Explorando el silencio blanco, un viaje a la Antártida

Redacción (Madrid)

La Antártida, un vasto continente de hielo y misterio, es uno de los destinos más remotos y menos explorados del planeta. Este frío desierto, habitado principalmente por pingüinos, focas y científicos, ofrece una experiencia única para aquellos aventureros intrépidos dispuestos a enfrentarse a sus desafíos y descubrir sus maravillas.

La aventura hacia la Antártida comienza con un viaje en barco a través de aguas tumultuosas y, en algunos casos, una travesía aérea desde Tierra del Fuego. A medida que te acercas, el paisaje se transforma, revelando icebergs majestuosos y montañas cubiertas de nieve que se alzan como guardianes silenciosos del continente blanco.

Una vez en la Antártida, te sumerges en un mundo de calma extrema. La vastedad del paisaje, la inmensidad del hielo y el silencio que solo es interrumpido por el crujido distante de los glaciares crean una atmósfera surrealista. Cada rincón parece congelado en el tiempo, ofreciendo una visión única de la naturaleza en su forma más primitiva.

Visitar la Antártida también significa encontrarse con su fauna única. Colonias de pingüinos, como los Adelie y los Emperador, comparten su hogar en estas gélidas tierras. Las focas descansan sobre los bloques de hielo, y las ballenas juegan en las aguas frías. Es un espectáculo natural que supera cualquier expectativa.

Para los entusiastas de la ciencia, la Antártida ofrece la oportunidad de visitar estaciones de investigación, donde científicos de todo el mundo llevan a cabo investigaciones en campos como la climatología, la biología marina y la astrofísica. Estas estaciones son oasis de actividad humana en medio de la soledad glacial.

Aunque el turismo en la Antártida es rigurosamente controlado para preservar su delicado ecosistema, las excursiones en pequeñas embarcaciones te acercan a las maravillas naturales sin perturbar su equilibrio. Desde el estrecho de Lemaire hasta la península Antártica, cada lugar cuenta una historia única de la vida en condiciones extremas.

En resumen, la Antártida es un destino que va más allá de las palabras. Es un viaje hacia lo desconocido, hacia un paisaje de belleza brutal y una naturaleza inmutable. Explorar este continente helado es sumergirse en un mundo de serenidad y asombro, una experiencia que redefine la noción misma de aventura.

Explorando San Petersburgo, tesoros culturales en la Venecia del Norte

Redacción (Madrid)

San Petersburgo, la joya cultural de Rusia, es una ciudad que respira historia y arte en cada esquina. Fundada por el zar Pedro el Grande en 1703, esta metrópoli a orillas del río Neva es un crisol de arquitectura monumental, museos impresionantes y una rica herencia cultural que la convierte en un destino imperdible.

El corazón de San Petersburgo es el Palacio de Invierno, una maravilla arquitectónica que alberga el famoso Museo del Hermitage. Este colosal complejo es el segundo museo más grande del mundo y alberga una colección asombrosa que abarca desde tesoros egipcios hasta obras maestras de la pintura europea. Explorar las opulentas salas del Hermitage es como viajar en el tiempo a través de la grandeza de la historia y el arte.

San Petersburgo también es conocida por sus canales, lo que le ha valido el apodo de «Venecia del Norte». Un paseo en barco por el río Neva y los canales que serpentean por la ciudad ofrece una perspectiva única de los magníficos palacios y edificios históricos que se alzan a lo largo de las orillas. Durante las noches blancas del verano, cuando el sol apenas se pone, estos paseos adquieren una atmósfera mágica.

La Catedral de San Isaac, con su cúpula dorada que domina el horizonte, es otro ícono de la ciudad. Desde lo alto de sus columnas, se obtienen vistas panorámicas de San Petersburgo, una experiencia que mezcla la grandiosidad arquitectónica con la belleza natural que rodea la ciudad.

Un viaje a San Petersburgo también es un viaje al mundo literario de Dostoievski y Pushkin. El apartamento-museo de Dostoievski permite a los visitantes sumergirse en la vida y obra de este maestro de la literatura rusa. Mientras tanto, la Casa Museo de Pushkin es un homenaje al gran poeta, mostrando sus pertenencias personales y ofreciendo una visión única de su tiempo.

No se puede dejar de mencionar la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada, un espectacular edificio construido en el lugar donde Alejandro II fue asesinado. Sus cúpulas multicolores y sus mosaicos intrincados la convierten en un hito arquitectónico y artístico de San Petersburgo.

La Avenida Nevski, la principal arteria de la ciudad, es el lugar perfecto para experimentar la vida moderna de San Petersburgo. Llena de tiendas, restaurantes y vida nocturna, esta avenida es testigo de la mezcla entre la rica herencia histórica y la vitalidad contemporánea de la ciudad.

En resumen, San Petersburgo es un destino que ofrece una sinfonía de arte, historia y cultura. Desde sus majestuosos palacios hasta sus románticos canales, la ciudad cautiva a cada paso. Explorar San Petersburgo es adentrarse en la esencia misma de Rusia, donde el pasado y el presente se entrelazan en una danza fascinante.

California del Norte, tesoro turístico del oeste de los EEUU

Redacción (Madrid)

California del Norte, con su diversidad geográfica y cultural, se erige como un tesoro turístico en el oeste de los Estados Unidos. Desde la majestuosidad de las secuoyas hasta la vitalidad de las ciudades cosmopolitas, la región ofrece una experiencia única que combina la belleza natural con la innovación moderna.

Comenzando con la naturaleza, los Parques Nacionales de California del Norte son verdaderos santuarios. El Parque Nacional de las Secuoyas es hogar del famoso Bosque de las Secuoyas Gigantes, donde árboles imponentes y centenarios se elevan hacia el cielo en una sinfonía de verde. Este rincón natural invita a la reflexión y a la maravilla frente a la grandeza de la madre naturaleza.

No muy lejos, las costas escarpadas del Parque Nacional Redwood, con sus bosques de secoyas junto al océano, proporcionan un telón de fondo impresionante para quienes buscan aventuras en la naturaleza. Senderismo entre estos gigantes es una experiencia que conecta con la esencia primitiva de la Tierra.

La región vinícola de Napa Valley es otro imán para los visitantes, ofreciendo no solo vinos exquisitos, sino también paisajes pintorescos de viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista. Catas de vino, gastronomía de clase mundial y vistas espectaculares conforman una experiencia indulgente que combina placeres culinarios con el deleite visual.

No obstante, California del Norte no se limita a sus maravillas naturales. San Francisco, con su famoso puente Golden Gate y colinas ondulantes, es una ciudad que respira innovación y diversidad. Desde los tranvías que serpentean por las empinadas calles hasta el bullicioso distrito de Fisherman’s Wharf, la ciudad ofrece un panorama cultural vibrante y una mezcla única de tradición y modernidad.

La cercana Silicon Valley, epicentro mundial de la tecnología, es un lugar fascinante para aquellos interesados en la innovación. Visitas a empresas emblemáticas, museos de tecnología y el pulso constante de la innovación hacen de esta región un imán para los entusiastas de la tecnología.

No se puede hablar de California del Norte sin mencionar la belleza de la costa del Pacífico. La Ruta 1 serpentea por acantilados escarpados, brindando vistas panorámicas del océano que quitan el aliento. Pararse en los acantilados de Big Sur o visitar la encantadora ciudad costera de Mendocino es sumergirse en la serenidad de la costa del Pacífico.

En conclusión, California del Norte es una sinfonía de maravillas naturales, innovación y cultura diversa. Desde los árboles gigantes hasta los rascacielos de Silicon Valley, la región ofrece una experiencia turística que satisface todos los gustos. Explorar California del Norte es emprender un viaje que despierta los sentidos y deja una impresión duradera, un testimonio de la riqueza y diversidad que este rincón de Estados Unidos tiene para ofrecer.

Benillup, un tesoro escondido en la provincia de Alicante

Redacción (Madrid)

En el corazón de la provincia de Alicante, entre las onduladas colinas y los olivares que pintan el paisaje mediterráneo, se encuentra el encantador pueblo de Benillup. Aunque modesto en tamaño, este rincón es un tesoro escondido que cautiva a quienes tienen la suerte de descubrirlo.

Benillup, con sus calles estrechas y empedradas, respira autenticidad y tradición. Este pequeño pueblo español ofrece a los visitantes una experiencia tranquila y alejada del bullicio de las zonas turísticas más concurridas. Aquí, el tiempo parece desacelerarse, permitiendo a los viajeros sumergirse en la auténtica vida rural.

La Plaza Mayor de Benillup es el corazón palpitante del pueblo. Rodeada por edificios de arquitectura típica mediterránea, esta plaza invita a sentarse en una terraza, disfrutar de un café y observar la vida local. Los habitantes de Benillup, conocidos por su hospitalidad, a menudo comparten sonrisas y saludos con los visitantes, creando un ambiente cálido y acogedor.

La iglesia parroquial de San Juan Bautista destaca con su arquitectura sencilla pero elegante. Esta construcción histórica, que se remonta a varios siglos, es un recordatorio de la rica herencia cultural de Benillup. Al explorar sus alrededores, uno puede sentir la conexión del pueblo con sus raíces y su profundo respeto por la historia.

Los alrededores de Benillup ofrecen oportunidades para explorar la naturaleza circundante. Rutas de senderismo serpentean por los alrededores, llevando a los excursionistas a través de campos de almendros y paisajes de una belleza serena. Las colinas que rodean el pueblo ofrecen vistas panorámicas impresionantes que valen la pena descubrir, especialmente al atardecer.

La gastronomía local de Benillup refleja la simplicidad y la frescura de los ingredientes mediterráneos. Pequeños restaurantes y tabernas ofrecen platos tradicionales, desde paellas hasta tapas, preparados con productos locales que resaltan los sabores auténticos de la región.

En resumen, Benillup, con su encanto rústico y su conexión con la naturaleza, ofrece a los viajeros una experiencia auténtica y alejada de las multitudes. Este pueblo, anclado en la historia y la cultura de la región, es un recordatorio de que a veces las joyas más valiosas se encuentran en los lugares menos conocidos. Explorar Benillup es descubrir la belleza de lo auténtico y sumergirse en la esencia misma de la vida española.

Explorando Macao un encuentro entre culturas y elegancia, la ciudad del futuro

Redacción (Madrid)

Macao, la «Perla del Oriente», es un destino que fusiona con gracia la rica herencia cultural china con la influencia colonial portuguesa. Este pequeño enclave, conocido por sus brillantes luces y opulentos casinos, es mucho más que una meca del juego; es un lugar donde la historia, la arquitectura y la gastronomía se entrelazan de manera única.

Uno de los tesoros más destacados de Macao es su casco antiguo, un laberinto de calles empedradas y coloridos edificios coloniales portugueses. La arquitectura de la iglesia de San Pablo, aunque en ruinas, sigue siendo impresionante, y sus escalinatas ofrecen vistas panorámicas que transportan a los visitantes a épocas pasadas.

La mezcla de la arquitectura colonial y los templos chinos crea una sinfonía visual única. Lugares como el Templo A-Ma, venerado tanto por budistas como por taoístas, encarnan la coexistencia armoniosa de diversas creencias en Macao.

La Cotai Strip, con sus deslumbrantes hoteles y casinos, es el epítome de la opulencia moderna. La arquitectura futurista y las instalaciones de clase mundial como el Venetian Macao atraen a visitantes de todo el mundo, convirtiendo a Macao en un destino de lujo y entretenimiento.

La influencia portuguesa se manifiesta también en la deliciosa gastronomía de Macao. Desde las tascas portuguesas que sirven bacalao y vino hasta los puestos callejeros que ofrecen la famosa tarta de huevo, la diversidad culinaria es un festín para el paladar.

Macao no solo es un lugar de contrastes arquitectónicos y culinarios, sino que también alberga eventos culturales vibrantes. El Festival de las Artes de Macao y el Festival Internacional de Fuegos Artificiales son solo dos ejemplos de la rica vida cultural que la ciudad ofrece.

En resumen, Macao es un crisol de culturas que ha logrado preservar y celebrar su historia mientras abraza el futuro con elegancia y estilo. Desde la arquitectura única hasta la mezcla culinaria y la emocionante escena del entretenimiento, Macao invita a los visitantes a un viaje cautivador donde la tradición y la modernidad convergen en una experiencia única.

Explorando la elegancia de Gion, un viaje a la tradición Japonesa

Redacción (Madrid)

Gion, un distrito histórico en Kioto, Japón, es un tesoro cultural que nos transporta a épocas pasadas. Con sus calles empedradas, casas de madera tradicionales y la presencia constante de maikos y geishas, Gion ofrece una experiencia única que fusiona el encanto del Japón antiguo con la elegancia moderna.

En el corazón de Gion se encuentra Hanami-koji, una calle icónica que se convierte en un escenario mágico al caer la tarde. Las linternas de papel iluminan el camino, creando una atmósfera fascinante que nos sumerge en la autenticidad de la cultura japonesa. Pasear por estas calles es como dar un paso atrás en el tiempo, sintiendo la esencia de la tradición que impregna cada rincón.

La presencia de las geishas y maikos añade un toque especial a Gion. Con sus kimonos elaboradamente decorados y su elegancia única, estas artistas tradicionales son símbolos vivientes de la cultura japonesa. Es posible tener encuentros con ellas mientras se desplazan entre las casas de té y los teatros, creando un vínculo entre el pasado y el presente.

Las casas de té, conocidas como ochayas, son una parte integral de la experiencia en Gion. Aquí, se puede disfrutar de la ceremonia del té y sumergirse en la refinada hospitalidad japonesa. La atención al detalle y la tranquilidad de estos espacios ofrecen una pausa serena en medio del bullicio de la ciudad moderna.

Durante el día, el Santuario Yasaka, situado en el extremo sur de Gion, brinda un escape espiritual. Sus torii (puertas tradicionales japonesas) rojas destacan entre el verde de los árboles, creando un paisaje sereno que invita a la reflexión. Este santuario, con sus festivales vibrantes y su conexión con la historia, agrega una dimensión espiritual a la experiencia en Gion.

La culminación perfecta de una jornada en Gion es una cena en uno de los restaurantes tradicionales. Aquí, se puede saborear la auténtica cocina kaiseki, una experiencia gastronómica refinada que presenta una variedad de platos exquisitos y estacionales. La presentación artística y la calidad de los ingredientes son una celebración de la excelencia culinaria japonesa.

En resumen, Gion es un enclave que encapsula la rica herencia cultural de Japón. Ya sea explorando las calles históricas, interactuando con geishas o sumergiéndose en la ceremonia del té, cada momento en Gion es una ventana al Japón tradicional. Este distrito emblemático nos recuerda que, en medio de la modernidad, aún podemos encontrar lugares donde la tradición y la elegancia se entrelazan de manera armoniosa.

El Lago de Atitlán, maravillas naturales de latinoamérica

Redacción (Madrid)

Ubicado en lo más profundo de las tierras altas de Guatemala, El Lago de Atitlán es un tesoro natural que ha encantado a viajeros durante siglos. Rodeado por majestuosos volcanes y pintorescos pueblos indígenas, este lago es más que un simple cuerpo de agua; es un escenario vivo de la riqueza cultural y la belleza natural de Guatemala.

La primera impresión al llegar a las orillas del lago es como entrar en un cuento de hadas. Las aguas cristalinas de Atitlán reflejan los picos volcánicos circundantes, creando una vista que parece sacada de un sueño. Tres majestuosos volcanes, San Pedro, Atitlán y Tolimán, se alinean como guardianes silenciosos, aportando un dramatismo imponente al paisaje.

El Lago de Atitlán no es solo un espectáculo visual; es una experiencia multisensorial. Sus aguas frescas y serenas ofrecen oportunidades para practicar deportes acuáticos, desde kayaking hasta nadar en sus aguas prístinas. Las playas y muelles tranquilos invitan a los visitantes a relajarse y disfrutar del entorno natural.

Sin embargo, la verdadera joya de Atitlán radica en sus pueblos ribereños. Panajachel, con su animado mercado y sus calles coloridas, sirve como la puerta de entrada al lago. Aquí, los visitantes pueden explorar las artesanías locales, sumergirse en la vibrante cultura maya y probar la auténtica gastronomía guatemalteca.

Cada pueblo alrededor del lago tiene su propia personalidad. Santiago Atitlán, con su rica herencia indígena, ofrece una visión única de las tradiciones mayas. En San Pedro la Laguna, la energía juvenil y las escuelas de español han atraído a viajeros de todo el mundo. Cada comunidad aporta su propia paleta de colores a la rica diversidad cultural del lugar.

Las noches en Atitlán son mágicas. El sol poniente tiñe el cielo de tonos cálidos, y las luces de los pueblos ribereños se reflejan en las aguas del lago. La quietud de la noche solo se interrumpe por los sonidos suaves de la naturaleza y, en ocasiones, por celebraciones festivas que revelan la alegría inherente de la gente local.

En conclusión, El Lago de Atitlán es más que una maravilla natural; es un testimonio vivo de la riqueza cultural y la diversidad que define a Guatemala. Cada rincón de este paisaje se convierte en una ventana a la historia, la espiritualidad y la vida cotidiana de aquellos que llaman hogar a este lugar celestial. Visitar el Lago de Atitlán no es solo una experiencia turística; es una inmersión en la magia de un rincón del mundo donde la naturaleza y la cultura bailan en armonía.

Una tierra de cultura y biodiversidad, explora los destinos más emblemáticos de Guatemala

Redacción (Madrid)

Guatemala, una tierra rica en cultura y biodiversidad, se despliega como un mosaico de maravillas naturales, arqueológicas y culturales que capturan la imaginación de quienes la visitan. Desde las alturas de sus antiguas ciudades mayas hasta la calidez de sus comunidades, Guatemala ofrece un viaje único que combina la grandeza de su pasado con la vitalidad de su presente.

Antigua Guatemala, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un testimonio de la espléndida arquitectura colonial. Calles empedradas, iglesias barrocas y plazas adoquinadas dan vida a esta ciudad que fue en su momento la joya de la corona del imperio español en Centroamérica. El Volcán de Agua se eleva majestuoso en el horizonte, recordando la imponente presencia de la naturaleza en esta tierra.

La verdadera joya arqueológica de Guatemala es Tikal. Anidada en la selva del Petén, Tikal emerge como la ciudad maya más emblemática. Sus pirámides y templos, que se alzan entre la vegetación, transportan a los visitantes a una época en la que esta civilización floreció en plenitud. La experiencia de estar en la cima de una pirámide, con la selva extendiéndose hasta donde alcanza la vista, es un vínculo directo con la grandeza de la historia.

Pero Guatemala no es solo historia antigua. El Lago de Atitlán, rodeado de montañas y volcanes, ofrece una belleza natural impresionante. Las comunidades a orillas del lago, como Panajachel y Santiago Atitlán, brindan la oportunidad de sumergirse en la rica cultura maya contemporánea. Mercados coloridos, artesanías tradicionales y la calidez de la gente local crean una experiencia auténtica.

La ciudad de Quetzaltenango, o Xela como la llaman cariñosamente los locales, es un enclave montañoso que ofrece una perspectiva diferente de Guatemala. Con su arquitectura neoclásica y su ambiente relajado, es un lugar perfecto para explorar la vida diaria guatemalteca y disfrutar de los paisajes de las Tierras Altas.

La Semana Santa en Antigua es una celebración que lleva consigo una intensidad y devoción incomparables. Calles adornadas con alfombras de aserrín pintado, procesiones solemnes y una atmósfera de fervor religioso hacen de esta experiencia una de las más impactantes de la región.

En conclusión, Guatemala es un destino que va más allá de las expectativas. Desde la grandeza de su herencia maya hasta la diversidad de su paisaje, esta tierra cautiva a quienes buscan una combinación única de historia, naturaleza y cultura. En cada rincón de Guatemala, se revela la autenticidad de su gente y la majestuosidad de su entorno, creando un viaje inolvidable.

24 horas explorando la majestuosidad de la Catedral de Toledo

Redacción (Madrid)

Ubicada en la pintoresca ciudad de Toledo, la Catedral de Santa María de Toledo, conocida simplemente como la Catedral de Toledo, se alza majestuosamente como un testamento impresionante de la arquitectura gótica española. Esta obra maestra, construida sobre las ruinas de una mezquita islámica, no solo es un hito religioso, sino un símbolo perdurable de la rica historia y la diversidad cultural de España.

El exterior de la catedral, con sus intrincadas esculturas y detalles arquitectónicos, es un preludio emocionante a la magnificencia que aguarda dentro. Al atravesar sus puertas, los visitantes se encuentran inmersos en un mundo de grandiosidad. Los altos pilares y bóvedas góticas se elevan hacia el cielo, creando un espacio que evoca una sensación de reverencia y asombro.

El Transparente, una maravilla barroca diseñada por Narciso Tomé, es una de las piezas más extraordinarias de la catedral. Este retablo esculpido y tallado con maestría sirve como un testimonio artístico de la fusión de estilos a lo largo de los siglos. La luz que se filtra a través de sus cristales ilumina la belleza intrincada de la obra, creando un espectáculo visual único.

El coro y el altar mayor son otras joyas arquitectónicas y artísticas que merecen atención. El coro, tallado en madera y rodeado por una reja de hierro forjado, es una obra maestra que narra escenas bíblicas y episodios históricos. El altar mayor, ricamente decorado y flanqueado por espléndidos retablos, es el epicentro de la adoración y la solemnidad.

La Capilla Mozárabe, un rincón especial dentro de la catedral, destaca por sus influencias mudéjares y su atmósfera íntima. Este espacio, con sus arcos de herradura y decoraciones geométricas, transporta a los visitantes a un período en el que las culturas cristiana, musulmana y judía coexistían en Toledo.

La catedral también alberga un museo que exhibe una rica colección de arte sacro, desde pinturas hasta esculturas y objetos litúrgicos. Esta diversidad refleja la evolución artística y religiosa de Toledo a lo largo de los siglos.

En conclusión, la Catedral de Toledo no es simplemente un edificio religioso, sino un testimonio monumental de la historia y la cultura de España. Cada piedra, cada talla, y cada rincón de esta catedral narran una historia rica y compleja que ha perdurado a lo largo de los siglos. Visitar la Catedral de Toledo es sumergirse en la grandeza artística y espiritual de una ciudad que ha sido testigo de siglos de historia.

Toledo,un viaje en el tiempo a la España Medieval

Redacción (Madrid)

Con sus callejuelas empedradas, murallas centenarias y una mezcla cautivadora de culturas, Toledo se presenta como un tesoro histórico en el corazón de España. Esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un testamento vivo a la rica herencia cultural que ha dejado una huella duradera en su arquitectura, arte y carácter.

Desde el momento en que se cruza el Puente de Alcántara, que se erige majestuosamente sobre el río Tajo, la sensación de viajar en el tiempo se apodera de los visitantes. Toledo, conocida como «La Ciudad de las Tres Culturas», ha sido hogar de cristianos, musulmanes y judíos, y su arquitectura refleja esta diversidad en cada rincón.

Uno de los tesoros más destacados es la Catedral de Toledo, un impresionante ejemplo de arquitectura gótica que alberga invaluables obras de arte, incluido «El Entierro del Conde de Orgaz» de El Greco. La sinfonía de estilos arquitectónicos continúa en el Monasterio de San Juan de los Reyes, con sus intrincadas yeserías y un claustro que narra la historia de los Reyes Católicos.

Recorrer el Barrio Judío de Toledo es como sumergirse en un laberinto de callejones estrechos y plazas encantadoras. La Sinagoga de Santa María la Blanca, con sus arcos de herradura y paredes blancas, cuenta historias de una época en que las comunidades judías florecían en esta tierra.

La ciudad se eleva sobre una colina, y desde el Mirador del Valle, las vistas panorámicas revelan los tejados de terracota, las torres y los campanarios que parecen mantener conversaciones silenciosas con el pasado. Es aquí donde la naturaleza y la historia convergen en una escena que roba el aliento, especialmente al atardecer.

El espíritu artístico de Toledo se personifica en las obras del pintor renombrado El Greco, quien eligió esta ciudad como su hogar. La Casa-Museo del Greco permite a los visitantes adentrarse en la vida del maestro y apreciar sus obras maestras en el entorno que lo inspiró.

No se puede hablar de Toledo sin mencionar la artesanía local. La tradición de la forja del acero toledano es legendaria, y las tiendas de espadas y cuchillos ofrecen piezas únicas que fusionan destreza artesanal e historia.

En resumen, Toledo es un viaje al pasado, donde cada callejón cuenta una historia y cada edificio resuena con la mezcla cultural que ha dado forma a esta ciudad a lo largo de los siglos. Es un lugar donde el arte, la historia y la arquitectura se encuentran, invitando a los visitantes a perderse en sus encantos y descubrir la esencia de una España medieval que sigue viva en cada rincón de esta ciudad mágica.