Tamara Cotero
Lugares que nos dejan sin palabras, este es uno de ellos, La capilla de los huesos, se encuentra contigua a la iglesia de San Francisco, en Évora, Portugal. Construida por un fraile Franciscano, con esqueletos de cementerios de los alrededores, cuyo propósito se cree que fue intentar hacer ver lo efímero de la vida en la región. No sabemos si lo consiguió, pero lo que está claro es que es imposible no impresionarse ante la imagen de alrededor de 5000 esqueletos, incrustados en sus paredes, creando una arquitectura macabra y escalofriante. La inscripción que nos recibe en la entrada, nos augura lo que está por venir, “ Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos”, adentrarse entre esos muros sobrecoge el alma, imaginamos que esa era la intención, pues bien, podemos decir que propósito conseguido. Además se encuentran colgados esqueletos completos, uno de ellos de un niño, lo que proporciona, si era poco todo lo anterior, que nos recorra un escalofrío adicional. Évora esconde otros tesoros que nos dejarán mejor sabor de boca, rodeada por la región de Alentejo, terrenos llenos de olivares, ciudades fortificadas, nos traslada a vivir una experiencia tradicional portuguesa incluida su gastronomía.
Évora cuenta con el templo romano de Diana, el mejor conservado de la península Ibérica, la biblioteca pública que se encuentra a escasos metros es una de las que contienen mayor patrimonio del país, la Catedral de Santa María, templo medieval con apariencia de fortaleza y cuya construcción comenzó a principios del s.XIV, Praça do Giraldo, homenaje del Rey a Geraldo que reconquistó la ciudad en 1167 a los moros, todas las calles te llevan a esta plaza, zona neurálgica, de la restauración, tiendas, donde el ajetreo de la gente yendo y viniendo hipnotiza.
Nos consta que Évora es un museo al aire libre que desde el Crómlech de los Almendros, con sus esculturas megalíticas, datadas entre el 6.000 y 3.000 a.c., los vestigios celtas, romanos, visigodos, moros, medievales, nos llevan de época en época hasta hoy, considerada Patrimonio Mundial de la Unesco es un destino que llenará de imágenes el baúl de nuestros recuerdos.