Redacción (Madrid)
La Isla Hashima, también conocida como la Isla de los Fantasmas, es un destino turístico único y fascinante en Japón. Situada a unos 15 kilómetros de la ciudad de Nagasaki, esta pequeña isla de forma triangular ha sido testigo de una historia industrial y humana sorprendente, convirtiéndose en un lugar de gran interés histórico y turístico.
Durante el siglo XIX, la Isla Hashima se convirtió en un importante centro de extracción de carbón debido a sus abundantes reservas de este valioso recurso. La industria minera atrajo a miles de trabajadores y sus familias, lo que llevó al rápido crecimiento de la población en la isla. Para dar cabida a esta población en aumento, se construyeron bloques de apartamentos de concreto de alta densidad en la isla, lo que resultó en una apariencia apretada y sombría, que se asemejaba a una ciudadela o fortaleza, de ahí su otro nombre, «Gunkanjima» o «Isla Acorazado».
Durante el apogeo de la industria minera en la década de 1950, la Isla Hashima era una de las áreas más densamente pobladas del mundo, con aproximadamente 5,000 personas viviendo en sus escasos 6.3 hectáreas de terreno. Sin embargo, a medida que la demanda de carbón disminuyó y las fuentes de energía cambiaron, la isla se fue despoblando gradualmente. Finalmente, en 1974, la mina cerró definitivamente y los habitantes abandonaron la isla, dejándola en un estado de deterioro y abandono.
Hoy en día, la Isla Hashima es un sitio histórico y una atracción turística gestionada por el gobierno japonés. Aunque durante muchos años estuvo cerrada al público debido a preocupaciones de seguridad, en 2009 se abrió una parte de la isla para el turismo, lo que permitió a los visitantes explorar y aprender sobre su pasado industrial.
Uno de los aspectos más destacados de la visita es el recorrido por los edificios en ruinas y las estructuras abandonadas que todavía se conservan en la isla. Estas ruinas cuentan la historia de una época pasada y ofrecen una visión fascinante de la vida en la isla durante el apogeo de la minería de carbón.
Además, la Isla Hashima ha sido utilizada como escenario para varias películas y documentales, lo que ha aumentado aún más su atractivo turístico. Su aspecto desolado y su atmósfera misteriosa han atraído la atención de cineastas y fotógrafos de todo el mundo.
La Isla Hashima es un destino turístico intrigante y evocador que transporta a los visitantes a una época pasada de la historia industrial de Japón. Su apariencia sombría y sus edificios en ruinas cuentan la historia de una comunidad que prosperó y luego se desvaneció en el tiempo. Para los amantes de la historia y la exploración, la Isla Hashima ofrece una experiencia única y memorable que deja una impresión duradera en quienes tienen la oportunidad de visitarla.