Desde el 28 de abril hasta el próximo 5 de mayo, los Jardines del Rey, situados en Cayo Coco, Cayo Guillermo y Cayo Paredón, se convierten en el epicentro de la 42ª edición de la Feria Internacional de Turismo, FitCuba 2024, con la participación del Primer Ministro Manuel Marrero Cruz y con más de 670 profesionales de diversos países y 80 periodistas especializados.
Los mercados más destacados son España y México, con una asistencia que supera los 100 participantes, seguidos por Colombia, Italia y Canadá.
En el evento también está presente Gustavo Santos, director regional para las Américas de la Organización Mundial del Turismo (OMT), quien, en una entrevista con Prensa Latina, elogió la situación de la industria turística en Cuba.
La celebración de FITCuba 2024 coincide con la 69ª reunión de la Comisión Regional de la OMT para las Américas, que contó con la participación de 24 ministros de Turismo de los países miembros.
FitCuba 2024 ofrece una plataforma para el intercambio comercial y promocional del destino turístico cubano tanto a nivel nacional como internacional, destacando la importancia de la colaboración entre empresas turísticas locales e internacionales.
Ubicada en la porción centro-norte de Cuba, la región de los Jardines del Rey comprende una serie de cayos e islotes inmortalizados por el escritor Ernest Hemingway en su obra «Islas en el Golfo». Este lugar atrae a más de 500 visitantes extranjeros, junto con representantes del turismo cubano y periodistas de diversos países, interesados en capturar la esencia de la feria y su entorno.
Cayo Coco, el corazón de la región, destaca por su exuberante naturaleza y playas vírgenes, mientras que Cayo Guillermo y Paredón Grande forman parte de los planes de desarrollo turístico, con una capacidad potencial de hasta 22 mil habitaciones. Además de sus magníficas playas, la región alberga una rica biodiversidad, con más de 200 especies de aves y una flora variada, incluyendo especies endémicas.
La accesibilidad a la región se ha mejorado considerablemente con la inauguración de un moderno aeropuerto en 2002 y la construcción de un pedraplén de 17 kilómetros. Los visitantes pueden disfrutar de una amplia gama de actividades, desde buceo y excursiones en barco hasta paseos en tren turístico y experiencias gastronómicas únicas en ranchos de playa.
En resumen, FitCuba 2024 y la región de los Jardines del Rey ofrecen una oportunidad única para explorar la belleza natural y la rica cultura de Cuba, destacando el potencial turístico de la isla y su compromiso con el desarrollo sostenible del turismo local.
La Costa Dorada de Florida, ubicada en el extremo sureste del estado, es un destino turístico de renombre mundial conocido por sus interminables playas de arena blanca, su clima cálido y su amplia oferta de entretenimiento. Desde ciudades vibrantes hasta parques naturales impresionantes, este tramo de costa ofrece algo para todos los gustos y edades.
Una de las principales atracciones de la Costa Dorada son sus playas de ensueño. Lugares como Miami Beach, Fort Lauderdale y Hollywood Beach son famosos por sus aguas cristalinas y su suave arena blanca, perfectas para relajarse bajo el sol o disfrutar de una variedad de actividades acuáticas como surf, snorkel y pesca.
Además de sus playas, la Costa Dorada cuenta con una animada escena cultural y de entretenimiento. Ciudades como Miami y Fort Lauderdale son conocidas por su vibrante vida nocturna, sus restaurantes de clase mundial y sus tiendas de moda, mientras que destinos como Key West y Boca Raton ofrecen un ambiente más relajado y pintoresco, ideal para pasear y disfrutar del encanto local.
Los amantes de la naturaleza encontrarán en la Costa Dorada una amplia variedad de parques naturales y reservas que explorar. El Parque Nacional de los Everglades, conocido como el «río de hierba», es un santuario de vida silvestre único en el mundo, donde los visitantes pueden realizar recorridos en bote, caminatas y observación de aves para descubrir la belleza y la biodiversidad de este ecosistema subtropical.
Para aquellos que buscan un poco de emoción, la Costa Dorada ofrece una gran cantidad de parques temáticos y atracciones. Desde el icónico parque de diversiones de Disney World en Orlando hasta el parque de atracciones de Universal Studios y el parque acuático de SeaWorld, hay algo para satisfacer todos los gustos y edades.
En resumen, la Costa Dorada de Florida es un destino turístico incomparable que combina lo mejor del sol, la playa, la cultura y la diversión. Con su clima cálido durante todo el año, su amplia gama de actividades y su ambiente acogedor y hospitalario, esta región costera es el lugar perfecto para unas vacaciones inolvidables en familia, con amigos o en pareja. Sin duda, un paraíso en la tierra que merece ser explorado y disfrutado al máximo.
En el corazón de El Salvador, se encuentra un destino arqueológico excepcionalmente conservado y fascinante: la Joya de Cerén. Este sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993, ofrece a los visitantes la oportunidad única de sumergirse en la vida cotidiana de una antigua comunidad maya.
La Joya de Cerén, también conocida como la «Pompeya de América», es un conjunto de ruinas que datan del período clásico tardío de la civilización maya, que floreció entre los años 600 y 900 d.C. Lo que hace que este sitio sea tan especial es su excepcional estado de conservación, que se debe a una erupción volcánica que ocurrió alrededor del año 600 d.C. y que cubrió la aldea con una capa de ceniza volcánica, preservando así los edificios y objetos cotidianos en su lugar original.
Al explorar la Joya de Cerén, los visitantes pueden recorrer las calles empedradas de la antigua aldea y admirar las casas, los graneros, los talleres y otros edificios que han sido excavados y restaurados. Además, pueden observar los objetos cotidianos que se han encontrado en el sitio, como utensilios de cocina, herramientas agrícolas, cerámica y textiles, que ofrecen una fascinante visión de la vida diaria de los antiguos habitantes de la aldea.
Una de las características más impresionantes de la Joya de Cerén es su sistema de agricultura en terrazas, que muestra cómo los antiguos mayas cultivaban sus alimentos en medio de la selva tropical. Los visitantes pueden explorar los campos de maíz, frijoles, calabazas y otras plantas que fueron cultivadas por los habitantes de la aldea, así como aprender sobre las técnicas agrícolas utilizadas por los antiguos mayas.
Además de su valor arqueológico, la Joya de Cerén también es un importante centro educativo y de investigación, donde arqueólogos y estudiantes de todo el mundo estudian la historia y la cultura de los antiguos mayas. El sitio cuenta con un museo de visitantes que exhibe artefactos y hallazgos arqueológicos, así como paneles informativos que explican la historia y la importancia del sitio.
En resumen, la Joya de Cerén es un destino turístico único en su género que ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar una aldea maya perfectamente conservada y aprender sobre la vida y la cultura de sus antiguos habitantes. Ya sea por su valor histórico, su belleza natural o su importancia cultural, la Joya de Cerén es sin duda un tesoro arqueológico que merece la pena descubrir en El Salvador.
Paraguay, un país situado en el corazón de Sudamérica, revela su rica historia, vibrante cultura y asombrosa belleza natural a aquellos viajeros dispuestos a explorar sus tesoros ocultos. Conocido como «La Tierra de los Guaraníes,» Paraguay es mucho más que un destino turístico; es una experiencia que cautiva los sentidos y el alma.
La capital, Asunción, es un crisol de tradición y modernidad. Recorrer sus calles implica sumergirse en la arquitectura colonial que se mezcla con rascacielos contemporáneos. El Palacio de los López, símbolo de poder y elegancia, resalta en el paisaje urbano, mientras que la costanera del río Paraguay ofrece un respiro tranquilo con sus parques y paseos.
Pero el verdadero corazón de Paraguay late en sus pueblos y comunidades. Encarnando la hospitalidad paraguaya, estos lugares revelan la autenticidad de la vida rural y las tradiciones arraigadas. La música folklórica, como la polca y el guarania, resuena en el aire, guiando a los visitantes por un viaje en el tiempo.
El impresionante paisaje natural de Paraguay es un regalo para los amantes de la naturaleza. La Reserva Natural del Bosque Mbaracayú es un paraíso verde que alberga una diversidad única de flora y fauna. En el Chaco paraguayo, la inmensidad de la llanura se convierte en un lienzo que pinta atardeceres inolvidables.
La presencia del río Paraguay trae consigo la posibilidad de aventuras acuáticas. La navegación por el río revela la majestuosidad de la naturaleza y ofrece la oportunidad de explorar la vida silvestre que bordea sus orillas. Las impresionantes Cataratas del Monday, con su rugido atronador, son un espectáculo visual y sonoro que deja a los visitantes sin aliento.
La gastronomía paraguaya es otro tesoro que merece ser descubierto. La sopa paraguaya, el chipa, y el asado son solo algunas de las delicias que deleitan los paladares. La experiencia culinaria se complementa con el tereré, una bebida refrescante y tradicional que se comparte en círculos de amigos y familiares.
Paraguay, en su modestia y autenticidad, revela su grandeza a aquellos que exploran más allá de las rutas convencionales. Este país encantador ofrece a los viajeros no solo un destino, sino una conexión con una cultura rica y una naturaleza asombrosa. Paraguay, un tesoro escondido, espera ser descubierto y apreciado por aquellos que buscan una experiencia única en Sudamérica.
California del Norte, con su diversidad geográfica y cultural, se erige como un tesoro turístico en el oeste de los Estados Unidos. Desde la majestuosidad de las secuoyas hasta la vitalidad de las ciudades cosmopolitas, la región ofrece una experiencia única que combina la belleza natural con la innovación moderna.
Comenzando con la naturaleza, los Parques Nacionales de California del Norte son verdaderos santuarios. El Parque Nacional de las Secuoyas es hogar del famoso Bosque de las Secuoyas Gigantes, donde árboles imponentes y centenarios se elevan hacia el cielo en una sinfonía de verde. Este rincón natural invita a la reflexión y a la maravilla frente a la grandeza de la madre naturaleza.
No muy lejos, las costas escarpadas del Parque Nacional Redwood, con sus bosques de secoyas junto al océano, proporcionan un telón de fondo impresionante para quienes buscan aventuras en la naturaleza. Senderismo entre estos gigantes es una experiencia que conecta con la esencia primitiva de la Tierra.
La región vinícola de Napa Valley es otro imán para los visitantes, ofreciendo no solo vinos exquisitos, sino también paisajes pintorescos de viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista. Catas de vino, gastronomía de clase mundial y vistas espectaculares conforman una experiencia indulgente que combina placeres culinarios con el deleite visual.
No obstante, California del Norte no se limita a sus maravillas naturales. San Francisco, con su famoso puente Golden Gate y colinas ondulantes, es una ciudad que respira innovación y diversidad. Desde los tranvías que serpentean por las empinadas calles hasta el bullicioso distrito de Fisherman’s Wharf, la ciudad ofrece un panorama cultural vibrante y una mezcla única de tradición y modernidad.
La cercana Silicon Valley, epicentro mundial de la tecnología, es un lugar fascinante para aquellos interesados en la innovación. Visitas a empresas emblemáticas, museos de tecnología y el pulso constante de la innovación hacen de esta región un imán para los entusiastas de la tecnología.
No se puede hablar de California del Norte sin mencionar la belleza de la costa del Pacífico. La Ruta 1 serpentea por acantilados escarpados, brindando vistas panorámicas del océano que quitan el aliento. Pararse en los acantilados de Big Sur o visitar la encantadora ciudad costera de Mendocino es sumergirse en la serenidad de la costa del Pacífico.
En conclusión, California del Norte es una sinfonía de maravillas naturales, innovación y cultura diversa. Desde los árboles gigantes hasta los rascacielos de Silicon Valley, la región ofrece una experiencia turística que satisface todos los gustos. Explorar California del Norte es emprender un viaje que despierta los sentidos y deja una impresión duradera, un testimonio de la riqueza y diversidad que este rincón de Estados Unidos tiene para ofrecer.
Ubicado en lo más profundo de las tierras altas de Guatemala, El Lago de Atitlán es un tesoro natural que ha encantado a viajeros durante siglos. Rodeado por majestuosos volcanes y pintorescos pueblos indígenas, este lago es más que un simple cuerpo de agua; es un escenario vivo de la riqueza cultural y la belleza natural de Guatemala.
La primera impresión al llegar a las orillas del lago es como entrar en un cuento de hadas. Las aguas cristalinas de Atitlán reflejan los picos volcánicos circundantes, creando una vista que parece sacada de un sueño. Tres majestuosos volcanes, San Pedro, Atitlán y Tolimán, se alinean como guardianes silenciosos, aportando un dramatismo imponente al paisaje.
El Lago de Atitlán no es solo un espectáculo visual; es una experiencia multisensorial. Sus aguas frescas y serenas ofrecen oportunidades para practicar deportes acuáticos, desde kayaking hasta nadar en sus aguas prístinas. Las playas y muelles tranquilos invitan a los visitantes a relajarse y disfrutar del entorno natural.
Sin embargo, la verdadera joya de Atitlán radica en sus pueblos ribereños. Panajachel, con su animado mercado y sus calles coloridas, sirve como la puerta de entrada al lago. Aquí, los visitantes pueden explorar las artesanías locales, sumergirse en la vibrante cultura maya y probar la auténtica gastronomía guatemalteca.
Cada pueblo alrededor del lago tiene su propia personalidad. Santiago Atitlán, con su rica herencia indígena, ofrece una visión única de las tradiciones mayas. En San Pedro la Laguna, la energía juvenil y las escuelas de español han atraído a viajeros de todo el mundo. Cada comunidad aporta su propia paleta de colores a la rica diversidad cultural del lugar.
Las noches en Atitlán son mágicas. El sol poniente tiñe el cielo de tonos cálidos, y las luces de los pueblos ribereños se reflejan en las aguas del lago. La quietud de la noche solo se interrumpe por los sonidos suaves de la naturaleza y, en ocasiones, por celebraciones festivas que revelan la alegría inherente de la gente local.
En conclusión, El Lago de Atitlán es más que una maravilla natural; es un testimonio vivo de la riqueza cultural y la diversidad que define a Guatemala. Cada rincón de este paisaje se convierte en una ventana a la historia, la espiritualidad y la vida cotidiana de aquellos que llaman hogar a este lugar celestial. Visitar el Lago de Atitlán no es solo una experiencia turística; es una inmersión en la magia de un rincón del mundo donde la naturaleza y la cultura bailan en armonía.
Guatemala, una tierra rica en cultura y biodiversidad, se despliega como un mosaico de maravillas naturales, arqueológicas y culturales que capturan la imaginación de quienes la visitan. Desde las alturas de sus antiguas ciudades mayas hasta la calidez de sus comunidades, Guatemala ofrece un viaje único que combina la grandeza de su pasado con la vitalidad de su presente.
Antigua Guatemala, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un testimonio de la espléndida arquitectura colonial. Calles empedradas, iglesias barrocas y plazas adoquinadas dan vida a esta ciudad que fue en su momento la joya de la corona del imperio español en Centroamérica. El Volcán de Agua se eleva majestuoso en el horizonte, recordando la imponente presencia de la naturaleza en esta tierra.
La verdadera joya arqueológica de Guatemala es Tikal. Anidada en la selva del Petén, Tikal emerge como la ciudad maya más emblemática. Sus pirámides y templos, que se alzan entre la vegetación, transportan a los visitantes a una época en la que esta civilización floreció en plenitud. La experiencia de estar en la cima de una pirámide, con la selva extendiéndose hasta donde alcanza la vista, es un vínculo directo con la grandeza de la historia.
Pero Guatemala no es solo historia antigua. El Lago de Atitlán, rodeado de montañas y volcanes, ofrece una belleza natural impresionante. Las comunidades a orillas del lago, como Panajachel y Santiago Atitlán, brindan la oportunidad de sumergirse en la rica cultura maya contemporánea. Mercados coloridos, artesanías tradicionales y la calidez de la gente local crean una experiencia auténtica.
La ciudad de Quetzaltenango, o Xela como la llaman cariñosamente los locales, es un enclave montañoso que ofrece una perspectiva diferente de Guatemala. Con su arquitectura neoclásica y su ambiente relajado, es un lugar perfecto para explorar la vida diaria guatemalteca y disfrutar de los paisajes de las Tierras Altas.
La Semana Santa en Antigua es una celebración que lleva consigo una intensidad y devoción incomparables. Calles adornadas con alfombras de aserrín pintado, procesiones solemnes y una atmósfera de fervor religioso hacen de esta experiencia una de las más impactantes de la región.
En conclusión, Guatemala es un destino que va más allá de las expectativas. Desde la grandeza de su herencia maya hasta la diversidad de su paisaje, esta tierra cautiva a quienes buscan una combinación única de historia, naturaleza y cultura. En cada rincón de Guatemala, se revela la autenticidad de su gente y la majestuosidad de su entorno, creando un viaje inolvidable.
Washington, D.C., la capital de los Estados Unidos, es un destino turístico icónico lleno de historia, cultura y política. Conocida por sus monumentos imponentes, museos de clase mundial y una vibrante escena artística, la ciudad ofrece a los visitantes una experiencia única.
Uno de los puntos de referencia más reconocibles es el National Mall, una amplia franja de parques que alberga monumentos como el Monumento a Washington, el Monumento a Lincoln y el Monumento a Jefferson. Estas estructuras imponentes no solo son testimonios de la historia estadounidense, sino que también ofrecen impresionantes vistas del Capitolio y del resto de la ciudad.
Los museos Smithsonian, como el Museo Nacional del Aire y el Espacio, el Museo Nacional de Historia Americana y el Museo Nacional de Arte, son tesoros culturales que albergan invaluables colecciones de arte, historia y ciencia. Lo mejor de todo, la mayoría de estos museos son de entrada gratuita, lo que permite a los visitantes explorar la rica herencia estadounidense sin costo alguno.
El Capitolio de los Estados Unidos, el corazón del poder legislativo, es otro destino imprescindible. Los tours permiten a los visitantes conocer el funcionamiento del gobierno y admirar la majestuosa cúpula del edificio.
Además de su importancia política e histórica, Washington, D.C., es un imán cultural. La música en vivo en el Kennedy Center y el teatro en el Ford’s Theatre son solo ejemplos de su escena artística vibrante.
El Jardín Botánico de Estados Unidos, con su vasta colección de plantas, y el Zoológico Nacional, que alberga animales de todo el mundo, ofrecen oportunidades para disfrutar de la naturaleza y aprender sobre la biodiversidad.
Por último, el barrio de Georgetown, con sus calles adoquinadas, tiendas de lujo y restaurantes encantadores, es un lugar perfecto para pasear y disfrutar de la vida nocturna.
En resumen, Washington, D.C., ofrece a los visitantes una inmersión profunda en la historia y la cultura de los Estados Unidos. Con su impresionante arquitectura, museos de clase mundial y una variedad de actividades, la ciudad se destaca como un destino turístico emocionante y educativo. Desde sus monumentos icónicos hasta su escena artística diversa, Washington, D.C., es una ciudad que combina el legado de la nación con una perspectiva moderna y dinámica.
San Francisco, ubicada en la costa oeste de Estados Unidos, es una de las ciudades más icónicas y vibrantes del país. Conocida por su impresionante belleza natural, su diversidad cultural y su espíritu innovador, San Francisco ofrece una experiencia turística única que deja una impresión duradera en todos sus visitantes.
Uno de los rasgos más distintivos de San Francisco son sus colinas ondulantes. Los famosos tranvías de la ciudad recorren estas colinas, brindando a los viajeros vistas panorámicas espectaculares de la bahía y el horizonte. Desde lugares emblemáticos como Lombard Street, conocida como «la calle más sinuosa de América», hasta Twin Peaks, que ofrece una vista de 360 grados de la ciudad, las colinas de San Francisco son un tesoro escénico.
El Puente Golden Gate, uno de los puentes más reconocibles del mundo, conecta San Francisco con el condado de Marin. Este puente de color rojo bermellón se alza majestuosamente sobre la entrada de la bahía y es un ícono de la ciudad. Cruzarlo a pie o en bicicleta es una experiencia inolvidable, especialmente durante la puesta de sol.
La cultura y la diversidad son fundamentales en San Francisco. Barrios como Chinatown, Little Italy y el Barrio Castro son ejemplos de la riqueza multicultural de la ciudad. Explorar sus calles es como dar la vuelta al mundo en cuestión de cuadras, disfrutando de la auténtica cocina, la arquitectura y las tradiciones de cada comunidad.
El Parque Golden Gate es un oasis de tranquilidad en medio de la bulliciosa ciudad. Este vasto parque ofrece una amplia gama de actividades al aire libre, desde caminatas hasta picnics y visitas a museos. El Museo de Young y el Museo de Ciencias de California son destinos populares para quienes buscan enriquecer su experiencia cultural.
San Francisco también es conocida por su legado histórico y su espíritu innovador. La Isla de Alcatraz, antigua prisión de máxima seguridad, es un sitio fascinante que cuenta historias de infames criminales y valientes intentos de escape. Por otro lado, el distrito de Silicon Valley, situado en las afueras de la ciudad, es el epicentro de la revolución tecnológica y alberga empresas líderes como Apple, Google y Facebook.
La gastronomía de San Francisco es una delicia para los paladares aventureros. Los restaurantes de la ciudad ofrecen una amplia variedad de opciones, desde mariscos frescos en el Fisherman’s Wharf hasta comida internacional en el Ferry Building Marketplace. No se puede dejar de probar el clam chowder servido en pan de masa madre, una especialidad de la ciudad.
En resumen, San Francisco es una ciudad que lo tiene todo: belleza natural impresionante, diversidad cultural, historia fascinante e innovación constante. Cada rincón de esta ciudad es una oportunidad para descubrir algo nuevo y emocionante. San Francisco no solo es un destino turístico, sino una experiencia única que cautiva a quienes tienen la suerte de explorarla.
Anclado en la península del mismo nombre al sureste de México, se encuentra el estado de Yucatán, un destino que es abanico de arqueología, maravillas culinarias ancestrales, además experiencias únicas en medio de una naturaleza que te dejará sin aliento.
La costa yucateca, al norte de la península está llena de sabores y comodidades para los más exigentes. No hay que perderse el club de playa Seahorse, o también conocido como Caballito de mar, a tres minutos del puerto de Telchac, donde después de un día de actividades en bici o kayak, nos entregamos a las hamacas y los masajes, para luego invitar al paladar un exquisito pescado frito, aguachile, ceviche o las tostadas de pulpo. Ya entrados en la aventura, hay que tomar el Safari Tour de Las Coloradas se pueden visitar las estupendas lagunas rosas y la salinera más grande del país, montados en un vehículo todo terreno. Un entorno casi mágico de cristales de sal donde tomarás las mejores fotografías del viaje.
Si lo tuyo es el lujo y la comodidad, el estado ofrece muchos hoteles nuevos, listos para ofrecerte una estadía inolvidable. En Mérida, la capital de estado, se encuentra el Hotel Sureño Yucatán ubicado en el centro, a tan sólo dos calles de Paseo Montejo, la avenida más emblemática y bonita de la ciudad. Cada una de sus habitaciones cuenta con su propia decoración y cuenta con una piscina en el área de rooftop donde la vista es inmejorable.
A 5 minutos de la ciudad histórica de Valladolid, entre Cancún y Mérida, se encuentra Oriundo, hotel insignia de lujo, inspirado en la grandeza de la civilización maya y su legado en la cultura actual. Tiene 12 exclusivas villas que se levantan imponentes entre la vegetación, al grado que algunos árboles están dentro de los íntimos espacios y el sol se pone con el canto de la gran bandada de pájaros que habitan aquí. Yucatán cuenta con numerosas Aldeas Mayas que conservan sus raíces, creencias y tradiciones, y los viajeros han tenido la oportunidad de aprender todas estas costumbres a la hora de visitarlos. Una de estas aldeas se ha dedicado a compartir este estilo de vida en Yaxunah, una pequeña población del Municipio de Yaxcabá, también en Yucatán, que conserva sus costumbres, creencias, lengua maya, vestimenta y casas tradicionales construidas con maderas y huanos. En esta y en otras aldeas como la de Ek Balam, contarás con con paradero turístico, sitios arqueológicos y cenotes (como el de Lol-Há o el de cielo abierto de Ek Balam). Además de bañarte en sus cristalinas aguas y degustar la comida tradicional, también puedes participar en alguna de las actividades cotidianas como el urdido de hamaca, la elaboración de tortillas a mano y el bordado. En México se denomina Pueblo Mágico a lugares con gran riqueza cultural, lleno de tradiciones y gastronomía, pueblos que pueden dar a conocer un poco más de este hermoso país. En Yucatán hay cuatro de estos sitios. El que ha sido agregado más recientemente lleva por nombre Maní, con varios atractivos únicos y llenos de historia: primero tenemos el Convento de San Miguel Arcángel, fundado en 1549 y construido entre el siglo XVI y XVII, donde se encuentra una de las más grandes capillas abiertas en Latinoamérica. Las distintas rutas preparadas como la Ruta Xunáan o la Ruta de Meliponarios, nos acerca al mundo de las abejas sagradas mayas a través de visitas a estos sitios mágicos y de actividades que despertarán tus sentidos. Es un buen lugar para nadar en Cenote Xcabachén y luego visitar el Mercadito Artesanal.
Otro tranquilo Pueblo Mágico de playa es Sisal, hogar del Fuerte de Santiago y la Reserva Estatal “El Palmar”, donde encontrarás el faro más grande de las playas de Yucatán y podrás realizar recorridos por manglares y avistamiento de cocodrilos, así como una visita al muelle, rodeado de aguas turquesas brillantes de arena fina y clara. No hay que dejar pasar el pueblo amarillo de Izamal, donde se yergue el Convento Franciscano San Antonio de Padua, una majestuosa edificación construida en 1549, con 75 arcos, considerado el atrio cerrado más grande de América y el segundo en el mundo, después de la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Muy cerca está la pirámide Kinich Kakmó, la tercera más grande de México, que regala a los visitantes una vista panorámica de la ciudad. Muy cerca está el restaurante Kinich, considerado uno de los mejores de México pues buscar preservar los sabores y técnicas ancestrales de los mayas, una experiencia gastronómica imperdible.
Otro colorido Pueblo Mágico es Valladolid, conocido por su tiendas boutique de textiles exquisitos, por sus joyas arquitectónicas de columnas de piedra labrada y balcones coloniales como el Palacio Municipal o el convento de San Bernandino de Siena, de dimensiones majestuosas. Una gran opción para relajarse es el colorido pueblo de San Felipe, con casitas de madera y calles tranquilas donde naturaleza y pobladores conviven en paz. Además de los paseos por los manglares cercanos, la pesca deportiva es uno de los principales atractivos de la zona. A solo 12 km del Puerto de San Felipe está Río Lagartos, donde se pueden tomar tours de la mano de las agencias especialistas para el avistamiento de las más de 250 especies de aves que habitan el río, incluidas las numerosas parvadas de flamenco rosado. Son más de 80 km de naturaleza y agua viva que atraviesa tres de los municipios de la región: San Felipe, Río Lagartos y parte de Tizimín. En este último, no hay que perderse una visita al puerto El Cuyo donde se puede practicar kayak en una laguna azul turquesa. Enclavado en plena selva, El Cuyo es un pequeño paraíso con música del caribe, ceviches y pescados del día, rodeado de palmeras en un ambiente de relajación total.