Hay muchas razones por las que viajar a Nueva York por lo menos una vez en la vida. Aquí os presentamos alguna de ellas:
1. La Gran Manzana es una de las ciudades más importantes del mundo en términos de arte, entretenimiento, moda y finanzas.
2. Hay muchas cosas que ver y hacer en Nueva York, como visitar el Empire State Building, Central Park, el Museo Metropolitan de Arte y Times Square.
3. La comida en Nueva York es increíble, con una gran variedad de restaurantes de todo el mundo. Nueva York es una ciudad muy multicultural y cosmopolita, lo que significa que hay personas de todas partes del mundo viviendo allí.
4. La ciudad nunca duerme, lo que significa que hay siempre algo que hacer, ya sea de día o de noche. Nueva York es un gran lugar para ver espectáculos de Broadway y eventos de música en vivo.
5. La arquitectura y el paisaje urbano de Nueva York son impresionantes y hay mucho que ver y explorar.
6. Nueva York es un destino turístico muy popular, lo que significa que hay muchas opciones de hospedaje y transporte disponibles.
7. La ciudad es muy caminable y también tiene un sistema de transporte público muy eficiente, lo que hace que sea fácil moverse por la urbe.
8. Finalmente, Nueva York es una ciudad muy emocionante y vibrante, y estar allí es una experiencia que no se puede igualar en ningún otro lugar.
Pfizer, la multinacional farmacéutica estadounidense, asegura que su vacuna tiene una eficacia del 90% y que se distribuirá en diciembre lo que supone que se contará con un remedio de cara al arranque de la temporada y la primera gran fecha de vacaciones: Semana Santa. El estudio es muy esperanzador pero incompleto ya que se trata de un medicamento que debe mantenerse a menos 70 grados centígrados bajo cero, lo que dificultará su administración por la falta de equipos de este tipo
La euforia mundial tras el anuncio de Pfizer también se ha traslado a Sanidad. El Gobierno, que hace solo unos días apuntaba a que antes de la próxima primavera no podría iniciarse una campaña de vacunación masiva, ahora calcula que las primeras dosis de Pfizer estarán ya en España a finales de este mismo año o, como muy tarde, a principios de 2021.
Por su parte la Unión Europea ya se ha asegurado hasta 300 millones de dosis para el Viejo Continente. Aunque todavía no se ha cerrado el pacto con la multinacional americana, Bruselas ya tenía un acuerdo para reservar unos 200 millones de dosis. Una cantidad a la que se podrían sumar unos 100 millones adicionales.
Si pudieras imaginarte una último rincón tropical y auténtico dentro del territorio de Estados Unidos, este sería Samoa Americana. Estamos a casi medio camino entre Hawaii y Nueva Zelanda, en el corazón de la Polinesia. Samoa Americana es un lugar realmente fuera de lo común. Casi el 90 % de sus increíbles cumbres volcánicas, frondosas selvas y arrecifes de coral no han sido modificados por el hombre. La herencia cultural de Samoa se mantiene intacta. Aquí podemos explorar la historia de la Segunda Guerra Mundial, dejar que los frondosos paisajes nos absorban, nadar en las aguas cristalinas y sumergirnos en una cultura antigua y colorida.
Playas y naturaleza inspiradoras
Aquí se premia a los intrépidos viajeros con una impresionante belleza natural y un toque auténtico de la cultura polinesia. Algunas partes de Tutuila y las islas Ta’u y Ofu conforman la principal atracción natural, el National Park of American Samoa (Parque Nacional de Samoa Americana). Buceamos, practicamos esnórquel y recorremos senderos en un indómito paisaje selvático, playas y arrecifes de coral protegidos llenos de vida silvestre. La capital, Pago Pago, en Tutuila, ofrece actividades y atracciones populares: senderismo en Mount ‘Alava (monte Alava), Two Dollar Beach, National Marine Sanctuary of American Samoa (Santuario Marino Nacional de Samoa Americana), hoteles, tiendas y restaurantes en Pago Plaza y Fagatogo Square. Y si buscamos tranquilidad, nos decantamos por las playas de Ofu. Septiembre y octubre son los mejores meses para observar a las ballenas jorobadas. Durante el año, podemos ver una gran cantidad de criaturas terrestres y marinas, desde murciélagos frugívoros y gecos hasta delfines y tortugas marinas.
Preservar la cultura polinesia
Para los visitantes que amen la cultura, Samoa Americana es una experiencia mágica. Aparte de la introducción del cristianismo en el siglo XIX, la cultura se ha mantenido casi igual durante 3000 años. Aiga, o la familia extendida, es la base de la sociedad. Los ancianos y jefes de los pueblos, conocidos como Matai, son personas profundamente respetadas. Más del 90% de los nativos hablan samoano. Nos sorprendemos al ver a los lugareños vistiendo lavalava (pareos) o puletasi (túnica y falda con patrones), bailando siva (el baile de Samoa), cocinando en un umu (horno de tierra) y bebiendo leche directamente desde un coco fresco. Cada tarde y todos los domingos, los pueblos samoanos cumplen con sus oraciones religiosas y descansan. Esto se conoce como Fa’a Samoa: la manera samoana.
Cosas que debes saber antes de ir
Si vas a visitar Samoa Americana, es muy importante planearlo con anticipación. A no ser que vivas en Samoa o Hawaii, los vuelos a Pago Pago necesitan una escala. Las actividades se llenan rápido; reserva botes de pesca, buceo con guías y otros recorridos de la isla con anticipación si es posible. Si planeas aventuras en las islas remotas de Ofu o Ta’u, reserva un vuelo con anticipación y realiza la excursión al comienzo de tu viaje. Samoa Americana está a 14 grados al sur del ecuador. Julio es el mes más frío; diciembre y enero son muy cálidos. No olvides llevar un gorro, repelente y protector solar. Además, recuerda llevar algo discreto para ponerte sobre el traje de baño cuando recorras los pueblos locales. La moneda de la isla son los dólares estadounidenses. Ten en cuenta que muchas de las playas y bahías son propiedades privadas y no es inusual pagar unos cuantos dólares a alguna de las familias locales para poder ingresar. Además, el National Park of American Samoa (Parque Nacional de Samoa Americana) está alquilado a Estados Unidos, por lo que los servicios son diferentes a los de otros parques nacionales de Estados Unidos.
“Meet me tonight in Atlantic City” canta Bruce Springsteen en una de sus míticas canciones. Desde luego la noche despierta todos los encantos de este rincón de Nueva Jersey donde playa, casinos y hoteles viven sin descanso las 24 horas del día.
Es viernes y amanece en la costa este de Estados Unidos, estoy a menos de 2 horas en coche de Nueva York, pero aquí el ambiente y las sensaciones son diferentes. En el Iphone pongo música, me decanto por Bon Jovi para mimetizarme con el destino. Aquí, en este estado, nació el líder de la banda y hoy me sirve para descubrir una ciudad que se convirtió en lugar de recreo para ricos y famosos a mediados del siglo XX.
Bienvenidos a la alternativa, en este lado del país, a Las Vegas. No es lo mismo, pero mi elección, me hospedo en el Hotel Borgata Casino & Spa, me recuerda a la ciudad del ocio. Las vistas son impresionantes, con una habitación amplia (precio medio 280€) pero con la deficiencia en servicio que podemos encontrar en cualquier hotel de los Estados Unidos. Desde la ventana la panorámica es increíble, el skyline de Atlantic City es uno de los más bonitos que he visto a pesar de que la urbe cuenta con poco más de 40.000 habitantes. Me organizo el día, hay muchas cosas por descurbir en un destino pensado para la diversión.
Boardwalk
La primera parada es obligatoria. El paseo marítimo (Boardwalk) es sin duda la vía más importante y llamativa de Atlantic City, donde el bullicio es constante. No esperen obras faraónicas al más puro estilo de la costa española, aquí el encanto reside en el suelo de madera y lo llamativo de sus tiendas, no existe el lujo pero si el colorido, junto a los establecimientos disfrutamos de alguno de los hoteles más famosos de la ciudad: aquí está el famoso Caesars y el que era mi favorito el Taj Mahal, propiedad de Donald Trump y que hoy se explota bajo la marca Hard Rock Hotel.
El esplendor de los neones de los casinos esconde, en esta ciudad, la cruda realidad con empresas al borde de la ruina durante muchos años. El dinero no lo es todo y en Boardwalk los turistas lo demuestran. Más allá de las dunas y la arena, los surfistas disfrutan del mar junto a familias, esculturas de arena, deportes de playa y sombrillas.
La primera línea de Atlantic City está invadida de bicicletas, esquivamos alguna de ellas para llegar al centro comercial “The Pier Shops”, el más famoso de la ciudad, cuenta con 4 plantas dedicadas al ilustrativo placer de comprar. Aquí hay de todo: tiendas de lujo (Gucci, Hugo Boss, Louis Vuitton, Armani y Burberry), 9 restaurantes y una capilla para bodas. Por cierto dentro del centro comercial me encuentro un lugar maravilloso, junto a una gran ventana con vistas al mar, disfruto de una terraza con arena y hamacas mientras espero para asistir al “Water Show” que se celebra cada hora en la fuente que se encuentra al final del recinto.
¿Cómo llegar a Atlantic City?
Desde España lo más sencillo es volar desde Madrid a Nueva York. La opción más rápida y, si sois más de 2personas, también la más económica es alquilar un coche para desplazarnos hasta Atlantic City (2 horas de viaje). Los parkings de los hoteles de Atlantic City tienen un precio de 4.5 € independientemente del tiempo de estancia.