Explorando Macao un encuentro entre culturas y elegancia, la ciudad del futuro

Redacción (Madrid)

Macao, la «Perla del Oriente», es un destino que fusiona con gracia la rica herencia cultural china con la influencia colonial portuguesa. Este pequeño enclave, conocido por sus brillantes luces y opulentos casinos, es mucho más que una meca del juego; es un lugar donde la historia, la arquitectura y la gastronomía se entrelazan de manera única.

Uno de los tesoros más destacados de Macao es su casco antiguo, un laberinto de calles empedradas y coloridos edificios coloniales portugueses. La arquitectura de la iglesia de San Pablo, aunque en ruinas, sigue siendo impresionante, y sus escalinatas ofrecen vistas panorámicas que transportan a los visitantes a épocas pasadas.

La mezcla de la arquitectura colonial y los templos chinos crea una sinfonía visual única. Lugares como el Templo A-Ma, venerado tanto por budistas como por taoístas, encarnan la coexistencia armoniosa de diversas creencias en Macao.

La Cotai Strip, con sus deslumbrantes hoteles y casinos, es el epítome de la opulencia moderna. La arquitectura futurista y las instalaciones de clase mundial como el Venetian Macao atraen a visitantes de todo el mundo, convirtiendo a Macao en un destino de lujo y entretenimiento.

La influencia portuguesa se manifiesta también en la deliciosa gastronomía de Macao. Desde las tascas portuguesas que sirven bacalao y vino hasta los puestos callejeros que ofrecen la famosa tarta de huevo, la diversidad culinaria es un festín para el paladar.

Macao no solo es un lugar de contrastes arquitectónicos y culinarios, sino que también alberga eventos culturales vibrantes. El Festival de las Artes de Macao y el Festival Internacional de Fuegos Artificiales son solo dos ejemplos de la rica vida cultural que la ciudad ofrece.

En resumen, Macao es un crisol de culturas que ha logrado preservar y celebrar su historia mientras abraza el futuro con elegancia y estilo. Desde la arquitectura única hasta la mezcla culinaria y la emocionante escena del entretenimiento, Macao invita a los visitantes a un viaje cautivador donde la tradición y la modernidad convergen en una experiencia única.

Explorando la elegancia de Gion, un viaje a la tradición Japonesa

Redacción (Madrid)

Gion, un distrito histórico en Kioto, Japón, es un tesoro cultural que nos transporta a épocas pasadas. Con sus calles empedradas, casas de madera tradicionales y la presencia constante de maikos y geishas, Gion ofrece una experiencia única que fusiona el encanto del Japón antiguo con la elegancia moderna.

En el corazón de Gion se encuentra Hanami-koji, una calle icónica que se convierte en un escenario mágico al caer la tarde. Las linternas de papel iluminan el camino, creando una atmósfera fascinante que nos sumerge en la autenticidad de la cultura japonesa. Pasear por estas calles es como dar un paso atrás en el tiempo, sintiendo la esencia de la tradición que impregna cada rincón.

La presencia de las geishas y maikos añade un toque especial a Gion. Con sus kimonos elaboradamente decorados y su elegancia única, estas artistas tradicionales son símbolos vivientes de la cultura japonesa. Es posible tener encuentros con ellas mientras se desplazan entre las casas de té y los teatros, creando un vínculo entre el pasado y el presente.

Las casas de té, conocidas como ochayas, son una parte integral de la experiencia en Gion. Aquí, se puede disfrutar de la ceremonia del té y sumergirse en la refinada hospitalidad japonesa. La atención al detalle y la tranquilidad de estos espacios ofrecen una pausa serena en medio del bullicio de la ciudad moderna.

Durante el día, el Santuario Yasaka, situado en el extremo sur de Gion, brinda un escape espiritual. Sus torii (puertas tradicionales japonesas) rojas destacan entre el verde de los árboles, creando un paisaje sereno que invita a la reflexión. Este santuario, con sus festivales vibrantes y su conexión con la historia, agrega una dimensión espiritual a la experiencia en Gion.

La culminación perfecta de una jornada en Gion es una cena en uno de los restaurantes tradicionales. Aquí, se puede saborear la auténtica cocina kaiseki, una experiencia gastronómica refinada que presenta una variedad de platos exquisitos y estacionales. La presentación artística y la calidad de los ingredientes son una celebración de la excelencia culinaria japonesa.

En resumen, Gion es un enclave que encapsula la rica herencia cultural de Japón. Ya sea explorando las calles históricas, interactuando con geishas o sumergiéndose en la ceremonia del té, cada momento en Gion es una ventana al Japón tradicional. Este distrito emblemático nos recuerda que, en medio de la modernidad, aún podemos encontrar lugares donde la tradición y la elegancia se entrelazan de manera armoniosa.

Senso-Ji, un espacio sagrado en el corazón de una metrópolis

Redacción (Madrid)

En el corazón de la bulliciosa metrópolis de Tokio, donde la modernidad y la tradición convergen, se alza un monumento de serenidad y espiritualidad: el templo Senso-ji. Con una historia que se remonta a siglos atrás y una atmósfera que invita a la contemplación, el Senso-ji se destaca como el mayor templo de Tokio y una joya cultural y religiosa que atrae a visitantes de todo el mundo.

Situado en el distrito de Asakusa, el templo Senso-ji es un enclave venerado y una atracción turística de renombre en la capital japonesa. Su historia se dice que se remonta al año 628 d.C., cuando, según la leyenda, una estatua dorada de la diosa Kannon fue encontrada en el río Sumida por dos pescadores. Esta estatua, ahora resguardada en el templo, se convirtió en el núcleo de la adoración y estableció el templo Senso-ji como un lugar sagrado de devoción y peregrinación.

Ritual de purificación en el Templo Senso-Ji, Lugares y Más

Al entrar al recinto del Senso-ji, los visitantes son recibidos por la majestuosa puerta Kaminarimon, conocida como la «Puerta del Trueno». Esta puerta imponente, coronada por una enorme lámpara de papel, marca la entrada al templo y es un símbolo icónico de la ciudad de Tokio. Cruzar bajo la Kaminarimon es como traspasar una puerta hacia un mundo de espiritualidad y tranquilidad en medio del bullicio urbano.

El Nakamise-dori, un camino comercial que conduce al templo, está repleto de tiendas que ofrecen souvenirs tradicionales, dulces japoneses y artículos artesanales. Este pasaje vibrante y colorido añade un toque de vitalidad a la experiencia, permitiendo a los visitantes explorar y adquirir recuerdos mientras se dirigen al templo.

Una vez dentro del recinto del Senso-ji, los visitantes son recibidos por la pagoda de cinco pisos y el edificio principal del templo. La pagoda, con su arquitectura elegante y su esencia espiritual, ofrece vistas panorámicas de los alrededores desde su plataforma de observación. El edificio principal, con su intrincada decoración y su aura de devoción, invita a los visitantes a reflexionar y conectarse con lo divino.

Una parte esencial de la visita al Senso-ji es la ceremonia de purificación. Los visitantes utilizan el temizuya, una fuente de agua con tazones de madera, para lavar sus manos y boca antes de acercarse al santuario. Este ritual simboliza la purificación espiritual y la apertura del corazón a la experiencia sagrada que aguarda.

El Senso-ji es también el epicentro de festivales y celebraciones anuales, como el Sanja Matsuri, que atrae a multitudes de personas vestidas con trajes tradicionales y participando en procesiones y rituales festivos.

En resumen, el templo Senso-ji de Tokio es mucho más que una atracción turística; es un refugio espiritual y un símbolo del arraigado legado cultural de Japón. En medio de la agitación de la vida urbana de Tokio, el Senso-ji ofrece un santuario de calma, reflexión y devoción. Explorar sus terrenos y participar en sus rituales es una oportunidad única para conectarse con la historia, la espiritualidad y la belleza arquitectónica de Japón, todo dentro de los límites de una metrópolis moderna.

La isla de los fantasmas, La ciudad fantasma de Japón

Redacción (Madrid)

La Isla Hashima, también conocida como la Isla de los Fantasmas, es un destino turístico único y fascinante en Japón. Situada a unos 15 kilómetros de la ciudad de Nagasaki, esta pequeña isla de forma triangular ha sido testigo de una historia industrial y humana sorprendente, convirtiéndose en un lugar de gran interés histórico y turístico.

Durante el siglo XIX, la Isla Hashima se convirtió en un importante centro de extracción de carbón debido a sus abundantes reservas de este valioso recurso. La industria minera atrajo a miles de trabajadores y sus familias, lo que llevó al rápido crecimiento de la población en la isla. Para dar cabida a esta población en aumento, se construyeron bloques de apartamentos de concreto de alta densidad en la isla, lo que resultó en una apariencia apretada y sombría, que se asemejaba a una ciudadela o fortaleza, de ahí su otro nombre, «Gunkanjima» o «Isla Acorazado».

Durante el apogeo de la industria minera en la década de 1950, la Isla Hashima era una de las áreas más densamente pobladas del mundo, con aproximadamente 5,000 personas viviendo en sus escasos 6.3 hectáreas de terreno. Sin embargo, a medida que la demanda de carbón disminuyó y las fuentes de energía cambiaron, la isla se fue despoblando gradualmente. Finalmente, en 1974, la mina cerró definitivamente y los habitantes abandonaron la isla, dejándola en un estado de deterioro y abandono.

Hoy en día, la Isla Hashima es un sitio histórico y una atracción turística gestionada por el gobierno japonés. Aunque durante muchos años estuvo cerrada al público debido a preocupaciones de seguridad, en 2009 se abrió una parte de la isla para el turismo, lo que permitió a los visitantes explorar y aprender sobre su pasado industrial.

Uno de los aspectos más destacados de la visita es el recorrido por los edificios en ruinas y las estructuras abandonadas que todavía se conservan en la isla. Estas ruinas cuentan la historia de una época pasada y ofrecen una visión fascinante de la vida en la isla durante el apogeo de la minería de carbón.

Además, la Isla Hashima ha sido utilizada como escenario para varias películas y documentales, lo que ha aumentado aún más su atractivo turístico. Su aspecto desolado y su atmósfera misteriosa han atraído la atención de cineastas y fotógrafos de todo el mundo.

La Isla Hashima es un destino turístico intrigante y evocador que transporta a los visitantes a una época pasada de la historia industrial de Japón. Su apariencia sombría y sus edificios en ruinas cuentan la historia de una comunidad que prosperó y luego se desvaneció en el tiempo. Para los amantes de la historia y la exploración, la Isla Hashima ofrece una experiencia única y memorable que deja una impresión duradera en quienes tienen la oportunidad de visitarla.

El impresionante hotel de oro que inaugura Vietnam en plena pandemia del Covid-19

Redacción

Vietnam no es ajena a la pandemia de coronavirus que sufre el plantea, de hecho hace tiempo se decidió el cierre de sus fronteras. Sin embargo, en su capital Hanoi se ha inaugurado un hotel único y lujoso, ya que es el primero en ser construido con muros cubiertos de oro. Se trata del hotel Dolce by Wyndham Hanoi Golden Lake, que recibía esta semana el certificado de la Unión Internacional de Récords que lo acredita además como el único hotel del mundo con baldosas bañadas en oro.

Fachada, aseos, zonas de piscina y otras estancias en oro, Lugares y Más

El complejo cuenta con 120.000 metros cuadrados de su fachada de ladrillos recubiertos con el metal precioso y según explicó el propietario del hotel, Nguyen Huu Duong, buena parte del interior del establecimiento también está bañada en oro, como las bañeras, los lavabos, la ducha y el retrete de algunas habitaciones y la zona de las duchas junto a la piscina.
Duong explicó que su empresa, Hoa Binh, quería tener el hotel abierto para el Gran Premio de Fórmula Uno que iba a disputarse este año en la capital del país y que finalmente fue anulado.

Phuket y la capacidad de convertir cada fotografía en una postal única

Redacción

Bienvenidos a un auténtico paraíso. Estamos en Phuket (Tailandia) donde encontramos playas al sur multitudinarias y las del norte mucho más tranquilas. La mayoría de las playas como Patong, Kata, Karon, Hai Nan, Mai Khao o Nai Yang están pensadas para el disfrute y para el buceo, buceo con tubo, windsurf y vela.
Arrancamos nuestro viaje en Laem Phromthep, la mayoría de las fotografías de las impresionantes y hermosas puestas de sol de Phuket son tomadas desde aquí. La punta sur de la isla ofrece inolvidables atardeceres en días claros. Llegar temprano y sentarse a disfrutar de la puesta de sol allá donde se pierde el mar de Andamán es un momento de postal. Con su paisaje fácilmente reconocible por los marineros, es también la ubicación del faro Kanchanaphisek de 50 pies de altura, construido en 1996 para celebrar el 50 aniversario de la ascensión del rey al trono.
Nuestra siguiente parada es Kata, la playa gemela de Karon, ubicada al sur de ésta. De arena dorada, es famosa por ser la ubicación del mundialmente conocido resort Club Med. Al sur de Kata, dividida por un acantilado, se encuentra la playa Kata Noi, más privada y compacta. En este viaje también descubrimos Hat Kamala, una pacífica playa ubicada a dos kilómetros al norte de las playas de Kalim y Patong. En Kamala se encuentran los resorts más lujosos de Phuket y también es la sede de la comunidad musulmana de la isla.

Playas, montañas, vegetación y unas panorámicas sorprendentes, Lugares y Más


Y hablando de islas llega el momento de adentrarnos en Koh Racha. Dos ínsulas hermanas: Racha Yai y Racha Noi, ubicadas al sur de Phuket. Koh Racha Yai se caracteriza por sus playas de blanca y fina arena y sus aguas cristalinas. Subir hasta la cima de la colina en el centro de la isla y disfrutar de las vistas panorámicas es algo que el viajero no puede perderse. Las playas de Ao Siam, Ao Mar y Khon Kae son destinos ideales para bucear mientras que las playas del oeste prometen pintorescas puestas de sol a los ojos del viajero. Las costas rocosas de Koh Racha Noi, ubicada a solo 10 kilómetros de Racha Yai, es el resultado de la acumulación de piedras de coral. No es ideal para bañarse, pero se puede alquilar un barco para visitar la zona y practicar la pesca.

Mucho más que playas

Phuket tiene una larga historia como centro del comercio controlado por la comunidad china local Peranakan, una tradicional comunidad localizada en Singapur, Penang y Malaca. La mejor manera de conocer su rica historia es visitando el Museo Phuket Thaihua, ubicado en una mansión de estilo colonial británico de los años 30 y que en un principio fue la escuela de chino más antigua de Phuket. Distribuido en dos plantas, sus 16 galerías retratan los antepasados chinos de la isla y el crecimiento y la prosperidad de la ciudad de Phuket.
Es una de las ciudades más antiguas y con una larga historia en Tailandia. Solía ser el puerto más importante al oeste de la península de Malaca, donde la población china llegó para asentarse e impulsar negocio en una zona rica. Phuket fue gobernado por Portugal y Holanda. Esta es la razón por la que la isla se convirtió en la comunidad con mayor crecimiento, llegando a ser el punto de encuentro de esas dos grandes culturas de dos países diferentes. Los antiguos edificios de Phuket fueron construidos hace más de cien años. El estilo arquitectónico es occidental mezclado con un estilo moderno chino llamado ‘chino-portugués’ proyectado en azulejos, puertas o ventanas. No solamente son un símbolo en la ciudad de Phuket, sino que también forman parte de la vida cotidiana de la población local. Son utilizados como edificios institucionales, administrativos o bancos. Además, la ciudad organiza 6 rutas turísticas cortas por este Phuket antiguo para apreciar estos edificios y conocer más de cerca a la población y la historia local.

Historia de Phuket

Phuket se encuentra a unos 862 kilómetros al sur de Bangkok. Solo hay dos estaciones al año, la temporada verde (de mayo a octubre) y la estación cálida (de noviembre a abril) y está dividida en tres distritos: Amphoe Muang, Amphoe Thalang y Amphoe Kathu.
En los primeros días del comercio marítimo regional, el cabo de Phuket fue conocido localmente como Jungceylon, mientras que los lugareños lo llamaban Thalang, que evolucionó como nombre de la principal ciudad en el norte de la isla. Como una parada perfecta de refugio durante los monzones, Jungceylon daba la bienvenida a comerciantes de la India, Persia, Arabia, Birmania, China y Siam.
Durante el siglo XVI, la isla era un puerto comercial muy popular para el estaño. En 1785, la ciudad de Thalang fue rodeada por tropas birmanas que invadieron la zona costera. Fue bajo el liderazgo de Chan, la viuda del gobernador y su hermana Muk, que, uniendo a los residentes locales, expulsó a los invasores de Phuket tras más de 30 días de lucha. Como resultado de tales hechos, se otorgaron títulos de nobleza a Chan y Muk como Thao Thep Kasattri y Thao Srisoonthorn, respectivamente, hoy en día, todavía muy respetadas por los residentes de Phuket.
Cuando la ciudad se encontraba en un estado de paz, se desarrolló la minería. Empresarios y mineros chinos emigraron a Phuket y pronto disfrutaron de la floreciente riqueza. La larga historia de la isla ha creado lo que es hoy en día Phuket, un completo destino turístico que ofrece mucho más allá de su patrimonio natural del mar, arena blanca, bosques y sitios de buceo de renombre mundial. La arquitectura sino-portuguesa y la hospitalidad nunca han dejado de impresionar a los visitantes.