Una de las claves para recuperar la confianza, es «el primer viaje». Tenemos claro que la suma de experiencias individuales irá contribuyendo a mejorar los sistemas y los procedimientos, y a los viajeros a dejar atrás los miedos y preocupaciones que nos genera ese primer paso de aventurarnos a la experiencia de retomar el mando de nuestro tiempo libre. Transporte, salud y turismo coordinados es la base necesitamos para que la gente pueda viajar con seguridad, la vacunación nos acerca cada día más a este sueño. El Ministerio de Sanidad quiere que el certificado digital verde que prepara la Unión Europea entre en funcionamiento en junio para que esté plenamente vigente durante la campaña de verano. Este documento, que tiene como objetivo reactivar el turismo en el continente, acreditará que su portador esté vacunado, que tiene una PCR negativa o que ya ha pasado la covid-19.
No ha sido creada como una herramienta discriminatoria que otorgue o recorte derechos, , ni siquiera el de viajar, y que en principio limitará su aplicación a facilitar la movilidad internacional, sin ir más allá, no se prevé ampliar el uso del certificado al ámbito del día a día ni a las relaciones laborales, su uso será exclusivamente para este uso. Pero sus propietarios sí tendrán ventajas respecto a quien no lo tiene: no deberán realizar cuarentena en el país al que acudan y tampoco tendrán que someterse a pruebas en el aeropuerto a su llegada. Bastará que muestren el documento, un código QR o en formato físico, para poder comenzar a circular por el país sin restricciones. El certificado contendrá información de tres cuestiones, además de la identificación de la persona: vacuna del titular, qué vacuna, qué fecha, si se ha completado la pauta completa o no, es decir, una o dos dosis; si la persona ha superado la enfermedad en un plazo reciente y por tanto tiene una inmunidad adquirida, y, tercero, si se ha hecho algún tipo de prueba diagnóstica de infección activa de la enfermedad, una PCR o una prueba de antígenos.
Los principios de este certificado para que no sea excluyente comienza con una vacuna gratuita, pública y universal. El certificado no ha de ser necesario y obligatorio para viajar, sino complementario, además de ser gratuito y expedido por las autoridades públicas. Así como su extinción cuando la alerta sanitaria pase. Los certificados digitales verdes deberán expedirse a los ciudadanos de la UE y a sus familiares, independientemente de su nacionalidad. También deberán expedirse a nacionales de terceros países que residan en la UE y a visitantes que tengan derecho a viajar a otros Estados miembros. Tenemos claro que este certificado digital es el puente que nos faltaba para reforzar la recuperación del sector turístico. Su implantación se espera para el mes de Junio, una realidad que cada día está más cerca de cumplirse.
Volvemos a viajar. Con la llegada del 2021 los españoles parecen animarse a retomar la vieja costumbre de viajar pero buscando opciones que hasta ahora estaban descartadas. De hecho el 50% del tiempo que los clientes pasan revisando una oferta lo invierten en analizar las medidas sanitarias de los hoteles, lo que refleja un cambio de mentalidad por parte de los viajeros. Ya no buscamos grandes viajes, ni nos complicamos la vida en grandes viajes que no sabremos si podremos realizar. Ahora los cierres puntuales y las medidas que se han tomado a nivel local han provocado un cambio radical en la elección del destino. La tendencia son las llamadas “escapadas burbuja”. El concepto es muy sencillo: viajar puntualmente a municipios sin restricciones de movilidad y donde no sea necesario guardar cuarentena.
Este tipo de cuestiones están permitiendo que muchos destinos que hasta ahora no se presentaban como opción turística, se posicionen como válidas debido a que no se cierran de manera perimetral o no es necesario una cuarentena para acceder a los mismos. La buena noticia para el sector es que el turista español tiene ganas de viaje. El año 2020 lejos de alejar el interés por realizar una escapada o planificar un descanso; ha agitado la necesidad de sentir una cierta normalidad y de llevar a cabo una de las actividades que más se valora es España: viajar.
Se encuentra en el centro de Italia y se extiende desde los Apeninos hasta el mar Tirreno. Los paisajes, el patrimonio artístico y las ciudades importantes, comenzando por Florencia, hacen de Toscana una protagonista indiscutible en el panorama turístico mundial.
En esta región, la naturaleza presenta manifestaciones diferentes, comenzando por la costa, que alterna largas playas de arena, como la de Versilia, con acantilados y promontorios rocosos.
Son incomparables las islas del Archipiélago Toscano, rodeadas de vegetación mediterránea, un mar cristalino y ricos fondos marinos.
Otros panoramas naturales se pueden admirar en los Alpes Apuanos y en muchas áreas protegidas, incluida la laguna de Orbetello, hogar de numerosas especies de aves migratorias, como la garza rosa. Pero los paisajes más característicos de la región son los que mezclan armoniosamente la belleza de la naturaleza con la milenaria presencia del ser humano.
El esplendido Golfo de Baratti y los lugares arqueológicos de Vetulonia, Vulci y Pitigliano preservan necrópolis y restos de la civilización etrusca, mientras que Roselle y Cosa nos ofrecen recuerdos de la época romana. También encontramos por todo el territorio pueblos medievales, ciudades ricas en historia, castillos y fortificaciones, iglesias rurales (llamadas «pieve») e impresionantes abadías, como la de San Antimo. Sus perfiles destacan en los paisajes de las Crete Senesi, Val d’Orcia, Garfagnana, Chianti y Maremma. Numerosas son también las localidades termales: Montecatini, Saturnia, Montepulciano, Monsummano y Bagno Vignoni que, gracias a las aguas termales y a los centros equipados que realizan todo tipo de tratamientos, ofrecen vacaciones de relax. Las provincias son: Florencia (capital), Arezzo, Grosseto, Livorno, Lucca, Massa Carrara, Pisa, Pistoia, Prato y Siena.
Cuna de los Medici
Muchas son las «excelencias» de la región, reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, empezando por Florencia.
Famosa en todo el mundo, el antiguo señorío de los Medici es la cuna de la cultura y del arte por excelencia. Es un auténtico museo al aire libre que conserva numerosos monumentos, como la Catedral con el campanario de Giotto, Santa Maria Novella, Palacio Vecchio o la Galería de los Uffizi, con obras maestras únicas en el mundo.
Pero el encanto de Florencia también es debido en gran parte a Lungarno, al característico Ponte Vecchio y a las tiendas de artesanía que animan las calles del centro.
Otro destino extraordinario es Siena con su centro medieval, también inscrito en la UNESCO, que culmina con la característica Plaza del Campo, donde tiene lugar el Palio.
Pisa reúne en la Plaza dei Miracoli sus principales monumentos, incluida la famosa Torre inclinada, creando un espacio de gran valor artístico, protegido por la UNESCO.
Pienza es la «ciudad ideal» creada por el Papa Pío II según los canones del Renacimiento. La escénica disposición de los espacios y la riqueza de los edificios hacen que sea un tesoro de arte incluido también en la lista de la UNESCO.
Entre las ciudades más pequeñas en la región se encuentra San Gimignano, un pueblo medieval caracterizado por las torres y casas-torres, reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Muchos más son los aspectos característicos de la región, pero una mención especial se merece Val d’Orcia, sitio protegido por la UNESCO por la belleza de sus paisajes que han inspirado a muchos artistas del Renacimiento.
Para todos los turistas
Toscana es una tierra para vivir intensamente, debido a su amplia oferta turística capaz de satisfacer todas las necesidades: vacaciones «activas», estancias tranquilas e intinerarios especiales que combinan naturaleza, arte e historia.
La costa, que alterna playas de arena y zonas rocosas, así como las islas del Archipiélago Toscano ofrecen la oportunidad de vivir intensamente el mar conjugando relax, actividad física y deportes acuáticos: desde vela hasta el windsurf, desde la canoa hasta el buceo en fondos marinos conocidos por su belleza.
La mejor manera de visitar la costa y sus bosques de pino verde es la bicicleta.
El entretenimiento por las noches está garantizado en los bares de moda y discotecas de Viareggio, Forte dei Marmi, Porto Ercole y Porto Santo Stefano.
Famosa por sus paisajes, Toscana es el lugar ideal para pasar unas vacaciones en la naturaleza: desde Garfagnana hasta Maremma, desde Casentino hasta Chianti, en cualquier parte se pueden hacer excursiones a pie, bicicleta de montaña y paseos a caballo, tal vez hospedándose en una casa rural.
Las numerosas áreas protegidas encierran entornos excepcionales, como las cumbres de los Alpes Apuanos, la laguna di Orbetello y el Parque de la Maremma, dominados por el bosque mediterráneo.
Increíbles rutas permiten descubrir los recursos mineros de la región, como el Parque Arqueo-Minero de San Silvestro, que contiene la historia milenaria de la extracción llevada a cabo en las colinas Metalíferas a través de recorridos geológicos de las minas, mientras que en los Alpes Apuanos se pueden visitar las preciosas canteras de mármol blanco.
Entre los bellos paisajes y los restos históricos medievales, la Vía Francígena es un viaje espiritual de singular encanto y actualidad, que aún hoy atrae a turistas y devotos.
Para una estancia en nombre del bienestar se puede acudir a una de las numerosas localidades termales, cada una de ellas con características únicas, como Saturnia, Montecatini o Monsummano Terme, famosa por sus curas desintoxicantes y del cuidado de la piel.
Hay muchos itinerarios gastronómicos, como los de las rutas del vino con paradas en las bodegas para la degustación de excelentes producciones acompañadas de deliciosos productos locales.
Toscana ofrece un calendario lleno de eventos culturales, religiosos y folklóricos: el Palio de Siena y el Carnaval de Viareggio, famosos en el extranjero, la Justa del Sarraceno de Arezzo, el «scoppio del carro» en Florencia el domingo de Pascua, además de una infinidad de festivales locales.
Y para comer…
Los orígenes de la cocina regional son muy populares y rurales, como se evidencia en los ingredientes básicos: pan (incluso el pan duro), farro, legumbres y hortalizas.
Los entrantes típicos son las tostadas con una mezcla de hígados de pollo y bazo, la panzanella y los embutidos, entre los cuales destaca la finocchiona: salchichas aromatizadas con hinojo.
El entrante típico se compone de sopas, entre las cuales está la famosa ribollita o sopa de habas, la sopa de farro, los pici (una especie de espaguetis populares en Siena) y las pappardelle con salsa de liebre.
Entre los platos de pescado es muy popular el Cacciuco, junto con las triglie y el stoccafisso: pescado seco a la livornese.
Entre los platos de carne el más representativo es el bistec a la florentina; es también muy conocida la carne de gallineta, la carne de cerdo y la caza.
Dulces tradicionales son el castagnaccio (pastel de castañas), el buccellato y los cantucci.
La producción de vino es excelente por la variedad y la calidad: aquí se producen los mejores vinos de Italia, desde el Chianti al Vino Nobile Montepulciano, el Brunello de Montalcino, el Vernaccia de San Gimignano y muchos más, hasta llegar al Vin Santo, un vino dulce que se toma con los cantucci.