Visita la joya medieval manchega que transporta a sus visitantes en el tiempo, un fin de semana en Sigüenza

Redacción (Madrid)

Situada en la provincia de Guadalajara, en Castilla-La Mancha, Sigüenza es una joya medieval que transporta a sus visitantes en el tiempo. Con su rica historia, arquitectura espectacular y ambiente tranquilo, esta ciudad es el destino perfecto para una escapada de fin de semana. Ya sea que busques explorar castillos y catedrales, deleitarte con la gastronomía manchega o simplemente pasear por calles empedradas llenas de historia, Sigüenza tiene algo para todos.

Comienza tu aventura en Sigüenza paseando por su casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico. Desde el primer momento, te cautivarán las calles empedradas y las casas señoriales que reflejan siglos de historia.

Tu primera parada debe ser la Plaza Mayor, el corazón de la ciudad. Construida en el siglo XV bajo el mandato del Cardenal Mendoza, esta plaza rectangular con arcos es un lugar perfecto para tomar un café y disfrutar del ambiente medieval. Desde aquí, puedes orientarte hacia otros puntos clave del casco antiguo.

La Catedral de Sigüenza es uno de los tesoros arquitectónicos más importantes de la ciudad. Construida entre los siglos XII y XVI, esta catedral combina estilos románico, gótico y renacentista. No te pierdas el sepulcro del Doncel de Sigüenza, una obra maestra del gótico funerario que representa al joven caballero Martín Vázquez de Arce en actitud reflexiva con un libro en las manos.

Sube a la torre de la catedral para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad y sus alrededores. La experiencia es especialmente mágica al atardecer, cuando la luz resalta la belleza de los tejados y colinas que rodean Sigüenza.

Después de almorzar en uno de los restaurantes locales, como el Parador de Sigüenza, aprovecha para visitar el propio castillo, que data del siglo XII y fue la residencia de los obispos durante la Edad Media. Hoy en día, este castillo es un parador nacional, pero conserva su atmósfera medieval. Incluso si no te hospedas aquí, puedes recorrer sus jardines y su patio de armas, que evocan las historias de caballeros y batallas de otros tiempos.

Termina el día disfrutando de una cena en uno de los restaurantes tradicionales de Sigüenza. Prueba platos típicos como el cabrito asado, las migas manchegas o el morteruelo, acompañados por un buen vino de la región. El restaurante Nöla, situado en un palacete, es una excelente opción para una experiencia gastronómica memorable.

Dedica la mañana a explorar el Parque Natural del Barranco del Río Dulce, una joya natural situada a pocos kilómetros de Sigüenza. Este lugar, famoso por ser el escenario de algunos documentales de Félix Rodríguez de la Fuente, ofrece rutas de senderismo para todos los niveles. Una de las más populares es la que conecta la Cueva del Moro con el mirador del Félix, desde donde se obtienen vistas espectaculares del cañón y el río.

Si prefieres una actividad más relajada, puedes optar por un paseo a caballo o un picnic a orillas del río, rodeado de la serenidad del paisaje natural.

Después de disfrutar de la naturaleza, haz una excursión rápida a algunos de los pueblos pintorescos que rodean Sigüenza. Palazuelos, con sus murallas medievales y su ambiente tranquilo, es un lugar encantador para visitar. Otro destino cercano es Carabias, conocido por su sencilla pero hermosa iglesia románica de San Salvador.

De vuelta en Sigüenza, recorre la judería, el barrio donde antiguamente vivió la comunidad judía de la ciudad. Sus callejones estrechos y casas tradicionales ofrecen una perspectiva diferente de la historia local.

Después, visita la ermita del Humilladero, una construcción del siglo XIV situada en las afueras del casco histórico. Este pequeño edificio religioso era un lugar donde los viajeros rezaban antes de entrar a la ciudad.

Concluye tu fin de semana con un paseo nocturno por las calles iluminadas de Sigüenza. La atmósfera tranquila y el brillo de las luces sobre la piedra de los edificios crean una escena mágica. Si aún tienes energía, disfruta de una copa de vino o un licor local en un bar acogedor antes de despedirte de esta encantadora ciudad. Alojamiento: Hospedarse en el Parador de Sigüenza es una experiencia inolvidable, aunque también hay opciones más económicas y encantadoras, como casas rurales o pequeños hoteles boutique.

Cuándo ir: Sigüenza es un destino ideal durante todo el año, pero la primavera y el otoño ofrecen un clima perfecto para explorar tanto la ciudad como sus alrededores naturales.

Transporte: Puedes llegar fácilmente en tren desde Madrid, ya que el trayecto dura aproximadamente una hora y media. Si planeas explorar los alrededores, considera alquilar un coche.

Un fin de semana en Sigüenza es una experiencia que combina historia, cultura, naturaleza y gastronomía en un entorno único. Sus monumentos medievales, su ambiente tranquilo y su proximidad a maravillas naturales como el Barranco del Río Dulce hacen de esta ciudad un destino ideal para desconectar del estrés diario y sumergirse en la magia del pasado. Sigüenza no es solo un viaje; es una inmersión en el corazón de la historia y el encanto de Castilla-La Mancha.