La próxima edición de la Feria internacional de Turismo, FITUR 2021 se celebrará del 19 al 23 de mayo del próximo año, según han acordado IFEMA y el Comité Organizador de FITUR, tras una decisión que, de forma excepcional, sitúa a esta convocatoria como esencial para la recuperación del negocio turístico, en unas fechas que permitirán preservar su alto impacto internacional y con ello, favorecer el re-encuentro profesional de empresas, países y destinos y el impulso tan necesario de la actividad turística mundial.
En la reunión del Comité Organizador de FITUR, encabezado por el Presidente de IBERIA, Javier Sánchez Prieto, también han intervenido el Secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés; el Secretario General de OMT, Zurab Pololikashvili; el Presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, CEHAT, Jorge Marichal; el Presidente de la Confederación Española de Agencias de Viaje, CEAV, Carlos Garrido, y el Presidente de la Mesa del Turismo, Juan Molas, entre otros.
Por su parte, IFEMA está centrando todos sus esfuerzos en presentar una edición destinada a contribuir a la recuperación del turismo en un momento en que el papel dinamizador de FITUR es crítico y decisivo. Para ello, es particularmente importante poner el foco en optimizar su capacidad de convocatoria, además de en enriquecer sus contenidos especializados y nuevos nichos de negocio, así como en potenciar espacios de conocimiento que contribuyan a relanzar la actividad turística, nacional e internacional, como uno de los grandes motores de crecimiento económico del mundo y muy especialmente en España, donde el sector turístico es el más importante, tanto en términos de PIB, como de empleo.
FITUR cuenta con el apoyo unánime de la industria turística de España y es actualmente la segunda feria más importante del mundo y primera en su impacto en el ámbito iberoamericano. Cada edición reúne a más de 11.000 empresas de 165 países, así como representaciones oficiales de gran parte de las naciones del mundo.
Constituye además el mayor acontecimiento en España en torno al negocio turístico, con más de 250.000 asistentes de todo el mundo, así como en cuanto a innovación y promoción de nuevos segmentos de turismo, liderazgo tecnológico en gestión turística, y herramienta de transferencia de conocimiento.
Su alta representatividad está igualmente reconocida a través del respaldo de la Organización Mundial del Turismo, OMT, con sede en Madrid; vínculo que también se materializa en el ámbito de la Junta Directiva de Miembros Afiliados de la OMT que actualmente preside IFEMA/FITUR.
Su convocatoria anual representa un impacto económico de 330 millones de euros, con la consecuente repercusión directa en la recuperación de la actividad turística y dinamización de los sectores vinculados al turismo en Madrid.
Volotea aumenta vuelos en plena crisis del Covid. La compañía ofrecerá 143 rutas durante el período de Navidad, de las que 60 son exclusivas, y aumentará en un 33% sus asientos disponibles con respecto a 2019. Otra de las novedades es que en Barcelona, y a partir del 21 de diciembre, Volotea abrirá conexiones con Verona, con dos frecuencias semanales. En total, la aerolínea ofrecerá tres conexiones desde el Prat: Nantes, Estrasburgo y Verona.
En todos sus mercados, Volotea ha modificado su red y desarrollado su oferta nacional para el periodo de Navidad. La compañía también ha aumentado la frecuencia de sus rutas de invierno y ha creado 10 nuevas conexiones, cada una de ellas operada dos veces por semana (Lanzarote-Oviedo; Bilbao-Granada; Granada-Oviedo; Gran Canaria-Oviedo; Lille-Nantes; Barcelona-Verona; Génova-París; Luxemburgo -Toulouse, Nantes-Perpiñán y Lille-Perpiñán; estas dos últimas siendo rutas de verano operadas por primera vez en invierno).
En total, Volotea ofrecerá más de medio millón de asientos durante el período de Navidad, un 33% más que el año pasado. «Hemos estado trabajando duro para ofrecer a nuestros clientes las mejores opciones de vuelo”, ha explicado Carlos Cerqueiro, director de Desarrollo Corporativo de la aerolínea.
Algún día viviré en Lisboa. Estoy convencido. La capital de Portugal es un regalo para los sentidos que muestra sin complejos sus mil contrastes y que te recibe con las mejores panorámicas de Europa. Esta es una de las mejores épocas para visitar Lisboa. La cuna del Fado luce sobria durante el mes de enero y su temperatura permite disfrutar de la ciudad tanto de día como de noche, sin preocuparse del húmedo calor del verano y solo pendiente de los días de lluvia continua. El majestuoso Cristo Rei, con sus 28 metros de altura y réplica del Río de Janeiro, nos recibe mirando a la ciudad. Su imagen con los brazos abiertos expone bien el sentir del lisboeta. Mentalidad abierta y agradable , aquí siempre es bien recibido. El Cristo vigila mientras cruzamos en coche el puente del 25 de Abril, suena el » Fado Portugués » de Amália Rodrigues en la radio y la sensación de nostalgia se hace presente. Aquí empieza un viaje por una ciudad llena de historia, recuerdos y rincones por descubrir.
Avanzamos por el majestuoso puente, lo hacemos un piso por encima de las vías que permiten circular por el mismo a trenes, ésta es la entrada principal a la ciudad y desde aquí Lisboa muestra su esplendor con diferencias drásticas entre la parte nueva y la parte vieja de la urbe. El puente del 25 de Abril se llamó antes Puente Salazar ya que se construyó durante el mandato del dictador portugués. Hoy su nombre hace homenaje al día en el que el país recuperó la democracia. Seña y símbolo de todo un país nos abre la puerta de la ciudad. Nuestra primera parada es la Avenida de la Liberade. Con apariencia próxima al Paseo de la Castellana Madrid, aunque aquí dicen que está hecha a imagen y esta arteria maravillosa de la capital de Portugal se acerca en servicios a la Calle Serrano con hoteles de cinco estrellas y tiendas de marcas caras a ambos lados. Allí, sobre Loewe y frente a Gucci, nos espera el hotel Tivoli. Es sin duda uno de los más conocidos y una elección segura, su impresionante lobby da paso a un establecimiento sobrio, lleno de detalles y con habitaciones lujosas y cuidadas. Nada más llegar nos sugieren visitar la última planta, en el noveno piso un restaurante recibe a los comensales mirando a Lisboa con una terraza en madera y blanco, y una de las vistas más bonitas de la ciudad. Desde aquí todo está a un paso, especialmente algunos barrios históricos como el Barrio Alto o Chiado.
A la Plaça de Rossio Sin tiempo para el descanso nos ponemos en marcha. La urbe cuenta con más de medio millón de habitantes y se sitúa sobre 7 colinas. Mientras bajo caminando la Avenida de la Liberade recuerdo las inmensas playas que se encuentran a pocos kilómetros, es sin duda la gran ventaja de visitar la zona en verano: un baño en Carcais siempre merece la pena.
Sin darme cuenta entro en la Plaça de Rossio, una de las más bonitas y céntricas de la ciudad ( su nombre oficial en Plaça D.Pedro IV ). La fuente central en punto de encuentro entre residentes y de referencia para turista, aquí manda la tradición darse un baño tras graduarse y después tomar en un local cercano una Ginnjinha, bebida destilada con sabor a cereza. Chupito en mano continuamos nuestro paseo . Vendedores ambulantes, camareros reclamando nuestra atención…la vida no dista mucho de una tarde en Madrid o Roma, pero aquí el ritmo es más relajado. La noche cae y el Elevador de Santa Justa nos lleva al Barrio Alto. Calles estrechas y presencia de cerámica y azulejos nos recuerdan la antigua colonización musulmana. Caminamos hasta Largo do Chiado, donde dicen más chirrían los tranvías de todo Lisboa. Aquí lo más tradicional es probar el bacalao y sus mil formas de prepararlo pero nos decantamos por cena ligera y un posterior espirituoso, no en vano estamos en una de las zonas de ocio nocturno de la ciudad. Desde la Plaça bajamos por Rua das Flores hasta el número 64, allí en una mezcla de tienda, restaurante y bar nos encontramos con una Queijaria. Sobre la mesa: ensalada, vino portugués y variedad de quesos de la zona; pero destaca de manera especial el Queijo da Serra, procedente de la región de Sierra de la Estrella. Es uno de los más famosos de la cocina Lusa. Es de aspecto muy mantecoso ( aunque hay variantes más secas ) y de textura untosa, el aroma y sabor que despide es suave , y ligeramente acidulado. Como imagináis del famoso queso no quedo nada en el plato. Tras cumplir con nuestra cena nos percatamos de que aún es temprano, en Lisboa muchos restaurantes cierran la cocina a las 22:00 horas. El espirituoso nos espera, no hay mucho más que contar, solo que a cierta hora de la noche eché de menos España.
Café Portugués
Decía Saramago que «España y Portugal son como dos hermanos siameses que nacieron unidos por la espalda y que jamás se han visto » y posiblemente tuviera razón. Estamos en la » A Brasileira «, la cafetería más emblemática de la ciudad, fue inaugurada por Adriano Telles el 19 de noviembre de 1905. Su principal reclamo el de entonces y el de ahora, era servir el más genuino café de Brasil, una bebida que por aquel entonces era más apreciada por el pueblo llano. Aquí se rinde culto a la literatura y a los grandes autores del país mientras degustamos ese café, aunque ahora el de producción local es de mayor calidad. Nuestro tiempo para el desayuno termina y la zona nueva de la urbe nos espera, nos vamos hasta el lugar donde se celebró la Expo de Lisboa. Esta nueva zona alberga edificios de oficinas y residenciales, junto a zonas verdes y un gran centro comercial. Las vistas impresionan y se pierden en el horizonte junto al Puente Vasco de Gama que es el más largo de Europa y se construyó para la Expo del ´98 tiene 17 km de longitud y 10 de ellos sobre el agua. El marco es el perfecto para recibir a los turistas y visitantes, por esa razón aquí se ubica la Feria Internacional de la ciudad, lugar de encuentro profesional de diferentes disciplinas.. Uno de los fados de Amália resuena en mi cabeza mientras buscamos refugio para comer. En el centro de la ciudad, a pocos metros del Tivoli, encontramos una propuesta diferente en el Restaurante Sancho. El tosco y fiel amigo de Don Quijote tiene aquí un pequeño homenaje a su figura con un vivero de langostas y pescados siempre frescos. Si vais a Lisboa no dejéis de visitarlo y empezad, si os gustan, por unas ostras…no hay palabras.
Largo do Cormo En esta plaza se encuentran las ruinas del Convento de Carmen. En la zona de Chiado es sin duda el escenario principal de la revolución del 25 de Abril de 1974 también conocida como » La revolución de los Claveles» que provocó la caída de la dictadura salazarista, que dominaba Portugal y permitió que las últimas colonias portuguesas lograran su independencia en poco más de un año y medio.