mundial de aceite de oliva, considerado el «oro líquido» de su cocina. Se utiliza en la mayoría de sus platos, ya sea para freír, aliñar o cocinar a fuego lento.

Pescados y mariscos: Gracias a su extensa costa, Andalucía ofrece una gran variedad de productos del mar, como boquerones, atún rojo, gambas blancas de Huelva y el célebre «pescaíto frito».

Jamón ibérico: Especialmente el de Jabugo, en Huelva, es uno de los manjares más preciados de la gastronomía andaluza.

Frutas y hortalizas: La huerta andaluza es famosa por productos como tomates, pimientos, naranjas y almendras, que forman parte fundamental de muchas recetas.

Especias y hierbas: La influencia árabe dejó un gran uso de especias como el comino, el cilantro y el azafrán, que aportan aromas y sabores característicos.

Salmorejo, un plato típico de Andalucía, Lugares y Más

Platos típicos de la gastronomía andaluza

1. Gazpacho y salmorejo

El gazpacho es una de las sopas frías más icónicas de Andalucía. Elaborado con tomate, pepino, pimiento, ajo, pan, aceite de oliva y vinagre, es una receta refrescante perfecta para los calurosos veranos andaluces. Su variante, el salmorejo cordobés, es más espeso y se acompaña de jamón y huevo duro.

2. Pescaíto frito

Uno de los grandes emblemas de la cocina andaluza, especialmente en las zonas costeras. Se trata de una fritura crujiente y dorada de pequeños pescados como boquerones, acedías, calamares o chocos, rebozados en harina y fritos en aceite de oliva.

3. Flamenquín cordobés

Este plato, originario de Córdoba, consiste en un rollo de lomo de cerdo relleno de jamón serrano, empanado y frito. Su versión más moderna incorpora queso, lo que lo hace aún más delicioso.

4. Espetos de sardinas

En la Costa del Sol, es común ver los tradicionales espetos de sardinas asándose en barcas convertidas en parrillas junto a la playa. Las sardinas se ensartan en cañas y se cocinan a la brasa, logrando un sabor ahumado inconfundible.

5. Rabo de toro

Este guiso, típico de Córdoba, se elabora con cola de toro o vaca, cocida a fuego lento con vino tinto, verduras y especias. El resultado es una carne melosa y llena de sabor.

6. Migas andaluzas

Plato humilde pero contundente, las migas se preparan con pan duro desmenuzado y frito con ajos, pimientos, chorizo, panceta y, en algunas zonas, uvas o melón para aportar contraste de sabores.

7. Huevos a la flamenca

Un plato tradicional servido en cazuela de barro, donde los huevos se cocinan al horno sobre una base de tomate, guisantes, chorizo y jamón. Es un plato colorido y lleno de sabor.

Dulces y postres tradicionales

La repostería andaluza también refleja la influencia árabe, con el uso de miel, almendras y especias. Algunos de los dulces más emblemáticos son:

Pestiños: Masa frita con miel, muy consumida en Semana Santa.

Torrijas: Similar a la «French toast», este pan empapado en leche, huevo y azúcar se fríe y se espolvorea con canela.

Polvorones y mantecados: Dulces navideños de Estepa y Antequera, elaborados con manteca de cerdo, harina y azúcar.

Yemas de San Leandro: Un dulce de convento típico de Sevilla, hecho con yema de huevo y azúcar.

Bebidas tradicionales

La gastronomía andaluza no estaría completa sin sus bebidas típicas. Algunas de las más representativas son:

Vinos de Jerez: Como el fino, la manzanilla y el amontillado, son famosos en todo el mundo por su proceso de envejecimiento único.

Rebujito: Mezcla de manzanilla o fino con gaseosa, muy popular en ferias y fiestas.

Sangría y tinto de verano: Bebidas refrescantes a base de vino tinto, frutas y gaseosa o limonada.

Café con Hielo: Muy consumido en verano, especialmente en Sevilla y Córdoba.

Gastronomía noruega, sabores del norte, tradición y modernidad

Redacción (Madrid)

La cocina noruega es un reflejo de su geografía y clima extremo, donde los ingredientes frescos del mar, la caza y los productos locales juegan un papel esencial. Aunque en el pasado su gastronomía se basaba en la conservación de alimentos mediante salazón, fermentación y ahumado, hoy en día Noruega ha logrado fusionar su tradición con una cocina moderna y sofisticada que ha ganado reconocimiento internacional.

El mar como protagonista

Noruega es famosa por la calidad de sus productos del mar. Su costa, bañada por las frías aguas del Atlántico y el Ártico, proporciona pescados y mariscos de primera calidad.

Salmón noruego: Uno de los productos más exportados y apreciados en todo el mundo. Noruega fue pionera en el desarrollo de la acuicultura moderna del salmón, y hoy en día este pescado es parte fundamental de su gastronomía.

Bacalao (Torsk): Ya sea fresco o en su versión seca y salada (klippfisk), el bacalao ha sido un alimento básico en la dieta noruega durante siglos. En la región de Lofoten, el bacalao seco es la base de platos como el bacalao a la noruega.

Rakfisk: Una especialidad tradicional que consiste en trucha fermentada durante varios meses, servida en pan con cebolla y crema agria. Su sabor fuerte y peculiar lo convierte en una experiencia gastronómica única.

Rakfisk, un plato típico noruego, Lugares y Más

Carnes y tradiciones de caza

En las zonas del interior, donde la pesca es menos accesible, la carne juega un papel fundamental en la dieta noruega.

Cordero (Fårikål): El plato nacional de Noruega, un guiso sencillo pero delicioso de cordero cocinado con col y granos de pimienta negra.

Carne de reno: Especialmente consumida en el norte del país, es una de las carnes más apreciadas, con un sabor delicado y ligeramente dulce. Los samis, pueblo indígena de Noruega, han consumido reno durante siglos en forma de guisos y embutidos.

Pinnekjøtt: Costillas de cordero curadas y ahumadas, servidas tradicionalmente en Navidad con puré de nabo.

Dulces y panes tradicionales

Noruega también tiene una fuerte tradición de panadería y repostería, donde los ingredientes naturales y sencillos destacan.

Lefse: Un pan plano a base de patata, harina y nata, que se sirve con mantequilla, azúcar y canela.

Krumkake: Un postre típico en forma de cono, hecho con masa fina y crujiente, a menudo relleno de crema o nata.

Skillingsboller: Una versión noruega de los rollos de canela, populares en toda Escandinavia.

Cocina moderna y sostenibilidad


Hoy en día, la gastronomía noruega ha evolucionado sin perder sus raíces. La nueva cocina nórdica, impulsada por chefs como Esben Holmboe Bang (del restaurante Maaemo, con estrellas Michelin), ha llevado la cocina noruega a otro nivel, apostando por ingredientes locales, sostenibilidad y técnicas innovadoras.
Además, Noruega está comprometida con la pesca responsable y el uso de productos de temporada, lo que ha convertido su gastronomía en un referente mundial de calidad y respeto por el medio ambiente.

Alta cocina, el arte de transformar lo cotidiano en excepcional

Redacción (Madrid)

La alta cocina no es solo una forma de cocinar; es una filosofía, una búsqueda constante de la perfección y una manera de contar historias a través de los sabores. En un mundo donde la gastronomía se ha convertido en un lenguaje universal, los chefs tienen la responsabilidad de innovar, sorprender y emocionar.

La esencia de la alta cocina

Más allá de ingredientes lujosos o técnicas sofisticadas, la alta cocina se define por su precisión, creatividad y respeto por el producto. Un plato extraordinario no nace solo del uso de trufas, caviar o foie gras, sino de la capacidad de transformar lo simple en sublime. En cada plato que se elabora, se busca equilibrio: entre lo ácido y lo dulce, lo crujiente y lo cremoso, lo tradicional y lo vanguardista. La técnica es imprescindible, pero la emoción es lo que realmente marca la diferencia.

Tradición y vanguardia

Uno de los grandes retos de la alta cocina es honrar la tradición mientras exploras nuevas fronteras. Cada cultura tiene una identidad culinaria que debemos respetar, pero también reinterpretar. La cocina molecular de Ferran Adrià, la exploración de ingredientes nativos de Virgilio Martínez o la fusión japonesa-peruana de Mitsuharu Tsumura son ejemplos de cómo la tradición puede evolucionar sin perder su esencia. Hoy, la sostenibilidad es otro pilar fundamental. La alta cocina ya no se trata solo de lujo, sino de responsabilidad. Usar productos locales, reducir el desperdicio y trabajar con pequeños productores es parte de su misión.

El comensal, el verdadero protagonista

Cada plato que se sirve es una experiencia diseñada para despertar los sentidos. No se trata solo del sabor, sino de la textura, el aroma, la presentación y, sobre todo, la historia que cuenta. Quiere que cada bocado evoque recuerdos, despierte curiosidad y emocione. La alta cocina no es inalcanzable, es una invitación a descubrir el arte en lo cotidiano. Porque en la cocina, como en la vida, la excelencia no está en la ostentación, sino en la pasión y el respeto con los que se hace cada cosa.

La gastronomía de República Dominicana, un banquete de sabores caribeños

Redacción (Madrid)


Si hay algo que define a la República Dominicana, además de sus playas paradisíacas y su gente cálida, es su rica y variada gastronomía. Este país caribeño posee una cocina vibrante, fruto del mestizaje entre las influencias taínas, africanas y españolas. Cada plato es un reflejo de su historia, de su geografía y de su identidad cultural.

Un recorrido por los sabores tradicionales

La base de la cocina dominicana radica en ingredientes esenciales como el arroz, los frijoles, el plátano, la yuca y las carnes, combinados con una sazón inconfundible. El plato más representativo es, sin duda, «La Bandera», una combinación de arroz blanco, habichuelas guisadas y carne (de res, pollo o cerdo), acompañada de ensalada y plátanos fritos. Su nombre no es casualidad: representa los colores de la bandera nacional y simboliza el alma del país en cada bocado.

Arroz dominicano, una delicia de la gastronomía dominicana, Lugares y Más

Otro clásico es el mangú, un puré de plátanos verdes majados con mantequilla, acompañado de los tradicionales tres golpes: queso frito, salami y huevo. Es el desayuno estrella del dominicano y una herencia directa de la influencia africana. En la costa, los mariscos y pescados frescos son protagonistas. El pescado frito con tostones, el locrio de camarones (una especie de paella criolla) y el asopao de mariscos son delicias que combinan la frescura del mar con el toque especiado característico de la isla.

Dulces y bebidas

El postre es otro punto fuerte de la gastronomía dominicana. El dulce de coco, el majarete (una especie de pudín de maíz con canela) y el bizcocho dominicano (con su inconfundible textura esponjosa y su cobertura de merengue) son ejemplos de la dulzura caribeña.
Para acompañar, nada mejor que un jugo natural de frutas tropicales como el chinola (maracuyá), el tamarindo o el guanábana. Y para quienes buscan una bebida con más carácter, el ron dominicano es un verdadero orgullo nacional, con marcas de prestigio internacional que han conquistado el mundo.

Más que comida, una experiencia cultural

Comer en República Dominicana no es solo satisfacer el hambre; es compartir, celebrar y vivir la identidad del país. Cada plato cuenta una historia y cada comida es una excusa para reunirse en familia o con amigos.
La cocina dominicana es la prueba de que la sencillez y la tradición pueden generar sabores inolvidables. Quien visite esta tierra caribeña no solo disfrutará de paisajes de ensueño, sino también de una gastronomía que conquista paladares con su autenticidad y sazón inigualable.

La gastronomía de Perú, un viaje sensorial por la cuna de los sabores andinos

Redacción (Madrid)


La cocina peruana es, sin duda, una de las más diversas y prestigiosas del mundo. Con una riqueza cultural que fusiona tradiciones prehispánicas, coloniales y contemporáneas, el Perú se ha convertido en un referente gastronómico global. Desde la frescura del ceviche hasta la complejidad del ají de gallina, cada plato es una expresión de historia, geografía y pasión culinaria.


El Perú cuenta con una biodiversidad envidiable: la costa, la sierra y la selva proveen ingredientes únicos que han dado forma a su cocina. El ceviche, plato insignia del país, refleja la frescura del océano Pacífico con su pescado marinado en limón y aderezado con ají, cebolla y cilantro. Mientras tanto, el lomo saltado, de influencia china, combina lo mejor de la carne y los vegetales con una sazón intensa que lo convierte en un favorito nacional. La sierra peruana nos regala delicias como la pachamanca, una cocción ancestral en horno de tierra que realza los sabores de las carnes y las papas andinas. Por otro lado, la selva amazónica sorprende con ingredientes exóticos como el paiche, un pescado de gran tamaño, o el camu camu, una fruta con altísimo contenido de vitamina C.

Un recorrido por los sabores de Perú

El boom de la cocina peruana


En los últimos años, la gastronomía peruana ha conquistado el mundo con chefs de renombre como Gastón Acurio, Virgilio Martínez y Mitsuharu Tsumura, quienes han llevado la tradición culinaria del país a los más altos estándares internacionales. Restaurantes como Central, Maido y Astrid & Gastón han figurado en la prestigiosa lista de «Los 50 Mejores Restaurantes del Mundo», poniendo a Perú en el mapa de la alta cocina.

Más que comida, una experiencia cultural

Degustar la comida peruana es sumergirse en una historia de mestizaje, innovación y tradición. Cada plato es un reflejo de siglos de intercambio cultural, desde los ingredientes de los incas hasta la influencia española, africana y asiática. La gastronomía peruana no solo alimenta el cuerpo, sino que cuenta una historia de identidad y orgullo nacional.
Si eres amante de la buena comida, Perú es un destino obligatorio. No se trata solo de comer, sino de experimentar una cocina que ha sabido evolucionar sin perder su esencia. Porque en Perú, la comida no es solo un placer, es un legado.