Redacción (Madrid)E
El Volcán Calderón Hondo, situado en la isla de Fuerteventura, una de las Islas Canarias, es un destino que atrae a quienes buscan una experiencia única de conexión con la naturaleza volcánica y el paisaje árido característico de esta región. Este volcán extinto, que forma parte del paisaje volcánico del norte de Fuerteventura, ofrece a los visitantes una combinación fascinante de geología, aventura y vistas panorámicas que hacen del lugar un punto destacado para el turismo natural.
El Calderón Hondo es uno de los muchos conos volcánicos que se formaron durante las erupciones que tuvieron lugar hace más de 50,000 años, las cuales dieron forma a la estructura actual de Fuerteventura y a sus paisajes desérticos y volcánicos. Su cráter, de aproximadamente 70 metros de profundidad y 278 metros sobre el nivel del mar, es uno de los mejor conservados de la isla, lo que permite a los visitantes apreciar de cerca las características geológicas de un volcán de este tipo.
Este origen volcánico no solo es interesante desde una perspectiva científica, sino que también le otorga al lugar un aura mística y de gran belleza visual. A medida que uno se acerca al volcán, las capas de lava solidificada, los tonos rojizos, ocres y negros del terreno, así como las formaciones rocosas, cuentan una historia geológica que atrae a geólogos, fotógrafos y viajeros interesados en la naturaleza.
Una de las principales actividades turísticas en el Calderón Hondo es el senderismo. El acceso al volcán es sencillo, y hay rutas señalizadas que permiten a los excursionistas llegar hasta el borde del cráter. El sendero que lleva al volcán comienza en el pequeño pueblo de Lajares, a unos 4 kilómetros de distancia. Este recorrido, de nivel moderado, es adecuado para la mayoría de los caminantes, incluidos aquellos con poca experiencia, lo que lo convierte en una actividad popular tanto para locales como para turistas.
Durante la caminata hacia el Calderón Hondo, los senderistas disfrutan de vistas espectaculares del paisaje circundante. A medida que ascienden, pueden observar otros volcanes vecinos como el Bayuyo, así como el paisaje árido y rocoso que caracteriza al norte de Fuerteventura. En un día despejado, es posible ver las cercanas islas de Lanzarote y Lobos, lo que añade un elemento de atractivo panorámico a la experiencia.
Al llegar al borde del cráter, la vista hacia el interior del Calderón Hondo es impresionante. La profundidad del cráter y la estructura de sus paredes, que muestran capas de ceniza y lava, son un recordatorio palpable de la energía que una vez fluyó desde las entrañas de la Tierra. El silencio y la inmensidad del lugar invitan a la reflexión y ofrecen una oportunidad para desconectar del bullicio de la vida cotidiana.
A pesar de la aridez del entorno, el área alrededor del Calderón Hondo alberga una sorprendente variedad de fauna y flora adaptada a las condiciones extremas del clima. Entre las especies más comunes se encuentran los líquenes y las plantas suculentas, que prosperan en el terreno volcánico, así como los «matorrales de jable», plantas que sobreviven en el suelo arenoso característico de la isla.
Además, los visitantes del volcán tienen la posibilidad de observar aves rapaces como el cernícalo y el alcaraván, que sobrevuelan el cráter y el desierto en busca de presas. También se pueden avistar pequeños roedores y reptiles endémicos, lo que hace del lugar un punto de interés para los amantes de la naturaleza y la observación de fauna.
El Volcán Calderón Hondo se ha convertido en un destino popular para el ecoturismo. Fuerteventura, al igual que las otras islas del archipiélago canario, ha apostado por un modelo turístico sostenible que pone en valor la belleza natural y los paisajes volcánicos de la región. En este sentido, el senderismo hacia el volcán no solo es una actividad recreativa, sino también una forma de concienciar a los visitantes sobre la importancia de conservar los ecosistemas únicos de la isla.
Las excursiones al Calderón Hondo son, en su mayoría, de bajo impacto ambiental. Los senderos están claramente marcados para evitar la erosión del terreno, y los visitantes son animados a respetar el entorno natural y a no dejar residuos. Esta actitud responsable por parte de los turistas es clave para garantizar que el volcán y su entorno permanezcan en su estado natural para las generaciones futuras.
El Calderón Hondo es un destino adecuado para todo tipo de viajeros. Su accesibilidad lo convierte en una opción ideal tanto para familias con niños como para excursionistas experimentados que buscan una experiencia más tranquila pero igualmente impresionante. Además, su proximidad a los principales centros turísticos de Fuerteventura, como Corralejo y El Cotillo, lo hace fácilmente accesible en una excursión de un día.
Para aquellos que buscan más que un simple paseo, el volcán ofrece la posibilidad de experimentar la esencia de Fuerteventura: sus paisajes lunares, su historia volcánica y su capacidad para sorprender con la tranquilidad de sus vastos horizontes. La visita al Calderón Hondo puede ser una experiencia introspectiva, un recordatorio de la pequeñez del ser humano ante la inmensidad de la naturaleza, y una oportunidad para reconectar con el mundo natural.
El Volcán Calderón Hondo es uno de los tesoros naturales de Fuerteventura, un lugar donde la historia geológica de la isla se manifiesta en toda su majestuosidad. A través del senderismo, la observación de paisajes y la conexión con la fauna y flora locales, los visitantes pueden experimentar la esencia volcánica de las Islas Canarias de una manera accesible y respetuosa con el medio ambiente.
Este volcán, con su impresionante cráter y sus paisajes circundantes, no solo es un destino para los amantes de la aventura, sino también un espacio de reflexión y aprecio por la fuerza de la naturaleza. Libres de multitudes y con una belleza sencilla pero poderosa, lugares como el Calderón Hondo son esenciales para quienes buscan una experiencia turística auténtica y sostenible en Fuerteventura.